En su caracterización de Jesús de Nazaret, Jonathan Cardenales recrea su calvario en la obra “La vida de Jesús”, que sube a escena el jueves y el Viernes Santo en la plaza de recreo de Rey Fernando lll, en el Municipio de Carolina.

“Cuando interpreto la figura del hombre más importante del mundo me sumerjo en uno de los procesos más grandes y enriquecedores de mi carrera como actor. Me pongo nervioso, porque siempre requiere una transformación completa, tanto física como emocional y hasta de cierta forma espiritual”, indicó el actor sobre la caracterización que ya realizó el miércoles la primera función de la pieza.

La obra religiosa -que recoge las etapas de Jesús cuando era niño, el momento de la Resurección y la Ascensión- es producida por Producciones Araguada que dirige Florentino Rodríguez, y el Municipio de Carolina.

“Manejar toda esta información hace que por ‘default’ me acerque cada vez un poco más a Él, espiritualmente hablando. Y cuando se logra entender con propósito un personaje y transfieres la información al consciente, inevitablemente lo haces más humano”, sostuvo el experimentado actor, que compartió lo más complicado en la personificación de Jesús de Nazaret.

“Lo más difícil es la imagen, porque todos tenemos una imagen preconcebida de quién fue Él, ya sea porque lo hayan estudiado, lo hayan visto en alguna película, por adoctrinamiento o quizás porque han tenido una relación más cercana con Él. Pero todos tenemos una interpretación y tratar de cumplir con esa imagen de forma generalizada en un gran retó”, manifestó Cardenales, quien adelantó que el público asistente podrá apreciar la vida de Jesús desde su juventud, adultez, obras y milagros, su entrada a Jerusalém, crucifixión y resurrección.

En la obra religiosa participan además los actores Cristina Soler en el personaje de María, la madre de Jesús; Linnette Torres (María Magdalena), Wanda Sais (Salomé), René Monclova (Juan El Bautista), Rafael José (Herodes), Jorge Luis Ramos (Poncio Pilatos) y Cristina Sesto, (Herodías).

Una parte fundamental de esta producción es que contrario a otras obras no termina con la crucifixión, sino que se extiende hasta su resurrección para invitar a la reflexión.

La entrada es libre de costo.