Como toda niña, de pequeña solían gustarme todos los cuentos de hadas que me leían. Inclusive, recuerdo como mi papá y yo solíamos inventar cuentos con su distintiva moraleja y permitíamos que nuestra imaginación creara espacios inimaginables. A ese nivel de nostalgia es el que me remonta la película “The School for Good & Evil”, dirigida por Paul Feig y basada en la novela de Soman Chainani.

Esta película con sabor a Disney de la plataforma Netflix nos relata la historia de dos amigas inadaptadas que por fuerzas poderosas son llevadas a la Escuela del Bien y el Mal. Instituto donde entrenan a toda princesa, príncipe y villano de las historias de hadas, desarrollando una educación bastante dividida entre un lado y otro, patrocinando la desigualdad y los estigmas de lo que deberías ser y no. Sin embargo, la llegada de estas amigas lo vino a cambiar todo.

“Sophie”, interpretada por Sophia Anne Caruso, es una costurera de cabello dorado que sueña con escapar de su horrible vida para ser una princesa. Mientras “Agatha”, interpretada por Sofia Wylie, con su estilo sombrío y una madre poco convencional, posee las cualidades para ser una verdadera bruja.

Se trata de un junte amistoso de dos personas malentendidas que se tienen la una a la otra. Hasta que llegan a la Escuela del Bien y el Mal, y las dividen erróneamente o así piensan ellas debido a que “Sophie” irónicamente terminó en la escuela del mal y “Agatha” en la escuela del bien. Teniendo un desenlace en el que “Agatha” nos muestra el poder de la amistad, la importancia de reconocer que somos humanos imperfectos, en los que de alguna manera u otra habita tanto el bien como el mal. Igualmente, nos muestra la aceptación y empatía que debemos tener hacia toda persona y cómo el verdadero amor no solo reside en una pareja, sino en la amistad y lazos familiares.

Ciertamente, una película significativa, con buenos valores y bien desarrollada.

No obstante, la elaboración de la trama fue demasiado extensa: lo que fueron 2 horas con 27 minutos pudo haberse resumido en 1 hora y 45 minutos o, en todo caso, tal vez hubiese sido mejor convertirlo en una serie.

Posiblemente, hubiese tenido mayor auge de esta manera y quizás se podrían haber dado la la libertad de ser más fiel al texto original, un asunto que siempre se suele afectar en las adaptaciones cinematográficas de los géneros literarios.

Aún así, la interpretación es una muy entretenida, ideal para un día familiar. Un poco extensa para mi gusto, pero igual pude resistir la larga travesía por la buena actuación de las protagonistas.

De otro lado, la trama nos alienta a ser autores de nuestros propios libros y tener control de nuestra vida. “The School for Good and Evil” es un buen filme de fantasía y drama para compartir en esta temporada de Halloween.

Está disponible en Netflix.