La edad muchas veces se convierte en un obstáculo en la carrera de los actores y actrices, pero lo es mucho más para ellas. Es una mentalidad fomentada por mercados como México y Miami, opina la actriz Marian Pabón para seguido contrastar con otros lugares en Estados Unidos y Europa donde las actrices en roles protagónicos están sobre los 50 años.

“En este país uno tiene que mantenerse, porque si no te conviertes en un dinosaurio”, dice la actriz Marian Pabón, que ha llegado a una etapa de vida en que los personajes muy jóvenes o muy mayores podrían no ser creíbles para ella.

La edad, sin embargo, le ha permitido ser una actriz más completa, con mejores recursos para impartirle realismo a sus interpretaciones.

“La edad da una experiencia y una seguridad y una madurez, sobre todo en este trabajo. No es lo mismo pararme ahora en un escenario que pararme en un escenario cuando tenía 30 años, porque la seguridad que tengo en un escenario ahora mismo me permite hacer unas cosas que no me hubiera permitido hacer cuando era más joven. Pero es por la experiencia del trabajo, la experiencia de la vida”, afirma la actriz, a quien se le dedica el Festival de la Comedia, que inicia este viernes, 2 de septiembre, en el Teatro Braulio Castillo, en Bayamón.

“Los años añaden sabiduría al trabajo de uno como actor”, subraya. “En realidad lo que a mí me preocupa en cuanto a años son, obviamente, los looks que vas a perder... Yo no me voy a estirar, porque tampoco quiero parecer de 30, porque todo el mundo sabe que no tengo 30, entonces no me voy a dar un estirón que de repente esté todo el mundo, ‘Diablo, qué se hizo’. Yo me hago mis retoques y me voy a poner mis hilitos y mis cosas, que halen un poquito para que ayuden a ver a uno refresh, pero que uno se vea de su edad. Vamos a envejecer con gracia y con la edad que uno tiene”.

Lo que pasa es que al tener la edad y tener otras vivencias, puedo coger cosas de mi vida personal que se parecen al personaje e integrárselas al personaje y eso te da otra dimensión”

-Marian Pabón, actriz

La limitación de personajes que se le presenta en esta etapa, donde no puede ser una madre muy joven ni tampoco una abuela es algo que sabiamente anticipó, y hace más de dos décadas que la histrión comenzó a escribir sus propios textos dramáticos y de comedia.

La dedicación que se le hace del festival tiene su raíz, precisamente, en la amplia aportación que ha hecho a la comedia local desde el teatro, la televisión y el cine. Será su mónologo “Soy menopáusica... ¡y qué!” la pieza que abrirá la cartelera, que se extenderá hasta el 30 de octubre.

“Me siento muy halagada porque son compañeros que me lo están dedicando y la comedia para mí ha sido el modus vivendi mío, porque en Puerto Rico mayormente en teatro lo más comercial son las comedias y en televisión ya no hay nada dramático”, señala. “Puedo decir que le puedo dar gracias a la comedia, he vivido de ella y sigo viviendo de ella a través de los stand ups que he venido haciendo hace ya veintipico de años”.

Comenzó a bailar ballet a los tres años de edad y creyó que sería bailarina hasta que a los siete años vio la película "Funny Girl" (1968).
Comenzó a bailar ballet a los tres años de edad y creyó que sería bailarina hasta que a los siete años vio la película "Funny Girl" (1968). (Carlos Giusti/Staff)

Su amplio perfil profesional en la comedia ha causado que muchas personas olviden su entrenamiento como actriz.

“Lo que hago es actuar. Cuando hago comedia el timing es distinto y cuando hago drama, es otra cosa, pero me entrené para actuar, me entrené para trabajar, y gracias a Dios he podido vivir haciendo lo que me gusta hacer. Creo que soy muy afortunada”, agradece.

Para mí actuar es una pasión de vida. Mis dos pasiones grandes son mi hija y el trabajo. Para mí llegar a trabajar o hacer una obra de teatro, hacer un stand up es un placer”

-Marian Pabón, actriz

La pasión que despertó en ella la película “Funny Girl” (Barbra Streisand, 1968) sigue tan viva como en su infancia, y sigue siendo el escenario su lugar favorito.

“Siempre bailé ballet desde los tres años, pensaba que iba a ser bailarina, pero escuché ese musical y me causó una impresión, y dije, ‘Eso es lo que yo quiero’, pero lo que quiero es cantar, bailar y actuar, y desde los siete años sé que esto es lo que quiero hacer en mi vida”, afirma la madre de Ivana, de 29 años. “Ahora mismo no tengo pareja, estoy sola y mi pareja puedo decir que es mi trabajo y mi perro, pero no me siento mal y no estoy deprimida, porque es mi trabajo y mi perro, estoy feliz (ríe). Es cuando menos problemas he tenido, cuando la vida más relax está”.