No llegó esta semana ni hace un mes. La actriz Maricarmen Avilés regresó a vivir a la isla hace cuatro años, pero a dos semanas de llegar junto con su familia, se declaró la pandemia, y básicamente estuvo cerca de dos años restringida en su hogar. Eso provocó que aún mucha gente no se entera que está de vuelta.

Su retorno al país, después de ocho años establecida en el estado de Florida, tuvo motivaciones esencialmente familiares. Con ella regresaron su esposo Andrés y sus dos hijos, Kristina (28 años) y Fabián (19).

“Fue traumático, porque veníamos con tantos planes de regresar a Puerto Rico y de repente no podíamos ir a ninguna parte. La experiencia de regresar no la vivimos hasta que ya salimos del lockdown y se podía salir a las calles”, compartió.

Aunque mantuvo cierta actividad en las tablas locales, aún viviendo a distancia, al reinstalarse en la actividad artística local se ha topado con muchos cambios, algo a lo que poco a poco se va acostumbrando en la medida en que estén alineados con su prioridades en esta etapa de vida.

“Había tenido la oportunidad de venir a hacer teatro en Puerto Rico, pero no es lo mismo venir de visita a volver a vivir aquí”, comentó previo a un ensayo de la comedia “El enfermo imaginario de Molière”, que estrena este viernes en la Sala Experimental del Centro de Bellas Artes en San Juan. “Descubro nuevas generaciones de actores y actrices, una forma nueva de manejarse donde las redes sociales tienen una relevancia radical, y pues estoy aclimatándome a todos esos cambios, pero contenta, agradecida a Dios de las oportunidades que han surgido, que son muy bonitas”.

Estar en Puerto Rico era nuestro anhelo y cumplirlo es maravilloso y, por ejemplo, esta experiencia de estar en las tablas con mis compañeros, con la gente que no veía hace tanto tiempo, es una bendición”

-Maricarmen Avilés, actriz

La intérprete, quien estuvo muy activa entre el teatro y la televisión desde el final de la década de 1980 hacia la del 2000, integra el elenco de la comedia “El enfermo imaginario de Molière” con el personaje “Belisa”, una villana disfrazada de afable, casada con “Argante”, rol que protaganiza Gerardo Ortiz. Este es un hombre hipocondriaco que procura casar a su hija con un médico para atender todas sus enfermedades.

La pieza, con la dirección de Miguel Diffoot, estrenó originalmente en el 1673, no obstante, el texto mantiene vigencia al abordar desde el humor diversas realidades humanas, salpicadas con alguna crítica social.

“Es una comedia de enredos, pero es de época. Entonces, tenemos que practicar un estilo particular de actuación; la manera en que nos desplazamos con los movimientos es distinta a la que uno tiene cotidianamente, y el personaje que me tocó es ‘Belisa’, y aunque se pinta como muy buena y muy amable, es una villana, y me la he disfrutado muchísimo”.

Esta interpretación, así como la del resto del elenco, requiere una transformación en el vestuario, el maquillaje y el peinado para ambientarla en la época en que fue ideada por Molière. “Tenemos que usar unas enaguas enormes, los trajes son grandísimos, por eso los movimientos tienen que ser en círculos. A mí se me ocurrió ponerle una forma particular de caminar a mi personaje, lo que lo ha hecho un poquito más extremo, pero eso es parte de ese proceso creativo que nos enamora a todos los que somos actores”.

Producida por Florentino Rodríguez para Producciones Aragua, Inc., “El enfermo imaginario de Molière” se nutre además de las actuaciones de Linette Torres, Cristina Sesto, Jonathan Cardenales, Mariana Quiles, Francisco (Paco) Capó, George Santiago y Etienne Tarrazo.

Los boletos están a la venta en Ticket Center. Las personas que inviten a sus madres a la función del domingo, a las 4:00 pm, no tendrán que pagar boletos para ellas.