Para el actor argentino Ricardo Darín, fue la gran humanidad y diversos temas de carácter universal lo que lo atrajo principalmente a su nueva película, La odisea de los Giles.

El filme, ahora en los cines de Fine Arts, está basado en la novela La noche de la usina del autor argentino Eduardo Sacheri. Fue precisamente con la adaptación cinematográfica de otra novela de Sacheri, El secreto de sus ojos, con la que el mundo entero conoció a Darín en el 2009. 

Con la crisis económica de argentina de fondo, la cinta relata cómo un grupo de vecinos se organiza y trama un plan para recuperar un dinero que les fue arrebatado por un abogado y el gerente de un banco. Mezclando drama y comedia, La odisea de los Giles explora los temas de justicia, confraternidad y empatía en medio de una histórica crisis financiera que sacudió al país entre el 1998 y 2002. 

“Es una especie de Ocean’s 11, pero del subdesarrollo”, bromeó el actor vía llamada telefónica desde España para promover el estreno de la película en Puerto Rico. “Lo que más me gustó fue la idea de un grupo de personas simples y trabajadoras que deciden poner una cooperativa y que se encuentran con la cantidad de obstáculos que se van encontrando”, nos confesó Darín, quien en la película interpreta a Fermín Perlassi, un padre de familia abatido por los efectos directos e indirectos de la crisis. 

La idea de tomar la justicia en nuestras manos fue solo una de las razones por las que el actor y productor de 62 años quisiera involucrarse en este proyecto, el cual eventualmente podría representar a su país en los premios Oscar de Hollywood y los premios Goya de España. Para Darín, se trata de algo “rural, sencillo y simple” que lo atrajo la material, dirigido por Sebastián Borensztein.

“Nos gustó el humor que cada uno de los personajes lleva consigo”, aseguró. “Nos gustó mucho la idea de que por sus propios méritos (estas personas) intentan recuperar lo que les fue arrebatado”, explicó el actor. Entre el grupo de vecinos también figuran los actores Luis Brandoni, Verónica Llinás, Daniel Aráoz y Chino Darín, hijo de Ricardo.

Más que una película de venganza, La odisea de los Giles es una película sobre justicia, un tema que se puede trazar fácilmente a través de la filmografía del laureado actor, pero muy presente en películas como Relatos salvajes y El secreto de sus ojos, por la cual fue galardonado con uno de los dos Premios Sur (equivalente al Oscar argentino) que ha ganado en su carrera, además de recibir otra decena de nominaciones.

“A mí me gustan las historias de seres humanos de carne y hueso”, nos dijo Darín sobre su atracción a este tipo de historias. “Las que nos pasan o que nos pueden pasar a todos nosotros. Sobre el ser humano común puesto en situaciones extraordinarias. Si además de eso uno tiene la suerte de tener un libro bien escrito entre manos, con personajes jugosos y bien diseñados, es todavía mucho más atractivo”, comentó.

La odisea de los Giles le brindó la oportunidad de trabajar por primera vez con su hijo, el también actor, Ricardo “Chino” Darín. Aunque han trazado sus propios caminos en el cine, el actor confesó que siempre hay espacio para la mentoría en un set y en este caso en particular fue una experiencia de crecimiento para ambos.

“Tengo la sensación de que los dos salimos enriquecidos de esta experiencia, porque yo también aprendí mucho de él. Según sus propias palabras, a él le sirvió muchísimo estar codo a codo y discutir distintos aspectos, no solo de la producción sino de nuestras interpretaciones”, comentó Darín.

La experiencia también le sirvió para constatar un lado humano de su hijo que solo había conocido en su casa.

“Para serte sintético, es la primera vez que trabajo con mi hijo. Él está haciendo su camino y yo el mío. La verdad es que he tenido la oportunidad de verlo trabajar, de observarlo, y pude ver solidaridad con su colegas, siempre dando una mano más allá de sus responsabilidades como actor. En este caso, al estar nosotros también a cargo de la producción, teníamos una doble responsabilidad y lo vi manejarse con mucha capacidad dentro de eso”, añadió.

Sobre las posibilidades de llegar hasta los premio Oscar una vez más, el actor confesó que esto no fue algo que le pasó por la mente durante el período de producción, pero aseguró sentirse muy honrado. 

“Como decimos en Argentina, con el diario del lunes es más fácil hacer análisis”, bromeó Darín. “La verdad es que cuando decidimos llevar adelante este proyecto, solo conocíamos la historia y la posibilidad de trabajar con un director que respetamos y queremos muchísimo porque es nuestro amigo. Si teníamos la suerte de contar con los actores que queríamos, sabíamos que íbamos a contar una historia potente. 

Para representar a un país en los premios Oscar y los premios Goya es necesario que los miembros de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de dicho país lleven a cabo una votación. Aunque no fue unánime, La odisea de los Giles contó con los votos suficientes para llevarse a Darín en una aventura familiar para él, quien ha tenido la menos dos películas nominadas en la categoría de Película Extranjera.

“Es un altísimo honor que tus propios colegas hayan votado por esta historia para ir a representarnos. En el ámbito interno, dentro de lo que es nuestra controversial industria cinematográfica, es muy significativo que nos hayan elegido a nosotros”, celebró Darín.

Sobre la reciente conversación sobre la violencia en el cine que resurgió tras el estreno de Joker, el actor afirmó que todo depende con de la “calidad, el respeto y la prudencia” con que se trabaje.

“Para serte absolutamente honesto, quedé impactado con el trabajo de Joaquin Phoenix. Es una revelación”, declaró Darín. “Pero reconozco que estuve todo el tiempo con una gran tensión física por la carga de violencia. También es cierto que la historia de este personaje en particular es una historia desagradable debido a lo que fue sometido”, reconoció el actor sobre la historia de origen del villano de DC Cómics.

“Estas historias o trasfondo que justificarían la violencia descontrolada tienen que ser prudentes. Nunca podemos olvidar que hay gente joven prestando atención y que pueden creer que ese es el camino. Cuando se trata la violencia con glamour estamos corriendo un riesgo bien grande. Yo me declaro definitivamente en contra de la violencia”, concluyó.