Cuántas veces te encuentras viviendo eso que dijiste que jamás harías. No es casualidad que siempre aparece quien advierte, “no digas de esa agua no beberé “. La actriz Marisé Álvarez ha caído un par de veces en aquello que en algún momento dijo, eso no era, hasta ahí o eso no es para mí.

Viviendo, precisamente, uno de esos “no-no”, como la expresión en inglés, gestó su nuevo show de stand up comedy, “Nunca digas nunca”, con el que regresa este fin de semana a su casa, el café teatro El Shorty en Santurce. Hace cerca de cuatro años que se presentó junto con su familia creativa de Teatro Breve en una temporada de “Noche de Jevas” y desde entonces la alberga el deseo de volver a sentir la adrenalina que le provoca el género del stand up.

“No estoy en vivo con mi público hace mucho tiempo, y me hace falta”, expresó sentada al borde del escenario de El Shorty con la comodidad de quien se siente en hábitat, excepto por la fría temperatura en el teatro que la obligó a usar dos suéteres. “Es bien emocionante y a la vez es como si nunca me hubiese ido; es nuestra casa, es lo mismo que volver al País”, continuó teniendo cerca a cuatro de sus cómplices, Jéssica Rodríguez, directora escénica, y Marién Vélez, diseñadora de iluminación. Las dos otras dos son Naíma Rodríguez, productora y fundadora de Teatro Breve, y la cineasta Mariém Pérez, con quien proyecta remontar este show para grabarlo y exportarlo.

Tata, como la llama la mayoría, presentó en el 2020, en pleno encierro obligatorio por la pandemia, “Un stand-up desde mi fucking cuarto”, y tan pronto terminó, dijo, ¿cuál es el próximo?”. De las anotaciones que tomó, de los mensajes de voz y pues, de sus “nunca digas nunca” que terminaron siendo realidad, escribió este nuevo monólogo.

“‘Nunca digas nunca’ es esa manera de contar estas situaciones que me pasan o que nos pasan cotidianamente donde pensamos, ‘yo nunca me veo ahí y ahí estoy’, o ‘nunca voy a hacer eso y ahí voy y lo hago y soy la gerente general de la actividad’”, detalló riendo de sí misma la orgullosa discípula de Carola García, Rosa Luisa Márquez, Maritza Pérez Otero y Jóvenes del 98.

Su gran “nunca digas nunca” fue creer que no llegaría a vivir en Estados Unidos y actualmente es residente de la ciudad de Los Ángeles, en California. “¡Qué contradicción más grande que esa!”.

Esta vez se acompañará de su rutina y del juego escénico propuesto por la diseñadora de iluminación, Marién Vélez, y por la directora Jéssica Rodríguez.
Esta vez se acompañará de su rutina y del juego escénico propuesto por la diseñadora de iluminación, Marién Vélez, y por la directora Jéssica Rodríguez. (Ramon "Tonito" Zayas)

Esa transición de vida es uno de los temas que aborda en el stand up, un género en el que tampoco se veía. “Recuerdo la primera vez que Mikephillippe (Oliveros), nuestro director creativo de Teatro Breve, empezó a sembrar la semilla de, ‘tírate un stand up’ y yo, ‘Mikephillippe no, a mí no me gusta, eso es un género que a mí no me gusta, no tengo nada que buscar ahí’”, compartió. “El miedo hablando, obviamente, y ahora es esa adrenalina, esa droga que me hace falta, porque es un espacio donde me puedo hacer vulnerable ante el público, donde puedo, genuinamente, contar mis situaciones de ser humano, que creo que es donde uno encuentra ese lugar de empatía con el público... porque todos al final sentimos los mismos miedos, las mismas inquietudes, las mismas situaciones”.

Muchas de las vivencias se han dado alrededor de su vida en la capital californiana, donde dice estar cómoda por las políticas/ideologías liberales, la amplia comunidad latina, incluido su hermano, y el estímulo creativo de la industria de la televisión y el cine. Mucho de su día a día, por ejemplo, es preparar personajes para audiciones, algo que no es tan común en la escena local. “Lo estoy tomando como mis pequeñas oportunidades para actuar allá y trato de hacerlas todas, así que si el personaje se llame Elizabeth McKinsey, allá voy yo a ver qué pasa; yo tiro con mi acento, trato de ser lo más genuina posible y honesta a lo que soy”, afirmó.

Se están trabajando unas producciones que quizás son más abiertas a la diversidad que otras, pero los estereotipos están y todavía esas son luchas que falta un montón por bregar, y a la vez no lo pienso mucho, porque uno cae en un discurso que empiezas a repetir y a perpetuar esa situación”

-Marisé Álvarez, actriz

La actriz se apoyará esta vez de sus palabras, un micrófono y un juego escénico sencillo. Es un reto que asume desde la madurez artística que refleja y sobre todo con la honestidad que aborda cualquier proyecto que lleve en mano, sea “Nyche” en la serie de la saga de Star Wars, “Obi-Wan Kenobi”, o “Davidcito, el de la voz fina”.

Después de esto se le verá con el sombrero de guionista y directora de su primer cortometraje, uno inspirado en las vivencias con su progenitor y del que ya hubo una primera lectura con los actores René Monclova y Cristina Soler.

Los boletos para “Nunca digas nunca” están a la venta en teatrobreve.com.