Una de las situaciones más difíciles que enfrentamos los dueños de las mascotas es el momento de decidir ponerlas a dormir. Nos preguntamos una y otra vez si estamos haciendo lo correcto, invadidos por un sentido de culpa.

¿Es normal que te sientas tan triste? 

No solo es algo normal, sino que es muy natural. No permitas que nadie invalide tu dolor ni que lo minimice o le reste importancia. Solo tú tienes derecho a decidir qué es importante para ti. No importa cuántos años haya vivido, tu mascota fue un amigo fiel que te brindó cariño, lealtad y alegría. Por ende, es natural que te aflijas por su pérdida. 

Te sientes culpable

Si tuviste que tomar la decisión de eutanizar a tu mascota, probablemente te sientas culpable y empieces a recriminarte un sinfín de cosas (“Si lo hubiera llevado al veterinario antes” o “si hubiera esperado un poco más para ver si mejoraba”). Pero, esta actitud lo que hace es obstaculizar tu proceso de aceptación y sanación. Si encuentras que no puedes manejar tus sentimientos, no dudes en buscar ayuda profesional.

¿Cómo sabes si hiciste bien en eutanizar a tu mascota?

Tu veterinario puede hablarte con franqueza y juzgar correctamente cuándo la calidad de vida de tu mascota ha llegado a un punto de deterioro en el que mantenerla viva solo redundará en su sufrimiento. 

¿Debes estar presente durante la eutanasia?

Para algunas personas, el acompañar a su mascota en esos últimos momentos es una oportunidad para reafirmar los lazos de amor y lealtad entre el amo y el animalito. De hecho, hay a quienes les reconforta comprobar que su mascota murió tranquila y pacíficamente. Otras personas, sin embargo, encuentran esto morboso o imposible de sobrellevar. De modo que lo que se aconseja es que hagas lo que sea menos traumático para tu mascota y para ti. 

¿Debes conseguirte otra mascota de inmediato?

Muchos expertos no lo recomiendan porque, para empezar, una mascota no es un objeto como un mueble que, si se rompe, uno lo sustituye por otro. Lo mejor es darse tiempo para asimilar la pérdida y manejar el dolor antes de tratar de establecer una relación con otra mascota. Con frecuencia, si la persona no ha resuelto sus issues con la muerte de su mascota previa, a veces se impacienta o hasta resiente la presencia del nuevo animalito. Y eso sí que sería injusto. Pero, hagas lo que hagas, resiste la tentación de adoptar una mascota que se parezca a la anterior para evitar comparaciones.