Este experimento social muestra claramente cuán crueles pueden ser la personas.  

En la producción de Dennis Cee, participó una atractiva joven que, finge haber acabado de llegar al lugar donde se hace la filmación, por lo que se les acerca a algunos peatones desconocidos para hacer amistad con ellos.

Cuando se va a dar el intercambio de teléfonos y ella se quita las gafas, ellos descubren que la hermosa joven que la que estaban hablando es bizca.  

Uno de ellos, bastante zalamero cuando ella tiene los lentes, al  descubrir la desviación en los ojos de ella, se muestra iracundo. "¿¡Qué cara#$!?", exclama él. 

Entonces, ella le pregunta que qué le pasó, si hacía un instante fue muy atento y dispuesto, y luego, sorpresivamente, la rechaza. 

"Pienso que lo dañaste con tu cara", agrega él, para empeorar la situación.  

Otro, un hombre que se ve entrado en años y que se muestra muy amigable con al joven, al ver sin las gafas, queda aturdido y le dice "Perdóname", para luego, marcharse del lugar asustado. 

Cuando la joven le hace lo mismo a otro jovencito, él se queda mirando los ojos sin decir nada, y luego le dice: "De hecho, estoy como ocupado", marchándose del lugar.  

"¡Oh Dios mío!", le dijo uno tras mirarla con algo de miedo, mientras que otro, al verle los ojos, comenzó a tartamudear sin saber ni siquiera qué decirle a la joven. 

Solo uno le dio el teléfono, pero, diciéndole: "Es gracioso mirarte".