Fernando Botero celebra sus 80 años
El artísta plástico fue agasajado por un coro de niños en un museo en el centro de la capital de Colombia.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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BOTERO— El artista plástico Fernando Botero, cuyas figuras regordetas le han dado la vuelta al mundo y se han convertido en un emblema del arte colombiano, fue agasajado el jueves al cumplir 80 años de vida por un coro de niños en un museo del centro bogotano.
"Siento una gran emoción", dijo el maestro a la AP en una breve entrevista en el Museo Botero, donde se exhibe parte de su obra. "El propósito de ampliar este museo era que los niños tuvieran un sitio donde ver obras maestras de la pintura. Entonces que los niños estén aquí para mí tiene un gran significado".
Acompañado por su esposa Sophia Vari y sus hijos Fernando, Lina y Juan Carlos, Botero expresó que lo mejor de sus ocho décadas de vida había sido poder dedicarlas al trabajo.
"Soy un hombre totalmente feliz y con mucha salud y mucha energía para trabajar", enfatizó el cotizado pintor y escultor, quien en medio de abrazos de amigos de toda la vida sonrió al ver que los organizadores le prepararon un pastel con la figura de una robusta mujer desnuda, a semejanza de aquellas en su arte.
Un centenar de niños de los colegios bogotanos Hogar Veracruz y Los Angeles lo estremecieron minutos antes gritando a coro "10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80".
"Esto es realmente emocionante", atinó a decir a la AP el hijo menor del maestro, el escritor Juan Carlos Botero, quien en 2010 publicó un libro sobre la obra de su padre, "El arte de Fernando Botero".
"No he parado de llorar", comentó Lina Botero. "(Este homenaje) ha sido muy emocionante ... porque estar aquí (en el museo) es (estar) como él dice, en la casa de todos", añadió.
Sobre su estilo desprendido de donar parte de su obra a Colombia —especialmente a Bogotá y a Medellín, su ciudad natal_, el famoso artista dijo que lo hacía "porque amo a mi país y porque yo creo que todo el mundo debe contribuir a la prosperidad... Yo siento más placer dando que recibiendo".
La víspera, como parte de los homenajes que ha recibido el maestreo, el presidente Juan Manuel Santos firmó en un acto en la casa de gobierno y junto a Botero un decreto que declara como bien de interés cultural del ámbito nacional la colección de 479 obras de arte que ha donado a centros culturales de Bogotá, Medellín y Cartagena.
Las obras están en el Museo Nacional de Colombia, en el Museo Botero del Banco de la República, en Bogotá; en el Museo de Antioquia y otras áreas de Medellín, y en el distrito turístico, histórico y cultural de Cartagena, de acuerdo con un comunicado de la Presidencia.
La obra de Botero abarca más de 3.000 cuadros, 3.000 dibujos y 400 esculturas y sus trabajos "son familiares a casi todos los colombianos. Numerosas casas humildes tienen un cartel suyo como orgulloso adorno en la sala", dijo el diario El Tiempo en su editorial del jueves.
"Más allá de su trascendencia artística, las 'gordas' de Botero son parte del paisaje urbano del país... un trabajo que no sólo recrea elementos populares —prostíbulos, corridas, circos, procesiones— sino que denuncia tirados, mafiosos y torturadores", agregó el diario.
Con sorna, Botero dijo que la celebración de sus 90 años sería en Medellín porque, advirtió, no quiere que sus paisanos se pongan celosos.
Agregó también que quería pasar sus últimos años en su tierra natal.
Botero nació el 19 de abril de 1932 en Medellín, la segunda ciudad más importante de Colombia, a 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.
Su infancia transcurrió en una escuela de toreo donde fue matriculado por uno de sus tíos, pero pronto dejó el mundo de la tauromaquia, aunque regresaría a él años después en sus pinturas.
Su vida artística alzó vuelo a los 14 años, cuando decidió que se dedicaría a las artes. Su madre, Flora Angulo, lo apoyó en su determinación, pero con la advertencia de que sería él mismo quien conseguiría el dinero para sus estudios.
Botero se ha consagrado como uno de los artistas latinoamericanos preferidos en el mundo. En mayo de 2011 la casa de subastas Sotheby's vendió su cuadro "Una Familia" en casi $1.4 millones y en noviembre la casa Christie's vendió su escultura monumental "Bailarines" por $1.76 millones.