Desde el siglo primero existe el refrán “zapatero a su zapato”
La explicación de su origen la recoge precisamente un historiador, Plinio, en su tratado de Historia Natural que fue escrito en el siglo I y también a Máximo Valerio.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Cuántas veces no escuchamos la expresión Zapatero a su zapato, significando, no hables de lo que no sabes o de lo que no tienes conocimiento o “expertise”; tú en lo tuyo y yo en lo mío y muchas más expresiones para expresar malestar por intromisiones no aceptadas.
Lo menos que uno se puede imaginar a que la expresión se remonta a la antigua Grecia.
La explicación la recoge precisamente un historiador, Plinio, en su tratado de Historia Natural que fue escrito en el siglo I y también a Máximo Valerio.
Cuenta este historiador latino, que Apeles, el más ilustre de los pintores griegos, era extremadamente exigente y crítico con su obra. Prueba de ello es que solía exhibir sus cuadros en la plaza pública y se escondía con disimulo detrás de ellos para escuchar los comentarios y críticas de los transeúntes cuando se detenían ante sus obras.
En cierta ocasión, se indica, un zapatero fijó su mirada en uno de los lienzos y censuró con mofa la gran anchura de una sandalia en un retrato de cuerpo entero. Apeles aceptó el comentario y corrigió el defecto. Pero al día siguiente, el zapatero volvió a pasar y al percatarse de la corrección, empezó a criticar otras partes del retrato. El pintor, indignado, salió de su escondite y exclamó: Ne sutor ultra crepidam, el equivalente en latín de la frase Zapatero a su zapato.
La expresión, desde entonces, se usa como consejo a quien pretende juzgar asuntos ajenos en los que no es experto.