Angela Lansbury, la carismática actriz británica que se divirtió a lo grande en los musicales de Broadway “Mame” y “Gypsy” además de resolver numerosos crímenes interpretando a la novelista Jessica Fletcher en la serie de televisión “Murder, She Wrote” falleció a los 96 años.

Lansbury murió el martes en su casa en Los Angeles, de acuerdo con un comunicado enviado por sus tres hijos. Falleció a cinco días de su cumpleaños 97.

En sus 75 años de carrera protagonizó celebrados musicales en teatro, interpretó matriarcas férreas en cine, cantó el tema de la película animada “Beauty and the Beast” (“La bella y la bestia”), fue nombrada dama por la reina Isabel II y creó uno de los personajes más entrañables de televisión.

Lansbury ganó cinco premios Tony por sus actuaciones en Broadway y un galardón a la trayectoria. También fue nominada a los Premios de la Academia como actriz de reparto por dos de sus primeras tres películas “Gaslight” (“La luz que agoniza”) de 1945 y “The Picture of Dorian Gray” (“El retrato de Dorian Gray”) de 1946, y fue nominada nuevamente en 1962 por “The Manchurian Candidate” (“El embajador del miedo”) y su impactante retrato como una agente comunista y madre del protagonista.

Su comportamiento maduro llevaba a los productores a elegirla para interpretar personajes mucho mayores que su verdadera edad. En 1948, cuando tenía 23 años, su cabello ya tenía tonos de gris que le permitieron interpretar a una editora de periódico cuarentona enamorada de Spencer Tracy en “State of the Union”.

Su mayor fama llegó en la mediana edad cuando fue un éxito en el teatro de Nueva York ganando premios Tony por “Mame” (1966), “Dear World” (1969), “Gypsy” (1975) y “Sweeney Todd” (1979).

Volvió a Broadway y fue nuevamente nominada al Tony en 2007 por “Deuce” de Terrence McNally, interpretando a una antigua estrella del tenis desorganizada y descarada, que reflexiona sobre otra exestrella al ver un partido moderno desde las gradas. En 2009 ganó su quinto Tony, a mejor actriz de reparto en una reposición por “Blithe Spirit” de Noel Coward y en 2015 ganó un premio Olivier por el papel.

La realeza de Broadway le rindió homenaje a Lansbury. Audra McDonald tuiteó: “Ella era un ícono, una leyenda, una gema, y la dama más agradable que uno pidiera conocer”. Leslie Uggams escribió en Twitter: “La dama Angela fue tan linda conmigo cuando tuve mi debut en Broadway. Fue una persona clave para darme la bienvenida a la comunidad. Ella ¡vivía, vivía, vivía realmente!

El dramaturgo Paul Rudnick agregó: “Ella daba la más fabulosa e irremplazable alegría. Era querida como persona y actriz, y lograba ser afable, glamurosa y desgarradora. La echaremos de menos, la celebramos y adoramos”.

La mayor fama de Lansbury comenzó en 1984 cuando estrenó “Murder, She Wrote” en CBS. Basada libremente en la historia de Miss Marple de Agatha Christie, la serie sobre Jessica Fletcher, una viuda de mediana edad y ex profesora substituta que vive en le pueblo costero de Cabot Cove en Maine donde se vuelve novelista y detective amateur.

La actriz dijo que la primera temporada de la serie fue agotadora.

“Estaba impactada cuando supe que tenía que trabajar 12 a 15 horas al día, incansablemente día tras día”, recordó. “Tuve que recordar la ley en algún momento y decir ‘mira, no puedo hacer estos programas en siete días, tendrán que ser ocho días’”.

CBS y la empresa productora Universal Studio, accedieron, especialmente porque “Murder, She Wrote” se había convertido en un éxito nocturno de los domingos. A pesar de los largos días de trabajo, salía de su casa en Brentwood en el oeste de Los Angeles a las 6 a.m. y regresaba al anochecer, y de las enormes cantidades de diálogos por memorizar, Lansbury mantuvo un ritmo sostenido y se sentía complacida de que Jessica Fletcher sirviera como inspiración para las mujeres mayores.

