Dicen que jugando se aprende y de eso conoce el artista José Luis “Chegüi” Rodríguez Rivera, un maestro jubilado que creó una herramienta divertida para que los estudiantes conozcan la historia de su pueblo, Corozal.

El virtuoso de 66 años diseñó un libro de colorear con estampas puntuales de las estructuras antiguas que dieron base a la formación de la ciudad platanera, al igual que detalles sobre las bellas artes, la música y la belleza natural que caracteriza la zona.

La obra, titulada “Coloreando a Corozal”, contiene aspectos donde los niños integran conceptos de español, ciencia y matemáticas con actividades que hilvanan el interés del alumno mientras crea sus propias piezas.

El destacado serigrafista y cartelista contó que, “quise que los estudiantes, la juventud, conozca nuestro pueblo pensando principalmente en los estudiantes de cuarto y quinto grado”.

Aunque aseguró que el proceso de investigación fue “profundo”, la elaboración del contenido se generó en tres meses, “precisamente durante el encierro por la pandemia del COVID-19 en 2020″.

“Es un libro de colorear para niños con la historia de Corozal; un proyecto que incluye casi todas las materias: español, ciencia, matemáticas y arte. Es un libro de pintar donde el estudiante tiene que leer, es una actividad y no es pintar a lo loco. Cada actividad tiene que hacerla y ahí va conociendo toda la historia de nuestro pueblo”, explicó el egresado de la Universidad de Puerto Rico.

En sus 84 páginas, el maestro dirige al estudiante desde la localización del pueblo, el mapa territorial con sus barrios, el escudo, la bandera y la explicación del por qué este territorio se llama Corozal. Según la publicación, “el nombre del pueblo se deriva de una especie de palma que es la palma de corozo”. `

“Traté de incluir lo máximo de nuestra historia. Tiene a los artistas de Corozal, las arquitecturas más importantes del pueblo, como el puente de Mavillas que es el puente colonial más alto en la Isla. Su estilo francés, adoptado por los españoles, presenta una estructura de arco y se utiliza el material de la piedra chapa”, relató el educador, quien trabajó en el sistema público por 35 años.

Igualmente, incluye información sobre el Bosque Estatal Monte Choca, “en el que trato de explicar, a modo sencillo, a nivel de estudiante, especialmente el árbol que se llama ‘bola de cañón’ porque eso es la semilla”.

“En esa sección tenemos la ceiba (árbol) que tiene más de 200 años y las aves endémicas como el pájaro bobo y el san pedrito. Presentamos juegos para que descubran el tipo de ave, una actividad con matemáticas... También los llevamos a diferentes áreas interesantes que tiene Corozal como el monumento Las Tres Cruces, La Pandura y la cueva del Cibuco”, detalló.

En el renglón cultural, Rodríguez Rivera rinde homenaje a la aportación del balé folclórico Guateque, “un taller escuela de bailes tradicionales y experimentales que, ha dado reconocimiento a nuestro pueblo desde su fundación en 1976 por el profesor y coreógrafo Joaquín Nieves Caldero”.

“Aquí el estudiante va conociendo la historia de su pueblo y sus artistas, incluyendo los escultores, que nosotros tenemos tres: Ramón ‘Chiqui’ Moreno, que trabaja esculturas en barro; Josué ‘Checo’ Santos, que trabaja la piedra; y Juan Crespo con sus esculturas en madera. Se estimula al estudiante a tallar su obra, por ejemplo, en jabón o plastilina”, sostuvo.

Otro aspecto interesante es la llamada ‘muñeca de apio’ que “sale en Año Viejo y va por el pueblo con música, bailando y se mete por los negocios. Es un personaje, una estampa típica que la gente ya espera”.

¿Quién es el maestro Chegüi Rodríguez?

‘Bautizado’ por el fenecido pintor y grabador Rafael Tufiño, quien predijo su futuro como ilustrador, el maestro corozaleño dedicó su fase artística a crear un taller de serigrafía, “pues me enamoré del cartelismo, que es un arte que anuncia un evento”.

Esto ocurrió mientras trabajó en el Colegio San José de Río Piedras, a donde tuvo la oportunidad de conocer al llamado “pintor del pueblo”.

“Tufiño me dijo que yo tenía ojo de ilustrador, que una cosa era pintar y otra distinta era ilustrar. Me dijo que si yo me dedicaba sería fuente de lo que ya se estaba vislumbrando como cambio, porque ya venía la tecnología y la serigrafía iba en baja y los adelantos tecnológicos iban avanzando. Me dijo que yo sería ‘un puente’ y eso fue para mí como un bautismo”, confesó.

Con su proyecto “Cartelista: el cartel de la montaña”, Rodríguez mantuvo el taller Acatal que, “significa Puerto Rico en el idioma quechua”.

“Hoy día estamos trabajando el cartel digital y estamos dándole paso, en estos últimos años, buscando jóvenes con talento. En Corozal hay una vena de artistas increíble. Ahora con el libro de colorear nos enfocamos también en dejar un legado a nuestro pueblo, sobre todo a los niños y jóvenes para que nuestra historia no se pierda”, concluyó.

Para detalles: 787-615-4678.