Científicos toman temperatura de dinosaurios

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 14 años.
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Washington.- Científicos han descubierto una manera de tomar la temperatura de los dinosaurios, y resulta que es casi igual a la de los humanos. Obviamente no se puede simplemente poner un termómetro bajo la lengua de una gigantesca criatura que ha estado extinta por millones de años. Pero lo más cercano a eso es estudiar los fósiles de sus dientes, los cuales pueden reflejar la temperatura corporal. Los científicos descubrieron que el braquiosaurio tenía una temperatura de 38,2 grados Celsius (100,8 Fahrenheit), mientras que la del camarasaurio era de unos 36,8 C (98,3 F). La temperatura promedio de un humano es de 37 C (98,6 F). La cantidad de carbono y oxígeno que se integran al esmalte de los dientes varía con la temperatura corporal, y por ello los investigadores pudieron determinar la temperatura de los dinosaurios. Su estudio, publicado el jueves en internet por la revista Science, no es la última palabra en el debate sobre si los dinosaurios eran de sangre caliente, como los mamíferos modernos, o de sangre fría y requerían fuentes externas de calor para mantenerse activos, como los lagartos. Cuando fueron descubiertos por primera vez, la teoría más aceptada era que se movían parsimoniosamente y que eran de sangre fría, pero en los últimos años el consenso se inclina por la sangre caliente, lo que les hubiera permitido estar más activos, como los velocirraptores de las películas de "Jurassic Park". "Nuestro análisis nos permite descartar que pudieran haber sido fríos, como los cocodrilos", dijo el líder de la investigación Robert A. Eagle, del Instituto Tecnológico de California en un comunicado. Pero agregó que "esto no necesariamente significa que estos grandes dinosaurios tuvieran un metabolismo rápido, como los mamíferos y las aves (...). Podrían haber sido gigantotermos y mantenerse calientes porque eran muy grandes". Una enorme masa corporal mantiene con facilidad una temperatura constante, explicó el coautor Thomas Tuetken, de la Universidad de Bonn, Alemania. Su investigación se centró en los saurópodos, los dinosaurios más grandes, y los investigadores explicaron que animales de tal tamaño pueden conservar el calor corporal aun con un metabolismo relativamente bajo, simplemente porque son muy grandes. El braquiosaurio pesaba unas 40 toneladas, mientras que el camarasaurio alcanzaba unas 15 toneladas. Ambas criaturas vivieron hace unos 150 millones de años.