Suzette Bacó, Marian Pabón, Cristina Soler, Maricarmen Avilés, Linnette Torres y Lily García están a favor de las cirugías plásticas.

Todas contestan de manera afirmativa sobre la posibilidad de dejarse tocar por un bisturí, pero también coinciden en las condiciones para hacérselas: tienen que reconocerse ante un espejo y que la motivación sea por complacerse a sí mismas.

Las cirugías estéticas son la excusa perfecta para que estas seis mujeres hablen sobre la autoestima, las relaciones sentimentales y los complejos en la comedia Me la hice, de Dennis Rivera, que sube a escena a partir de este viernes en el Centro de Bellas Artes de San Juan.

Esta producción de En Cartelera se nutre de la dirección de Albert Rodríguez. Ellas coinciden en la oficina de un cirujano plástico en busca de “solucionar su problema”. El único personaje que no se operará será el de Suzette Bacó, quien interpreta a la imprudente y extrovertida secretaria del especialista.

“Debe ser triste mirarte al espejo y no encontrarte”, dijo la actriz Linnette Torres, quien se operó la nariz en los 90, cuando formó parte de la telenovela Natalia. “Siempre lo quería hacer. Si tienes la oportunidad y no pones en riesgo tu salud, está bien. Lo importante es que uno no se la puede hacer para hacer feliz a alguien”, agregó.

Suzette bromeó sobre la liposucción que se hizo hace un tiempo, aunque ya tenga “la barriga otra vez”. De hecho, está indecisa si entraría nuevamente a una sala de operación, porque quedó espantada con una cirugía de rostro que vio por televisión. “Debe ser extraño no ser tú. No creo porque vi cómo desprendían la cara. Quizás si me da amnesia de aquí a allá. Me da miedo no quedar igual, pero es una herramienta para quienes quieren quitarse unos años”, señaló la presentadora del programa dominical Locas de atar (Univisión).

Cristina y Maricarmen consideraron que la obsesión de algunas mujeres en ser “bellas” tiene como resultado caras similares, cuando en la “imperfección está la belleza”. “La perfección es aburrida. Prendes una novela y se ven exactamente iguales. Creo que en la imperfección está la belleza del ser humano. Antes, las modelos eran bizcas o con dientes separados y eran un palo. Ahora hay unos estándares muy rígidos y aburridos”, comentó Cristina Soler, quien tiene la certeza de que “se me ha descartado de papeles porque no soy flaca y por mis caderas anchas”, pero no le afecta, pues se considera comunicadora, no modelo.

“Lamentablemente, hay un prototipo de carita con bocas iguales y pómulos iguales”, añadió Maricarmen Avilés, quien hace 10 años se aumentó el busto, lo que no hubiera hecho si hubiese conocido de antemano el tiempo de recuperación que conllevan estas cirugías.

Marian Pabón es una fanática de los ejercicios, lo que sin duda le favorece para la realización de personajes jóvenes. “Me gusta hacer ejercicios y si no hago me da cargo de conciencia. Me hice la nariz a los 21 años, pero no me haría nada que me cambiara la expresión de mi cara, importante para mi profesión”, mencionó.

Lily García se enfoca en lo que tiene y no en las pérdidas que son consecuencia del envejecimiento. “(Las líneas de expresión) me parecen maravillosas, siempre y cuando las razones no sean que un hombre te quiera y que no te deje por otra, porque el que te deja, te deja comoquiera”, señaló.