"The Happening": La venganza de la naturaleza

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Otro intento fallido de Shyamalan
Tras las pésimas críticas que recibió el filme “The Village” y el monumental desastre que fue “Lady in the Water”, los cinéfilos que aún mantenían viva la esperanza de que el director M. Night Shyamalan pudiera realizar una buena película, concentraban todos sus deseos en que “The Happening” fuera la que reviviera su carrera cinematográfica.
Desgraciadamente, la cinta –que estrena hoy en los cines de Puerto Rico- podría significar el último clavo que termine de sellar su ataúd en Hollywood al ser la peor de su canon fílmico.
Los largometrajes de Shyamalan siempre llegan a las salas rodeados de secretismo. Los espectadores asisten a verlos esperando un giro en el último acto que los sorprenda y cambie sus perspectivas sobre lo que acaban de ver. En el caso de “The Happening”, ese esperado giro simplemente tampoco existe. Lo que se proyecta en pantalla es todo lo qua hay… y que malo es.
En esta ocasión, el director presenta un misterioso suceso que sacude a la costa noreste de Estados Unidos en el que miles de personas se suicidan sin ningún aparente motivo. La razón de las siniestras muertes se revela durante la primera media hora de la cinta: las plantas. Sí, leyó bien. Los árboles, arbustos y hasta la grama, liberan una toxina que provoca a los ciudadanos a quitarse la vida.
Ahora, usted se preguntará… “¿Por qué el helecho que tengo colgado en el balcón de mi casa quiere que yo me mate?” Pues porque usted, un ser humano, representa una amenaza para la vegetación de la Tierra. Es la manera “original” en la que Shyamalan -quien también escribió el guión- desea inculcar su mensaje pro conservación del ambiente.
Premisas tan ridículas como ésta se han visto antes en innumerables películas pero el problema en “The Happening” es que Shyamalan no se esmera en desarrollarla correctamente. El resultado es un filme similar a uno de “Godzilla” pero sin el monstruo gigante: el público verá por 90 minutos a un puñado de personas presas del pánico huyendo desesperadamente de las inmovibles plantas. El suspenso es inexistente.
Las actuaciones son terribles. No hay otra palabra para describirlas. Mark Wahlberg –quien interpreta al maestro de ciencia protagonista del largometraje- demostró en “The Departed” que sabe actuar, pero claro, lo estaba dirigiendo Martin Scorsese. Así que la culpa una vez más recae en la dirección. La escena en la que Wahlberg le habla a una planta casera para decirle que él no le va a hacer daño y le ruega que no los mate, será una de las peores y risibles –por su inintencionada y patética comicidad- que usted verá este año.
Es popularmente aceptado que “The Village y “Lady in the Water” son malísimas, pero en ellas al menos se percibía una atmósfera de misterio y asombro. En “The Happening” ni siquiera eso existe. El tremendo ojo cinemático que caracterizó los inicios de la carrera de Shyamalan no se proyecta ni en la más corta escena de la película. El filme carece de inspiración y es el esfuerzo más vago de su carrera.
Resulta casi imposible recordar que el mismo director que en 1999 capturó la atención de los amantes del séptimo arte con la fenomenal “The Sixth Sense” es el mismo que ahora los expone a semejante atrocidad. Peor aún para ella: al estrenar el mismo fin de semana que “The Incredible Hulk” y con “Kung Fu Panda” e “Indiana Jones IV” aún apoderadas de la taquilla, la película va destinada a convertirse en el mayor fracaso de su filmografía.
Argumento que se vuelve parodia
Alexis Sebastián Méndez / Para Primera Hora
El director M. Night Shyamalan ganó muchos adeptos con sus filmes “The Sixth Sense”, “Unbreakable” y “Signs”. En cambio, sus propios seguidores le han acusado de perder su magia y de que, con “The Village” y “Lady in the Water”, sus películas han ido bajando de calidad. Pero sus fanáticos ahora pueden estar tranquilos: Shyamalan no podrá filmar nada peor que “The Happening”.
El argumento es tan absurdo que casi parece una parodia de género, pero aquí les va: las plantas se están vengando contra la humanidad, y se han puesto de acuerdo para liberar sustancias químicas que alteran mentalmente a los humanos, llevándolos al suicidio. Esto conlleva a un par de escenas interesantes visualmente, como cuando obreros brincan desde un edificio en construcción, o una pistola pasa de mano en mano. Pero también nos trae escenas ridículas, como un tipo que se mete en una jaula de leones y otro que –lean bien que no les miento– se acuesta frente a una máquina de cortar grama.
La venganza de la naturaleza parece algo sacado de la película “The Birds”, solamente que Alfred Hitchcock dejaba todo a nuestra interpretación mientras que Shyamalan, que está aparentemente convencido de que el público es estúpido, procede a presentar a un personaje explicando todo en televisión, por si acaso alguien no captura su “provocador” mensaje. Pero el filme se asemeja más a la versión de “War of the Worlds” de Steven Spielberg, con los protagonistas huyendo de la amenaza y el mundo en pánico. Hasta se refugian en el hogar de una persona inestable mentalmente.
Lo peor es que “The Happening” no genera ningún tipo de emoción. Sus protagonistas son aburridos, la amenaza demasiado ridícula para ser tomada en serio, y la tensión inexistente. Una escena es representativa: hay un momento de aparente “tensión” en el cual Mark Wahlberg se “enfrenta” a una planta de interior, y comienza a hablarle para que no se torne agresiva. Cuando su personaje descubre que la planta es plástica, reacciona como sintiéndose estúpido. Así reaccionarán quienes, como yo, esperaban que Shyamalan se encaminara nuevamente con “The Happening”.