Poca gente puede decir que ha trabajado en el 90% de los musicales que han subido a las tablas nacionales. Eso no es cáscara de coco. Tampoco una mayoría puede ponerse el sombrero de actriz, cantante, músico, coach vocal, directora musical y teatral.

Aidita Encarnación sí lo puede hacer, más bien lo hace. Y lo dice con orgullo, con gozo, porque para eso se preparó desde que en su temprana infancia descubrió que su futuro estaba en las artes. 

Se inició como músico, específicamente con la trompeta, y recuerda que las personas admiraban su talento con sorpresa, porque no era común que una adolescente para entonces ejecutara ese instrumento. “Para mí era una cuestión muy natural, pero no sabía que estaba estableciendo algo. En ese momento por mi cabeza no pasaba que las mujeres no tocaban trompeta o no era común que las mujeres tocaran trompeta”, recordó.

Natural de Fajardo, Encarnación se formó académicamente en educación, porque le gustaba. Nadie la obligó, pero nunca entró a un salón a dar clases de español, que fue su concentración. “Ya yo estaba tan inmersa en la música cuando estaba estudiando que terminé de estudiar porque me gustaba”.

Posteriormente estudió teoría y solfeo en el Conservatorio de Música de Puerto Rico.

“Yo me preparé por ese lado también para enfrentar el lado profesional de la música, porque cuando empecé en Fajardo estuve de la mano de músicos excepcionales, pero cuando llegué a San Juan, también te encuentras con el mundo profesional y dije, ‘aquí hay que prepararse para poder estar a nivel de las personas que están alrededor mío’, y por eso es que logro hacer esa línea de conexión que me lleva a poder enseñarle a la gente, porque tengo la preparación en educación”.

Cantar y actuar es parte de su perfil profesional, sin embargo, son habilidades que ella no buscó ni forzó. Eso sí, las aprovechó. Entre las décadas 1980 y 1990, la música ocupó su tiempo, mayormente como corista de artistas como Roy Brown y Marco Antonio Muñiz. Lo que no está en ella es el baile.

Cuando entró al teatro comenzó a vivir el arte desde otro espacio. Hace 31 años dirige la Compañía Gíbaro de Puerto Rico, cuerpo que no solo le sirve para descubrir nuevos talentos para el canto, baile y teatro, sino que le abrió las puertas definitivas a la dirección musical y teatral.

Su primer musical como actriz y cantante fue Fama (2006). Estando sobre el escenario poco a poco se dio cuenta -y quienes las rodeaban- que se le escapaba la voz de educadora y de pronto se encontraba guiando a sus compañeros. Fue así hasta que llegó a sus manos el primer trabajo para dirigir: Tierra mía.

“He descubierto que me gusta más, porque es el todo. No todos los directores de Broadway son directores musicales o conocedores de música literalmente, pero el tener esa oportunidad de que también puedes conocer esa zona te da otras posibilidades”, expuso.

El trabajo que la ocupa es la comedia musical Pegados, integrada por Wanda Sais, Julián Gilormini y Sonya Cortés. El texto, original de España, se resume en un encuentro que termina en un acto sexual con una situación realmente inesperada.

Todo ocurre en una conexión de escenas que se enlazan a través de la música.

“Es un chiste de principio a fin”, advirtió.

Pegados se presenta este sábado, a las 8:00 p.m., en el Teatro Arriví en Santurce.

Pegados 

Quedarse pegado, literalmente, a su pareja en pleno acto sexual provoca reírse, entre muchas otras cosas. Esto es lo que ocurre en esta comedia musical que sube a escena por segunda vez, ahora en el Teatro Arriví en Santurce. Actúan Wanda Sais, Julián Gilormini y Sonya Cortés. Participa además Juan Carlos Vega. Todos bajo la dirección de Aidita Encarnación.

Función: Sábado, 2 de marzo, a las 8:00 p.m.
Lugar: Teatro Francisco Arriví, en Santurce.
Boletos a la venta en Ticket Center.