“Las mujeres en el cine siempre han tenido problemas para ser modelos a seguir para otras mujeres”, observó.

En la primera temporada de la serie, Jessica llevaba ropa casi desaliñada. Después se volvió sofisticada, Lansbury pensaba que como mujer exitosa, Jessica debería vestirse acorde.

“Murder, She Wrote” seguía teniendo buenos ratings hasta su 11vo año. Entonces CBS, que buscaba una audiencia más joven para el domingo por la noche, cambió su horario a entre semana. Lansbury protestó vigorosamente, pero sin obtener resultados. Como era de esperarse, los ratings se desplomaron y el programa fue cancelado. CBS encargó películas de “Murder, She Wrote” y otros especiales protagonizados por Lansbury como consolación.

“Murder, She Wrote” y otros de sus créditos en televisión le valieron 18 nominaciones al Emmy, pero nunca ganó uno. Lansbury tiene el récord como la actriz principal de serie dramática más nominada y con más premios en los Globos de Oro.

En una entrevista con The Associated Press de 2008, Lansbury dijo que todavía estaba abierta a buenos guiones, pero no quería interpretar “mujeres viejas decrépitas”, dijo. “Quiero que las mujeres de mi edad sean representadas como son, lo que quiere decir integrantes vitales y productivas de la sociedad”.

“Estoy sorprendida por la cantidad de cosas que pude hacer en los años que he estado en este negocio. Sigo aquí”.

Su nombre completo era Angela Brigid Lansbury y nació en Londres el 16 de octubre de 1925. Su familia era distinguida: su abuelo era el director aguerrido del Partido Laborista, su padre el propietario de una fábrica de barniz, su madre una actriz exitosa, Moyna MacGill.

“Yo era terriblemente tímida, absolutamente incapaz de salir de mi coraza”, recordó Lansbury sobre su juventud. “Me tomó años superarlo”.

La Gran Depresión hizo quebrar la fábrica de su padre, y por años su familia, que incluía a sus hermanos mellizos Edgar y Bruce, vivió del dinero que su madre había ahorrado de su carrera de teatro. Angela sufrió un golpe devastador cuando su padre murió en 1935. La tragedia la obligó a ser autosuficiente “casi un esposo sustituto para mi madre”.

Cuando Inglaterra fue amenazada por bombardeos alemanes en 1940, Moyna Lansbury tuvo problemas por la ley marcial y compró un pasaje a América para su familia. Con la ayuda de dos familias patrocinadoras, se establecieron en Nueva York y vivían con 150 dólares al mes. Para apoyar sus ingresos, Angela, de entonces 16 años, consiguió un trabajo en Montreal haciendo personificaciones y cantando.

“La única cosa de la que me he sentido segura es mi capacidad para actuar”, dijo. “Ha sido la nota de gracia en la sonata de mi vida, lo que ha estado conmigo en absolutamente las buenas y las malas”.

Moyna mudó a la familia a Hollywood, con la esperanza de conseguir trabajo como actriz. Al no conseguirlo, ella y Angela envolvían paquetes y vendían ropa en una tienda departamental. Un amigo actor sugirió que Angela podría ser ideal para el papel de Sybil Vane en “The Picture of Dorian Gray”, que se preparaba en MGM. Hizo su prueba y el jefe del estudio Louis B. Mayer ordenó: “¡Contraten a esa chica!”.

Tenía apenas 19 años cuando su primera película, “Gaslight”, le valió una nominación al Oscar, pero MGM no sabía qué hacer con ella. Hizo de hermana mayor de Elizabeth Taylor en “National Velvet” (“Fuego de juventud”), la enemiga de Judy Garland en “The Harvey Girls” (“Las chicas de Harvey”), la esposa vengativa de Walter Pidgeon en “If Winter Comes” (“Invierno en el alma”) y la reina Ana en “The Three Musketeers” (“Los tres mosqueteros”).

Cansada de interpretar papeles de mujeres que le doblaban la edad, dejó MGM para convertirse en artista independiente, pero los resultados fueron más o menos los mismos: La madre de Warren Beatty en “All Fall Down” (“A cada cual su propio infierno”), de Elvis Presley en “Blue Hawaii” (“Amor en Hawai”), de Carroll Baker en “Harlow” (“Harlow, la venus platinada”) y de Laurence Harvey en “The Manchurian Candidate”, en la que inolvidablemente manipula a su hijo y ayuda a desatar una ola de asesinatos.

