Escuchar a un vigoroso Junior Álvarez decir que se encuentra “mucho mejor” que antes del episodio cardiaco que le comprometió la salud hace poco más de un año es una buena manera de iniciar la conversación.

Junior nunca dejó de ser un hombre corpulento, pero sí había adelgazado y era notable la fragilidad que quedó en él luego que el corazón, literalmente, se le paralizó, a lo que sobrevivió por un chaleco desfribilador. Actualmente tiene el rostro rebosante y la energía se le desborda en cada movimiento. Se dejó crecer la barba para complacer el gusto de su esposa, la actriz Magdaly Cruz, porque, entre tantas cosas que se está gozando en esta segunda oportunidad de vida, su relación de pareja es una de esas. Igualmente, otras cosas simples de la vida, como puede ser el café de la mañana o salir al balcón a disfrutar del aire fresco.

“Mucha gente me ve y me dice, ‘oye, qué bien te cayó ese ataque al corazón, te ves muchísimo mejor que antes’, y yo... ‘gracias’. Es como si fuera una cirugía estética, pero de adentro hacia afuera y sí cambia a uno, definitivamente”, comparte el actor, de 63 años.

El cambio más significativo es su nueva actitud ante la vida. “Le bajé dos”, dijo en referencia a cómo redujo el nivel de intensidad con que manejaba todos los aspectos de su vida, incluyendo lo artístico.

“La vida me bajó dos y ando liviano”, sostuvo. “Sigo siendo muy apasionado con las cosas, pero antes era muy explosivo, entonces muchas veces terminaba -y de esto hablo en el libro (por publicar, Boricua bestial: Perdido en la actualidad)- pidiendo perdón por mi forma de hablar, teniendo la razón, pero por mi forma de decir las cosas terminaba perdiendo el argumento y pidiendo disculpas, porque no controlé mi carácter”, reconoció.

A nivel físico y médico, Junior está listo para comenzar una rutina de ejercicios de bajo impacto; caminar será lo que hará mayormente, y continuar con sus chequeos rutinarios.

“Agradezco la segunda oportunidad, no agradezco el episodio, me reprocho un poco el episodio, me reprocho no haber escuchado antes a la gente que me ama, me reprocho no haberme cuidado, me reprocho no haberme dado cuenta de que esto es parte de mi carrera, es lo que escogí y este (cuerpo) es mi instrumento y debo ser más cuidadoso, más profesional con él, así es que si a alguien le puedo reprochar es a mí las cosas que no he hecho bien y las cosas que estoy tratando ahora de corregir, así es que me ha enseñado mucho”, afirmó el intérprete.

Durante la emergencia que vivió, sus hijos Alejandro y Gabriela solicitaron las donaciones de la gente para poder cubrir los gastos médicos y posteriores tratamientos en el hogar. Fue una iniciativa a la que Junior se negó en el principio y luego no tuvo más que resignarse, porque no quedó en sus manos.

Pasado el tiempo y sabiendo lo bondadosas que fueron las personas, conocidas y desconocidas, no sale del asombro.

“No quiero entrar en eso, porque me pongo mal (se emociona). Yo no entiendo por qué, no sé. Yo soy el hijo de Sonia y Chuíto, yo lo que he hecho es trabajar”, reflexionó, para seguido recordar que siempre ha rechazado las injusticias y quizás es algo que el público ha valorado en él.

El actor sufrió una crisis de salud, a nivel cardiaco en el 2021, que lo comprometió al punto de casi perder la vida.
El actor sufrió una crisis de salud, a nivel cardiaco en el 2021, que lo comprometió al punto de casi perder la vida. (Alexis Cedeño)

Atreverse a hacer cosas que antes no hizo o postergó es también parte de lo que se ha propuesto. De ahí nace su primer stand up comedy, “Por poco me jo#@”, con el que participará del Festival de la Comedia del Teatro Braulio Castillo en Bayamón los días 13, 14 y 15 de octubre. Luego continuará funciones en Mayagüez, Coamo, San Sebastián, Yauco, Vega Baja y Caguas. Lo dirige por primera vez su compadre, el actor Jorge Castro.

“Es uno de esos ángeles que estuvo al frente de todo y de verdad que ha sido bien especial para mí”, agradeció.

Junior está convencido de que el humor fue igualmente importante para sobrevivir a sus crisis de salud. Contó con gracia el momento en que decidió entre vivir o morir.

“Llegó en un momento, después de las tres intervenciones que me hicieron, que nunca en mi vida había estado tan débil, tan caído, tan apagado, tan mal, yo estaba por debajo del piso. Estaba totalmente destruido y pensé: ‘En este momento, si me quito, me muero’ ”, recordó.

La sensación, dijo, era como estar en la profundidad de un hoyo y cuando miró hacia arriba vio a su hermana, esposa e hija, justo quienes lo acompañaban en ese momento en el hospital.

“Aquí es donde decido si me muero o no, ¡fuck! Puedo morirme en este momento, nunca pensé que fuera así, esa era mi cabeza en ese momento”, continuó.

Quitarse no fue la opción y lo aprendido en esta segunda oportunidad lo compartirá como parte del monólogo que presentará.

“Es cómo enfrentas las segundas oportunidades en la vida y qué debemos hacer para cuidarnos un poco. Es más dirigido a todos, pero principalmente al hombre; yo soy hombre y me pasó a mí, entonces le hablo a todos los hombres”.

Quiero llevar el mensaje de que tuve suerte, pero no sé si voy a tener la misma suerte en la próxima ocasión, así que haz algo, aunque sean 10 minutos, piensa, medita... cambia, sé más positivo, más alegre...”

-Junior Álvarez, actor

“Por poco me jo#@”, una vez culmine las funciones en el Festival de la Comedia, iniciará una gira que comenzará en el Teatro Yagüez en Mayagüez el 21 de octubre; Teatro Hollywood en Coamo, el 28; Centro de Bellas Artes de San Sebastián el 4 de noviembre; Teatro Ideal en Yauco el 2 de diciembre; Teatro América en Vega Baja, el 9 de diciembre, y culminará en el Moneró Café Teatro y Bar en Caguas el 16 de diciembre.