Si bien un sector le dio el visto bueno al anuncio que hizo el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi, sobre incluir la reapertura de teatros con un 30 por ciento de capacidad como parte de la nueva orden ejecutiva relacionada con el COVID-19, otros representantes de la industria del entretenimiento no tomaron la decisión con la mayor celebración.

“Nosotros hemos estado planteando que un 30 % es una cantidad bastante limitada que también provoca limitar la posibilidad de que se reactive la economía del entretenimiento en Puerto Rico”, expuso Nelson Castro, presidente del Colegio de Productores de Espectáculos Públicos de Puerto Rico (COPEP), quien añadió que los esfuerzos por proveer un alivio a este sector se han estado trabajando desde mayo del año pasado.

“Tan reciente como ayer en una conversación telefónica nuestro director ejecutivo, Juan Carlos Zapata, le dejó ver a la secretaria de la Gobernación, Noelia García, que era un por ciento que se queda corto para poder atender la crisis de la industria. Por lo menos debería haber hecho al 50 por ciento de la misma manera que lo hizo con el cine y los restaurantes”.

La aprobación establecida en la nueva orden ejecutiva, que estará en vigor del lunes 15 de marzo hasta el domingo 11 de abril, también planteó la duda sobre qué recintos artísticos contarán con el aval para recibir al público.

“El anuncio habla únicamente de los teatros y de actividad cultural. Inmediatamente, nosotros tenemos que buscar la clarificación, la definición de lo que se establece con esto de actividad cultural, porque en los teatros, de ordinario, se hacen eventos musicales y hay que verificar que hasta donde es el alcance de esta definición según el gobierno”.

Castro también hizo referencia a recintos como el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot, donde en el pasado también se han presentado piezas teatrales, y que tiene contemplada la presentación del musical In The Heights, de Lin-Manuel Miranda, para mayo.

“Ahora una reunión urgente sería más importante que nunca para no solo clarificar, sino dar las alternativas de lo que nosotros entendemos debería pasar”, aclaró, y teniendo en cuenta el lapso de vigencia de la nueva orden, relató parte de la complejidad en la tarea de producir un evento, que suele requerir más de un mes.

“Cuando me dices que estoy autorizado para trabajar a partir de una fecha, desde ese momento tengo que buscarme un venue con las particularidades que necesita el evento que voy a mostrar, el artista que voy a contratar, el elenco, necesito promoción para que la gente sepa que eso está pasando y mercadeo para ayudar con el auspicio para la venta de ese evento, porque de nada vale que se haga el ejercicio si no se vende. Necesito esos cuatro pasos”, afirmó. “De hecho, muchos eventos se anuncian con dos y tres meses de anticipación”, recordó el productor, quien expresó que “seguiremos trabajando para lograr esa comunicación con el gobierno y para lograr que la reapertura se dé de una forma segura, de una forma ordenada, pero sobre todo de una forma que sea efectiva para todo el mundo”.

El actor y productor Raymond Gerena también manifestó su decepción sobre la decisión expresada por el gobernador.

“Ridícula y absurda”, sostuvo. “Me parece que el gobernador no se asesoró o la gente que lo asesora no lo hace correctamente porque él dice que la diferencia del cine versus el teatro es que los actores no utilizamos mascarilla, ¿es que nosotros vamos a escupirle al público?”, añadió con frustración.

“Se hizo un manual, los teatreros, para cuando regresemos, donde todo el mundo, incluyendo los técnicos y todo el personal que vaya a trabajar en producción, tiene que tener la prueba hecha además de la mascarilla puesta en todo momento excepto los actores cuando vayan a salir a escena”, detalló sobre los esfuerzos a lo largo de un año, cuando comenzaron las restricciones en la Isla por la pandemia.  “Eso fue exactamente lo que Wanda Sais y yo hicimos este pasado sábado (en Orlando), que hicimos lo que fue la primera obra en hacerse de manera presencial”, dijo sobre Por culpa de Adán y Eva, que tras la autorización de una orden ejecutiva se intentó presentar en agosto del año pasado en Puerto Rico, pero tuvo que ser cancelada tras el repunte de casos con el COVID-19.

Gerena también criticó el tiempo de vigencia en contraste con el necesario para poner una puesta en escena.  “Sigo insistiendo en que la gente que está metida en el gobierno no sabe de teatro, porque ahora mismo tú pones una orden ejecutiva a mediados de mes, ¿qué obra de teatro va a estar lista o tiene el tiempo de venderse de aquí al 11 de abril? Ninguna. No es real”, dijo el productor, quien cuestionó por qué no se tomó la decisión de abrir los teatros para una capacidad de 50 %, “cuando los aviones están llenos a capacidad”.

A su vez, extendió una invitación a contar con mejor asesoría para este tipo de decisiones. “Insisto en que cada gobierno, no este, todos los que vengan, por favor busquen a alguien que sepa de teatro que los asesore, porque la cultura es el corazón de un pueblo y nunca lo hacen porque no saben un soberano ca…”.

Por su parte Jetppeht Pérez De Corcho Morgado, gerente general del Centro de Bellas Artes en Santurce, aplaudió este primer paso dentro de la industria del entretenimiento.

“Definitivamente creo que es momento de ir abriendo y la cantidad del 30% es inicial; creo que antes de la próxima orden ejecutiva él va a estar anunciando que hay un aforo mayor”, auguró.

“En este momento creo que todos, el teatro, en el caso mío como administrador, tenemos que concentrarnos en cómo vamos a retomar la escena sin afanarnos en cuánto; esta vez los errores y las acciones precipitadas no nos van a costar dinero, sino vidas, tenemos ser cuidadosos. Estas acciones tienen que ser bien pensadas y la apertura se tiene que dar con seguridad para que funcione”, dijo.

Por ello evaluaría lo establecido en la orden ejecutiva, incluyendo revisar los detalles del endoso que tiene que dar el Departamento de Salud, “cómo va a funcionar, si es un solo permiso o si va a ser por evento”.

Para lograr que productores vean atractivo lo del 30 %, combinaría el evento presencial con lo virtual. “Muchas de estas producciones se van a abrir con un 30 % de personas en la sala y se va a estar transmitiendo también para ampliar ese aforo. Si el productor logra vender 400 boletos en la Sala de Festivales, por ejemplo, en la plataforma virtual puede llegar a 500 o mil personas adicionales, y puede llegar a ser un proyecto viable. Tenemos que ser creativos”, aseguró.

El Centro de Bellas Artes ha tenido cerca de $4 millones en pérdidas desde que comenzó el cierre hasta marzo de este año, tras la cancelación de unos 550 eventos.