Desde que hizo su aparición con la novela “Las ciudades de Lucía”, Beatriz Navia, se instaló en el panorama literario como una excelente narradora y certera cronista, que ha logrado positivas evaluaciones de los inquisidores criterios literarios.

En estos días de diciembre, la viajera boliviana con residencia en Ponce, anda con una caja de cuentos sobre el desamor, donde se monta en un avión, como lo hizo con Lucía, para navegar por el espacio de las relaciones personales.

“La caja de (Des)amores” contiene los relatos “El baile de Cristina”, “Viole(n)ta, Georgette y él”, “Soy Meika”, “Hortensia, la cautiva”, “Los regresos de Laura”, y “¿Te acuerdas de Praga”, “Irene Sofía?”, que brindan al lector la oportunidad de adentrarse en relatos vinculados a diferentes épocas, ciudades, aviones y aeropuertos, entregados en una caja artesanal, en lo que denomina el libro objeto o libro artístico.

“Redacté 30 cuentos y quería a escoger los mejores y los que más me gustaban, su estilo y temática, hasta encontrar los ejes, quería fuera latinoamericano y muy global, se crearon la mayor parte en Puerto Rico o en los viajes a otras ciudades”, manifestó Navia.

“Esos cuentos me pidieron la caja que se hizo en Bolivia, en un libro objeto con gran creatividad lúdica,  se pueda tocar, sentir y oler en una caja de madera que contiene los cuentos en papel reciclado, no es un libro exactamente artesanal  sino más bien comunitario en el que participó un arquitecto, y serigrafista”, explicó.

Navia cumplió en noviembre tres décadas en Puerto Rico, casi todas en Ponce, donde imparte clases en la Universidad Interamericana, y donde desarrolló uno de los proyectos culturales más activos en los pasados lustros con la revista A propósito, donde pudo entrevistar artistas plásticos internacionales, escritores como Isabel Allende, así como músicos, poetas, narradores y propulsores del arte.

Mediante la creación de una narrativa rica invita al lector a viajar a Tokio, Paris, Frankfurt, Barcelona, Nueva York, Ciudad de México, Santiago de Chile y La Paz, con una hoja de ruta donde se exploran sentimientos que se entrecruzan con la opresión, la sensualidad y el desamor.

Navia es una lectora voraz, requisito para todo escritor, y es además,  promotora de la cultura que sugiere que en todas las temporadas los lectores puedan encontrar un libro que le llame la atención, pero en la época navideña,  desea que se regale literatura.