Por definición, improvisar es hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación. Tal significado puede variar según la experiencia de quienes se dedican al arte de la improvisación, pues se trata de una técnica utilizada por actores y actrices para crear historias.

No hay un libreto, pero esas mentes deben estar lo suficientemente ágiles para crear personajes, escenas, recrear lugares y provocar las emociones a partir de una idea desconocida por los ejecutantes.

La Liga Puertorriqueña de Improvisación Teatral (Lipit) ha fomentado y cultivado este arte como colectivo, y la historia de sus primeros 20 años quedó grabada en el documental “3, 2, 1, ¡Impro!”, que se exhibe en las salas de Caribbean Cinemas: Fine Arts, Fajardo, Ponce y Dorado.

La intérprete Maurim Chiclana es parte de los talentos de este colectivo artístico desde el 2013, cuando tomó los primeros talleres de improvisación, motivada por su amigo, conocido por su trabajo en comedias, Kiko Blade.

“Fue volver a estar cerca del teatro, pero de otra manera, que es jugando, esa es la impro”, dijo Chiclana de aquella primera experiencia que se convirtió en un trabajo recurrente.

“Con la impro hacemos de todo, porque en escena, como dependemos de nuestro ingenio, de nuestro cuerpo, pues nos toca ser dramaturgos, eres la actriz, improvisadora, pero también crear escenas, así que es una forma de sorprenderme con cosas que quizás no hubieran salido si no me doy esa oportunidad de jugar”.

La impro me ha atrapado porque es esa libertad de ser quien uno es en escena y proponer sin temor a equivocarse, porque en la impro nos nutrimos del error”

-Maurim Chiclana, talento administrativo de Lipit

La improvisación no solo descarta un libreto, sino también la separación entre el escenario y el público. No existe la llamada cuarta pared. “Constantemente rompemos esa cuarta pared, pues nos obliga a que cualquier idea preconcebida con la que lleguemos, tengamos que cambiarla porque las propuestas del público hacen también que cada espectáculo sea diferente”, detalla la teatrera.

Para la academia, expone Chiclana, la improvisación no es más que una técnica, apreciación que no comparte.

“(La academia) tiene que darse la oportunidad de no verlo solamente como una técnica para resolver, sino como una herramienta de creación de historias”, puntualiza. “En ocasiones hay un menosprecio hacia el arte de la improvisación teatral porque se ve como simplemente, ‘Ay, se ve olvidó una línea, déjame ver qué invento’, y nosotros no estamos pensando en qué invento, sino déjame crear una historia que tenga sentido, que provoque, ya sea risas, pero también puede ser llanto, reflexión o hasta miedo”.

En la impro se da esa dinámica bonita que no es ponerte el codo para hacértela difícil, sino qué necesita, es una comunidad, es un vamos a pasarla bien, vamos a crear juntos, y la Liga Puertorriqueña se ha distinguido y ha propiciado el crecimiento de este arte en Puerto Rico”

-Maurim Chiclana, teatrera

El documental “3, 2, 1, ¡Impro!” recoge las dos décadas de historia de Lipit a través de 20 piezas que trabajaron durante una única jornada. Ese material se intercala con intervenciones de otros actores y actrices que han sido parte del colectivo o han ejecutado en la improvisación, como son Gerardo Ortiz, Cristina Soler, Marian Pabón, Suzette Bacó y Sunshine Logroño. También participan otros grupos artísticos, entre estos, Impro Actores, y la fundadora del colectivo, Yanibeth Santiago.

Para Chiclana, ver su desarrollo en la impro a través del pietaje que compone el documental, fue motivo de distintas emociones.

“Es el crecimiento propio de, ‘Wow, qué mucho hemos hecho en 20 años, y lo que nos falta por andar, por crear caminos para los que vienen después de nosotros”, expresó. “Llegar a donde estoy hoy se da porque hay mujeres negras que vinieron antes que yo, que abrieron camino para yo poder andar, y quisiera poder hacer lo mismo para quienes vienen después de mí”.

El colectivo artístico cumple poco más de dos décadas de historia, una trayectoria que está recogida en el documental.
El colectivo artístico cumple poco más de dos décadas de historia, una trayectoria que está recogida en el documental. (Suministrada)