"The Hurt Locker": El mejor retrato de la guerra de Iraq

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Existen múltiples tipos de adicciones: drogas, comida, sexo, cigarrillos, videojuegos, etc. Todas dañinas al cuerpo humano, de una manera u otra, o incluso mortales.
La expuesta en The Hurt Locker, la estupenda cinta de la directora Kathryn Bigelow, podría ser una de las más mortíferas de todas: la adrenalina, o más bien el efecto que esta hormona tiene en las personas adictas al peligro. Hay quienes sacian su vicio lanzándose de paracaídas o bungee jumping, mientras hay otros que se viven las guerras como si fueran parques de diversiones.
Uno de éstos es el sargento “William James” -interpretado por Jeremy Renner- soldado estadounidense adscrito a la división de explosivos que se dedica al desmantelamiento de bombas en Irak. “James” ama su trabajo, tanto así que debajo de su cama guarda como trofeos piezas de los artefactos que pusieron en riesgo su vida... como, por ejemplo, su sortija de matrimonio.
La película es impulsada por las interacciones entre los personajes, no por la trama, la cual se basa en las misiones que “James” y su unidad llevan a cabo en las calles de Bagdad. Varias escenas, cada una con su propio desarrollo, punto culminante y resolución, están cargadas de tanta adrenalina como la que corre por las venas del protagonista. Bigelow logra esta hazaña con un fenomenal manejo de la cámara, mayormente en mano, cuyos bruscos movimientos y rápida edición transportan al espectador a las peligrosas situaciones en una atmósfera palpablemente tensa.
El nombre de Kathryn Bigelow no es el primero que viene a la mente cuando de acción y suspenso se habla. Quizás ni el centésimo. Pero lo que la cineasta consigue en este filme no es sólo una de las más intensas experiencias cinematográficas del año, sino la mejor película que se haya hecho del conflicto bélico en Irak hasta el momento. Bigelow no busca sermonear al público con argumentos a favor o en contra de la guerra, sino explorar la realidad a la que son expuestos día tras día los soldados que se encuentran combatiendo allá, contando los días para regresar a casa y esperanzados en que el despertar de mañana no sea el último de sus vidas.
Curiosamente, el guión fue escrito por Mark Boal, el mismo autor de la historia en la cual se basó In the Valley of Elah, un largometraje que también analizó la situación en Irak aunque no tan efectivamente como el estreno de hoy. Boal está más interesado en explorar la psiquis de los soldados, tanto los que no quiere estar allí como los que prefieren vivir en las barracas que regresar a sus hogares. El resultado es un desarrollo pleno de los personajes y un filme que plantea los cuestionamientos y permite al público llegar a sus propias conclusiones.
The Hurt Locker es el tipo de estreno que hay que aplaudir con mayor entusiasmo no sólo por el magnífico trabajo frente y detrás de las cámaras, sino porque su limitada distribución hará que menos personas la vean, y es una pena. Son pocas las películas que actualmente proveen increíbles secuencias de acción -de las mejores del 2009- y que además invitan a la reflexión.