Quien asista a alguna función de un concierto de música popular o clásica, o vaya a disfrutar de algún ballet u obra de teatro, a cualquiera de las salas del Centro de Bellas Artes (CBA) en Santurce, comenzará a notar ciertos cambios como parte de unos trabajos de mejoras que buscan posicionar esa instalación cultural acorde a las nuevas tecnologías y requerimientos para este tipo de espacio.

Es una remodelación que tiene raíces en retos arquitectónicos que han ido surgiendo en el transcurso de los 40 años de historia que tiene la institución, así como otros daños surgidos a partir de los huracanes Irma y María (2017). Los trabajos -con una inversión que sobrepasa los $15 millones- incluyen mejoras permanentes y otras dirigidas a potenciar la experiencia de los visitantes de la Sala de Festivales Antonio Paoli, Sala Experimental Carlos Marichal, Sala de Drama René Marqués y Sala Sinfónica Pablo Casals.

Jetppeht Pérez De Corcho Morgado, gerente general del CBA, detalló como se han invertido los fondos provenientes de FEMA, CaPex y ARPA.
Jetppeht Pérez De Corcho Morgado, gerente general del CBA, detalló como se han invertido los fondos provenientes de FEMA, CaPex y ARPA. (David Villafane/Staff)

“El Centro de Bellas Artes fue construido en los años 70 pensado como un espacio de artes escénicas, el más grande en el país en aquel momento, y fue vigente hasta el año 90. Después llegaron nuevos espacios, nuevos hoteles tenían nuevos espacios para desarrollar proyectos de presentaciones artísticas, entre el (Coliseo) Roberto Clemente, el (Estadio) Hiram Bithorn, y ya en el año 2000 entran nuevos espacios como el Coliseo (de Puerto Rico José Miguel Agrelot) y otros, y el Centro de Bellas Artes queda rezagado. Sí es un espacio con una acústica perfecta, sí es un espacio con una capacidad para atender cierto tipo de mercado que no se ajusta a estos nuevos espacios, pero el valor añadido de estos nuevos venues, es mayor al valor añadido que yo puedo ofrecerle al productor, porque mi equipo no estaba actualizado a ese momento histórico”, indicó el gerente general Jetppeht Pérez De Corcho Morgado.

La inversión global suma los fondos otorgados por la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, $6.8 millones), además de CaPex ($4.8 millones) y otros fondos del Plan de Rescate Americano (ARPA) ($4.8 millones). Se proyecta que las obras estén terminadas para el verano del 2024.

¿Qué hay nuevo?

Plazoleta Juan Morel Campos

Desde que se accesa a la Plazoleta Juan Morel Campos se pueden apreciar los trabajos en la fuente, específicamente se está resanando todo el borde, más se están arreglando las filtraciones, pues además de su esencia ornamental tiene una funcionalidad como cisterna (95 mil galones de agua) para el edificio.

Igualmente, la Sala Sinfónica Pablo Casals ya fue pintada por la parte exterior y en el área del vestíbulo se ubicaron nuevos mobiliarios para el descanso de los visitantes mientras aguardan por alguna función. En la sala se cambió la alfombra.

Próximamente se comenzarán a restaurar el vitral de Luis Hernández Cruz, la pieza de John Balossi y el mural de Augusto Marín.

Vestíbulo de Bellas Artes

El vestíbulo del Centro de Bellas Artes ya goza de nueva iluminación LED, pantallas de publicidad digital, nuevo mobiliario y prontamente se ubicarán unos detectores de metales en los accesos hacia las distintas salas, como parte de los nuevos ofrecimientos de seguridad, a los que se añaden alarmas y cámaras. Actualmente, se espera por la aprobación del reglamento sobre el uso de los detectores de metales por parte de la Junta de Directores del CBA y posteriormente sería sometido al Departamento de Estado.

Salas de Festivales, Experimental y Drama

La iluminación de las salas, incluidos los escenarios, cambió por luces LED (600 a 700), “de la última generación para teatro y espectáculos”, además de las consolas de sonido y los perseguidores.

“Hemos dejado un sistema que funciona para cualquier tipo de evento, desde una obra de teatro, ballet, ópera, concierto... Lo único que se añade en las producciones de conciertos son (las luces) movibles”, detalló Quique Benet, diseñador de iluminación.

Este cambio de iluminación incandescente a LED se realizó hace un mes y medio, y de acuerdo con el gerente general ya representó una economía de “$25 mil menos” en el gasto energético, que mensualmente asciende a $200 mil. “Espero que cuando se estabilice y los equipos estén trabajando eficientemente, pues debe haber una reducción aproximadamente de 50%”, dijo Pérez De Corcho Morgado.

Otro cambio en las salas corresponde a las alfombras, a los telones de los escenarios, desde el telón de boca hasta las gazas que le siguen, y próximamente se cambiarán todas las butacas (2,950 entre las tres salas). Algunas de éstas serán donadas a teatros e instituciones que ofrecen propuestas de arte escénico o cine.

“Todos los trabajos que se han realizado, han sido paralelos a las producciones, no se puede detener”, apuntó el ejecutivo.

Terminado el cambio de butacas, se reemplazará el papel acústico que cubre las paredes.

En la Sala de Festivales, particularmente, se removieron cinco butacas de las filas M y N para ampliar los espacios para personas en sillas de ruedas, mientras que en los vestíbulos de las salas de drama y festivales se colocaron pantallas digitales donde se proyectan las producciones que se estén presentando.

Como una próxima fase, se proyecta remodelar los camerinos y los salones de ensayo, los cuales están casi intactos desde que se inauguró el edificio en el 1981, “y vamos a trabajar la parte exterior, tanto las piezas de arte público y la plazoleta, que viene un proyecto millonario que se va a anunciar próximamente. La plaza fue pensada como un espacio de ocio, un espacio para estar sentados, tranquilos, un espacio de tráfico entre una sala y la otra, pero vamos a convertirlo en un espacio de recreación y de nuevos proyectos para nuevos productores”, anticipó el gerente general.