Los melodramas protagonizados por mujeres débiles, sufridas, dependientes del hombre, tuvieron su tiempo. Pero la experimentada actriz cubana Zully Montero los prefiere fuertes, independientes, profesionales, seguras de sí mismas, sin dejar de ser románticas ni buenas amantes. Por eso se siente cómoda como “Cecilia Brando” en la telenovela Perro amor de Telemundo, pues sin ser una odiosa villana, se proyecta como una mujer madura, un tanto calculadora dentro del mundo de los negocios en el que se mueve.

“Las historias son realistas y le han dado a la mujer una posición mucho más contemporánea, porque ya esas mujeres sumisas y apabulladas, que todo lo resienten, que todo lo aguantan, que todo lo resisten y no son independientes, que no estudian, que están esperando que el millonario venga a sacarlas del anonimato y de la pobreza, esas novelas tuvieron su época y son interesantes también, porque todavía existen esos personajes en la vida; pero ahora el papel de la mujer me gusta, porque es más de la vida cotidiana, del quehacer con la sociedad y tiene una perspectiva de estudiar, de superar, de no ser la mujer ignorada, la mujer pisoteada”, opina desde su camerino en Telemundo Studios en Miami.

¿Qué valores busca al seleccionar un personaje?

El personaje siempre tiene que tener algo importante, que avance tu carrera, que diga algo de tu trabajo.

Creo que este personaje por eso me encantó cuando lo leí, porque también tiene otra línea menos fuerte de maldad. Es un personaje fuerte de carácter, defensora de la justicia, brillante en sus cosas, brillante en su trabajo como profesional, o sea, tiene muchas características que me atraen.

“Me gusta mucho la historia, está muy bien escrita, muy bien contada, es muy alegre, muy dinámica, simpática, pero en realidad los personajes de gente buena, me parecen, para mi personalidad que no es un reto en realidad como actriz”, destaca del trabajo que más cercano está a su carácter.

En su amplia trayectoria artística, entre el teatro y la televisión, esta madre de tres hijas reconoce el apuntador como un logro.

“Recuerda que no hacemos una ni dos escenas como en el cine, se hacen 20, 25 escenas de diferentes tipos de conflictos y memorizar todo eso no es fácil. Creo que el apuntador es una gran ayuda y en mi segunda telenovela, que fue María Elena, fue donde comencé a usar el apuntador, porque en el El Magnate, que fue la primera, no lo usé; y para mí no era tan difícil, porque vengo del teatro, que se memoriza y se crea un personaje y se trabaja con la memoria, pero es mucho más fácil con el apuntador”, precisa durante una pausa en las grabaciones del melodrama que se transmite a las 7:00 de la noche.

Zully Montero reside hace 27 años en Miami y aunque reconoce que no es tan fácil hacer teatro en la ciudad floridana, tiene varios planes sobre las tablas.

“Estoy escribiendo teatro, tengo varias obras. Me gusta mucho escribir; de momento te da un poco de miedo, pero lo voy a hacer, voy a poner mis propias obras de teatro con estudiantes que van a sentirse divinos en ese ambiente teatral”, adelanta. “Es importante que el actor se haga un poco en el teatro, porque el teatro te da una base para la televisión y para el cine, muy fuerte”, agrega quien no tiene el retiro como una alternativa próxima.

“Yo no bajo el ritmo, el ritmo me lo bajará la vida cuando ya no pueda más”, concluye.