Desde que un día, caminando por la ciudad vio un local en el centro comercial Plaza Vilariño, la editora y empresaria Tamara Yantín, soñó que una librería era posible en Ponce, aspiración que se hizo realidad ya que recientemente celebró su tercer aniversario en El Candil, un acogedor espacio al que llegan desde todas partes de Puerto Rico y el exterior, los amantes de los libros y de la conversación.

Yantín, logró convocar a la doctora Luz Nereida Pérez y al librero Norberto González, para dar forma a su idea de establecer la librería como punto de encuentro de los ponceños y los visitantes del casco urbano de la otrora ciudad señorial.

“Siempre pensé en Ponce, que tenía que ser en Ponce donde establecería la librería, porque creemos en Ponce y sus posibilidades de crecimiento”, expresó entusiasmada, quien ha diseñado y diagramado cientos de libros tanto de forma independiente como para Mariana Editores, empresa que ha publicado decenas de títulos en los pasados años.

“Cuando Tamara me convocó, me pareció una idea fantástica y como estoy jubilada acepté con gusto y me ha venido muy bien eso de sentirme ponceña y hospedarme en la ciudad”, explicó Pérez, quien mantiene secciones de orientación lingüística en radio y televisión, así como ha publicado media docena de libros dedicados a la lengua.  

Pérez, recalca que el lugar ha tenido gran aceptación, primero en el local que visualizó Yantín en Plaza Vilariño, como en el que ocupan actualmente al cruzar la calle de ese establecimiento entre la calle Sol y la esquina de la calle Unión, que se ha convertido en un centro cultural o peña literaria donde se presentan libros, discos, exposiciones de arte y hasta bohemia. 

“Pienso que el éxito que ha tenido El Candil se debe a la atención al cliente, la oferta de libros, el espacio que es propicio para la conversación y el calendario de actividades tan variado que presentamos a nuestros visitantes”, explicó Pérez.

Por su parte, Yantín entiende que aunque Ponce tiene una tradición de librerías que han servido muy bien a los lectores, El Candil ha expandido esa experiencia a un servicio más íntimo, profesionalizado y variado, ya que el visitante “no viene solo a  buscar libros y ya, sino que encuentra un espacio para respirar paz y fomentar el diálogo. Es un lugar de paz y tranquilidad”. 

El Candil, además de libros, ofrece espacio para conversar en sus mesas, así como degustar vino, cervezas, café y chocolate.

De igual manera ha dado vida a un club de lectura, Los Candileros. El doctor José Dueño fundó la cofradía de lectores que ya ha discutido una veintena de obras literarias de diversos temas y géneros.