Cuando comenzó a descubrir su pasión por el teatro, en más de una ocasión escuchó comentarios que le aseguraban que dedicarse a nivel profesional a esta rama del arte no era una buena idea.

Hoy día, con tres reconocimientos en Nueva York, una agenda con constantes solicitudes para colaboraciones a nivel local e internacional, y una carrera como profesor universitario, Israel Franco-Müller les probó que siempre vale la pena intentarlo.

“Cuando decía que me gustaba el teatro me dijeron ‘cuidado, que de eso no vive la gente’”, mencionó el escenógrafo, quien recuerda su crianza humilde junto a su mamá en el barrio Hill Brothers de San Juan. 

“Siempre participé en las presentaciones en la escuela, desde kínder”, dijo el profesor de la Universidad de Puerto Rico, quien ha contado con la guía de directores teatrales como Pedro Santaliz, Dean Zayas y Vicente Castro, entre otros. 

Su talento le mereció que en marzo de 2017 ganara la nominación de los premios ATI (Artistas de Teatro Independiente) con el mejor diseño escenográfico con la producción Miguel Will. Esta organización reconoce a los latinos que trabajan el teatro en español e inglés en la ciudad de Nueva York. 

Este año fue premiado por ATI como mejor diseñador de vestuario, y por los premios HOLA (Hispanic Organization of Latin Actors) como “Outstanding Production Designer”, con la producción de El Caballero de Olmedo, de Lope de Vega, producida por Teatro Círculo, también en Nueva York.

Al expresarse en torno al premio HOLA, comparó con orgullo que “me lo dieron a mí y a una compañía. Fueron dos presentaciones. Cuando llaman al crew (equipo) de esa compañía, subieron siete al escenario. Entonces cuando llaman para El caballero de Olmedo, toda esa gente está resumida en mí, soy uno. Ahí me reconocen como escenógrafo, como vestuarista e iluminador”.

Israel Franco-Müller (Suministrada)
Israel Franco-Müller (Suministrada)

El experto en conceptualizar la estética teatral, quien tiene estudios en dibujo arquitectónico, manifestó su satisfacción por estos logros.

“Cuando vemos las obras de teatro que yo trabajo y diseño se ve que hay un estudio y un análisis. Hay un propósito más allá de que me quede bonito. Es algo que va a estar flotando en el tiempo, siempre va a estar porque fue un buen diseño con un buen trabajo”. 

Previo a estos, en febrero de 2013 fue nominado para el premio de mejor diseño de iluminación y escenografía del KCACTF (Kennedy Center American College Theatre Festival) en Washington con Platero y yo.

Además de trabajar para puestas teatrales en Puerto Rico, el trabajo de Franco-Müller ha sido mostrado en España, como fue el caso de la pieza La vida de El lazarillo de Tormes.

En su objetivo por cultivar logros a nivel profesional, el catedrático tiene presente inspirar y motivar.

“Llevo siete años enseñando lo que yo ejecuto en la calle”, dijo pensativo el también actor. “Mi cátedra está orientada de acuerdo a mis vivencias, que gracias a Dios he tenido un montón de posibilidades y oportunidades de trabajo”, añadió Franco-Müller, quien en la actualidad cursa estudios conducentes al doctorado en Estudios Teatrales de la facultad de Filología en la Universidad Complutense de Madrid. 

Partiendo de sus orígenes difíciles, Franco-Müller no cree en los pretextos para no superarse. “Creo que todos los tiempos han tenido su crisis y sus argumentos en cuestión de dificultad”, reflexionó. “Hay que trabajar, hay que esforzarse porque yo trabajo incansablemente. No te puedes decepcionar. Mucha gente te va a decir que no se puede, y ‘no’ quiere decir ‘oportunidad’, que tienes que volver a insistir una y otra vez. Nunca nadie dijo que fuera fácil, pero hay que estar comprometido”.