Protagonistas: Emily Mortimer, Woody Harrelson, Eduardo Noriega, Kate Mara

Director: Brad Anderson

Tal y como si el público estuviese montado en una montaña rusa, la acción en “Transsiberian” -película que estrena hoy exclusivamente en Fine Arts- comienza a un ritmo lento, tomándose su tiempo en preparar a los cinéfilos para el rápido y estresante descenso hacia su segunda mitad que los mantendrá aguantando la respiración mientras se aferran a sus asientos.

El filme es un thriller muy poco convencional, construyendo una atmósfera de suspenso alrededor de un secreto que tan sólo es de conocimiento de los espectadores de “Jessie”, el personaje principal (Emily Mortimer), una misionera que viaja junto a su marido “Roy” (Woody Harrelson) desde Pekín hasta Moscú vía ferrocarril.

En el tren conocen a “Carlos” y “Abby'' –interpretados por Eduardo Noriega y Kate Mara- pareja que intenta pasar inadvertida por aduana cerca de una docena de muñecas rusas. El contrabando parece inofensivo, pero la situación no tarda en tornarse peligrosa y poner en riesgo las vidas de “Jesse” y su esposo.

Revelar ahora lo que acontece cerca de la mitad de “Transsiberian” sería un acto “criminal”. La película se beneficia por cuán poco usted conozca de su trama mientras se va revelando secreto tras secreto hasta que convierte al público en cómplice de una siniestra secuencia de sucesos.

La técnica empleada por el director Brad Anderson, quien se dio a conocer con su excéntrica cinta “The Machinist” en el 2004, resulta sumamente efectiva, obviando por completo los clichés del género para presentar a los fanáticos del cine un largometraje que los coloca en medio del terror y la desesperación que se apodera de “Jessie”.

A esto se le suma la tensión que surge de estar encerrado en un tren rodeado por el crudo invierno asiático. Escapar del tranvía sería una muerte segura, pero permanecer en él no parece ser una mejor opción, ya que los personajes se ven atrapados dentro del mismo espacio donde se encuentran los villanos.

El guión escrito por el propio Anderson y Will Conroy está redactado con mucha astucia al desarrollar -durante el primer y segundo acto- una trama con mucho detenimiento para permitir al público familiarizarse con los personajes. Al principio el ritmo es pausado, pero la bolita de nieve que comienza a rodar una vez despega la acción, rápidamente se transforma en una avalancha que arropa al espectador, juega con sus expectativas y no los suelta por un instante.

Las actuaciones están todas a la par en excelencia, en especial Emily Mortimer (“Match Point”) quien carga con todo el peso de la historia y se gana la empatía del público. De igual forma, el veterano actor Ben Kingsley (“Gandhi”) se destaca en su pequeña pero importante aparición cerca del final del largometraje.

“Transsiberian” consigue distinguirse como uno de los mejores thrillers que se han estrenado en el 2008 y uno que merece su atención. Si anda en busca de una cinta que lo mantenga al borde de su asiento, este fin de semana no hay mejor opción en cartelera.