No es la primera vez que la actriz cubana Zully Montero se une a un grupo de puertorriqueños para la realización de un trabajo de actuación y, seguramente, tampoco será la última por su satisfacción ante este intercambio.

La villana de telenovelas está de visita en Puerto Rico para sumarse al elenco de la versión teatral del filme Todo sobre mi madre del cineasta español Pedro Almodóvar. La intérprete compartirá con Sully Díaz, Gilda Haddock, Francheska Mattei, Luisa de los Ríos, Noris Joffre, Ricardo Álvarez, Héctor Escudero, Yeimyl Rivera y Emmanuel Irizarry. Todo sobre mi madre se presentará a partir del 24 de enero en el Centro de Bellas Artes de San Juan.

Montero comunicó que Haddock le habló del proyecto del director Carlos Acevedo. Ambas coincidieron en la telenovela Santa diabla, que se emite de lunes a viernes, a las 9:00 de la noche, por Telemundo.

“Estoy contenta porque es una gran pieza. La madre de Rosa es seca con la hija y tiene fricciones con ella por cosas que han pasado. Después, hay un tipo de reconciliación, pero es tarde”, expresó la artista sobre su interpretación en la historia cuya figura principal, “Manuela” (Sully Díaz), será sacudida por la pérdida de su hijo.

Montero recordó que en la década de 1990 trabajó con otro grupo de boricuas, entre ellos Braulio Castillo, hijo, y Pedro Juan Figueroa, en la telenovela Señora tentación.

“Trabajé con actores fabulosos. Es una lástima que no se siga el mercado de telenovelas. Estoy contenta de coincidir con otro equipo de puertorriqueños”, dijo quien ha trabajado con Adamari López y Carlos Ponce en Miami.

Escribió obra sobre la violencia

Tras la culminación de las grabaciones de Santa diabla, la artista está enfocada en proyectos de teatro, uno de ellos El silencio de la mariposa, que aborda el tema del maltrato y el abuso hacia la mujer. Esta tragicomedia la escribió en el 2003. “En Nueva York tenía una amiga con problemas causados por un trauma de niña, que bloqueó, y que también bloqueaba su vida íntima. No se podía realizar como mujer ni entregarse totalmente porque estaba cohibida y traumada… Es un tema que hace falta que se toque”, comentó quien conquistó con sus personajes en Aurora, El fantasma de Elena y Perro amor.

En su proyecto, la directora quiere mostrar distintos rostros: el de la mujer que se rebela, el de quien opta por el silencio, el de quien no se libera del sufrimiento y el del hombre maltratado.

Quiere llevar a sus hijas a Cuba

La actriz lleva 43 años en suelo estadounidense, los últimos 30 en Miami. No tiene familia en su natal Cuba, pero anhela acompañar a sus hijas a conocer sus raíces.

“No he vuelto. Espero a que se libere, que las cosas se arreglen, que el pueblo sea más feliz. Dos de mis hijas nacieron allá y quieren ir a ver dónde vivían, dónde crecieron”, dijo la madre de tres hijas.

“Mi familia y yo salimos por muchos problemas de política. No fue solamente porque no podíamos poner un plato de comida a la mesa o no teníamos para comprarnos un vestido bonito. Era un problema de la castración del pensamiento y de la palabra en el ser humano, que es lo más importante que uno tiene, la libertad de expresión y de pensamiento. Ese fue el motivo principal. Por mi integridad como cubana, no creo. Tengo que respetar ese proceso que pasé para salir de Cuba”, agregó.