Al cumplirse hoy los 100 años del natalicio de don Ricardo Alegría Gallardo, el municipio de San Juan develó una escultura en el Jardín Paseo de Ballajá en el Viejo San Juan, honrando así la memoria de este padre de la cultura puertorriqueña.

“A don Ricardo Alegría le debemos el poder disfrutar hoy de muchas de las estructuras históricas del Viejo San Juan y Puerto Rico, que sin su visión y protección se habrían perdido. Fue un defensor incansable de nuestra cultura y el Viejo San Juan fue su casa desde su nacimiento, el 14 de abril de 1921, hasta su fallecimiento el 7 de julio de 2011”, destacó el alcalde de la capital Miguel Romero en conferencia de prensa.

El líder municipal puntualizó además sobre el legado de Alegría, en especial la fundación del Instituto de Cultura Puertorriqueña, que ha sido responsable de preservar y defender nuestra cultura e historia.

“Toda la zona histórica de municipios como San Juan y Ponce permanece intacta y funcional gracias a su trabajo. Entre los monumentos restaurados bajo su dirección se encuentran el Centro Ceremonial Indígena Caguana de Utuado, las Ruinas de Caparra y el Fortín de San Jerónimo”, enfatizó el alcalde, según declaraciones escritas.

La escultura es una obra de la puertorriqueña Luz Badillo.
La escultura es una obra de la puertorriqueña Luz Badillo. (Suministrada)

Don Ricardo Alegría fue el responsable de revivir costumbres nativas, revalorizar la importancia de edificaciones coloniales y monumentos del País, lograr llevar a nivel didáctico expresiones que hasta entonces se consideraban folclóricas y amplió el panorama artesanal. Reunió al más grande equipo de profesionales de todas las ramas en defensa de la cultura.

Ricardo Alegría, hijo, quien estuvo presente en la actividad de develación reconoció que la obra confirma la presencia de su padre en cada rincón del casco histórico de la capital.

“Cada rincón del Viejo San Juan contiene su huella. No es preciso, dicen, afinar el oído para aún escuchar el rumor de sus pasos sobre los adoquines. Su recuerdo arrulla la ciudad amurallada. Eterno centinela. Celoso guardián de Nuestro patrimonio. La ciudad Encantada empieza y termina en él”, aseguró.

La artista puertorriqueña Luz Badillo tuvo a cargo la obra escultórica, la cual muestra al historiador y antropólogo dando la bienvenida a su ciudad a los residentes y visitantes.

Badillo, graduada de la Escuela de Artes Plásticas, ha sido responsable de las obras de Tite Curet Alonso, ubicada en la Plaza de Armas del Viejo San Juan, así como de la de doña Felisa Rincón de Gautier y Luisa Capetillo, ubicadas en el Parque Luis Muñoz Marín. Además, es reconocida por la restauración de edificios históricos y muebles antiguos.

“Como puertorriqueña, sanjuanera por adopción y, sobre todo, egresada de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, para mí es más que un honor, un orgullo haber podido inmortalizar a Don Ricardo con esta obra. Tal como su legado trascendió cuando más allá del Instituto de Cultura fundó la Escuela de Artes Plásticas, espero que esta escultura que con tanto respeto y humildad presentamos trascienda y ponga su granito de arena para que logremos su sueño de pertenecer a la Unesco. Ese sería el mejor homenaje en su centenario”, sentenció Badillo.