Hacer una película animada que trascienda generaciones es una tarea cada vez más difícil para las compañías de cine pero vital para garantizar su éxito. Disney parece haber encontrado la fórmula mágica para lograrlo, pero Dreamworks no se queda atrás.

El más reciente acierto de los creadores de filmes como Shrek, Kung Fu Panda, Madagascar, Dragons y Trolls, entre otros, es The Boss Baby, que estrena hoy en las salas de cine locales. Lo primero que hay que decir de esta película es que los cortos no revelaron lo mejor de ella, lo que resulta en una grata sorpresa, pues su hora y 37 minutos de duración son de pura diversión. 

La historia comienza con la llegada de un nuevo bebé a la casa del pequeño “Tim” (en voz de Miles Christopher Bakshi), de siete años de edad, quien hasta ese momento era el consentido de sus padres (cuyas voces interpretan Jimmy Kimmel y Lisa Kudrow). Prácticamente, todo giraba en torno a él, daba rienda a su creatividad a su gusto y gana, en fin, era un niño súper feliz.

Su realidad cambia drásticamente con la llegada del “boss baby”, que tiene como gran atractivo la voz y la gracia de Alec Baldwin (quien está más que pega’o por su caracterización del presidente Donald Trump en SNL).

¡Y este bebé sí que se las trae! Ataviado con traje, corbata y un maletín, el aparentemente indefenso bebecito está decidido a cumplir con una misión muy especial: detener los planes del malvado “Francis Francis” (voz de Steve Buscemi), el director de la compañía “Puppy”, donde trabajan los padres de “Tim”.

Aunque su relación tiene un comienzo bastante atropellado, “Tim” y su nuevo hermanito se ven forzados a unir fuerzas para llevar a cabo la misión y al final, poder deshacerse uno del otro.

Hasta ahí sobre la trama, pues el resto de esta creativa aventura es lo que hará reír tanto a los niños como a sus papás. Esto gracias a que el director Tom McGrath no perdió la oportunidad de hacer algunas referencias para deleitar al público mayor, especialmente a los ochentosos.

La moraleja que suelen llevar la mayoría de las películas animadas, está igualmente presente en The Boss Baby, por lo que también hay momentos de mucha ternura y para los mega sentimentales, quizás hay una lagrimita que se cuele.

De lo que no cabe duda es que, al final, todos los miembros de la familia saldrán contentos del cine y, probablemente, atesorando esas vivencias únicas que se dan entre los hermanos.