A mediados de la década de 1940, Lansbury tuvo un matrimonio desastroso de nueve meses con Richard Cromwell, un joven astro de la década de 1930. En 1949, se casó con Peter Shaw, un actor británico que había estado bajo contrato con MGM y después se convirtió en ejecutivo y agente. Shaw tomó el papel de mánager de Lansbury. Ambos tuvieron dos hijos, él tenía un hijo de un matrimonio previo.

La década de 1950 fue una época complicada para los Shaw. La carrera de Angela perdió impulso, su madre falleció por cáncer, Peter tuvo una operación de cadera, sus hijos usaban drogas, la casa de la familia en Malibú se quemó totalmente.

Lansbury dijo después sobre el incendio: “Es como cortarte una rama, una enorme y forrada rama de tu vida y taparla con un sellador para que no sangre. Es lo que haces, así lidia la mente humana con esas cosas. Tienes que recoger las piezas y seguir adelante”.

Cansada de 20 años de papeles encasillados, Lansbury probó su suerte en Broadway. Sus primeras dos obras — “Anyone Can Whistle” y “Hotel Paradiso” (con Bert Lahr) — fueron un fracaso.

Entonces llegó “Mame”. Rosalind Russell rechazó repetir su papel clásico de la tía de Patrick Dennis en una versión musical. También lo rechazaron Mary Martin y Ethel Merman. Otras actrices fueron consideradas para el papel: Bette Davis, Lauren Bacall, Judy Garland, Beatrice Lillie. Pero el compositor Jerry Herman eligió a Lansbury.

El estreno, el 24 de mayo de 1966, fue una sensación. Un crítico se sorprendió de que la “vieja bruja regordeta y desgastada de las películas, con un nido de víboras en la boca”, se pudiera convertir en “la dama más alegre que se divierte desde Carol Channing en ‘Hello, Dolly’”.

Después de su triunfo con “Sweeney Todd”, Lansbury regresó a Hollywood para probar con la televisión. Le ofrecieron una comedia con Charles Durning o “Murder, She Wrote”. Los productores habían buscado a Jean Stapleton, pero ella rechazó el papel. Lansbury aceptó.

Durante la larga duración de la serie logró actuar también en películas, ser anfitriona de los Emmy y los Tony e incluso hacer la voz de una película animada de Disney. Interpretó a Mrs. Potts en “La bella y la bestia” y cantó el tema principal. “Esa fue realmente una revelación para mí”, dijo a sus jóvenes fans. “Me hizo conocida para una generación con la que posiblemente no habría podido contactar”.

En el 2000, Lansbury se retiró de un musical de Broadway planeado, “The Visit”, porque necesitaba ayudar a su esposo a recuperarse de una cirugía cardiaca. “El tipo de compromiso requerido para un artista que lleva una producción de múltiples millones de dólares tiene que ser del 100%”, dijo en una carta a los productores. Su esposo falleció en 2003.

Lansbury volvió a Broadway en 2012 para una reposición de “The Best Man” donde compartió escenario con James Earl Jones, John Larroquette, Candice Bergen, Eric McCormack, Michael McKean y Kerry Butler. Recientemente, había compartido créditos con Emma Thompson en “Nanny McPhee” (“La niñera mágica”) y con Jim Carrey en “Mr. Popper’s Penguins” (“Los pingüinos de papá”).

En los premios Tony 2022, Len Cariou — su compañero de reparto en “Sweeney Todd” — aceptó a nombre de Lansbury su Tony a la trayectoria. “No hay nadie mejor con quien haría un negocio riesgoso”, dijo Cariou.

En 1990, Lansbury reflexionó: “A veces me he retirado de mi carrera, ¿hacia dónde? A casa, casa es el contrapeso para el trabajo”.

Además de sus tres hijos, Anthony, Deirdre y David, le sobreviven tres nietos, Peter, Katherine e Ian, cinco bisnietos y su hermano, el prodcutor Edgar Lansbury.