El escritor puertorriqueño Eduardo Lalo, proclamado hoy ganador de la edición XVIII del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos por su obra "Simone", dijo en una entrevista con Efe que el reconocimiento hace justicia a las letras de la isla caribeña.

Lalo, de 53 años y con una obra de 9 libros, mostró agradecimiento hacia el jurado, que valoró la calidad literaria de "Simone", un libro que como la mayoría de los que ha escrito está íntimamente ligado a su ciudad, San Juan.

"Agradezco la valentía del jurado", apuntó sobre el hecho de que se haya premiado a un escritor de un, dijo, "país invisible".

El escritor sanjuanero explica que se encontraba inmerso en las tareas cotidianas de todos los días cuando su rutina fue rota por una llamada desde Caracas en la que se le comunicó que había ganado el premio.

"No esperaba nada", confiesa el escritor nacido en Cuba, aunque aclara que se trató de una casualidad, ya que desde los dos años de edad vive en Puerto Rico y más concretamente en su capital, San Juan, una ciudad que el escritor ha pateado, literalmente, durante décadas.

"Cuando digo que ha sido una valentía del jurado me refiero a que no soy un escritor comercial ni publicado por grandes editoriales internacionales", observó el autor y profesor de Humanidades y Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico.

Lalo destacó que el premio tiene más valor si se tiene en cuenta que le ha sido concedido a un autor de lo que denominó como "un país invisible" fuera de los focos de la atención internacional y aislado en el Caribe.

"Puerto Rico es uno de muchos países invisibles", señaló, tras apuntar que la invisibilidad es uno de los temas fundamentales de su obra.

Lalo llegó a decir, en clave política, que Puerto Rico legalmente no existe y que no ha tenido posibilidad de definirse políticamente.

Para el literato, Puerto Rico pertenece a una región, la caribeña, con una condición periférica en la que incluyó también a Cuba y República Dominicana.

"Salir del país es difícil", sostuvo en referencia a las dificultades para darse a conocer que tienen los escritores puertorriqueños y otros profesionales de la isla caribeña.

Sobre la premiada "Simone", definió el libro como una historia de amor hacia una persona y a la vez hacia una ciudad, San Juan.

"Es un libro que recoge una historia de seres que se buscan y que contiene una trama detectivesca", explica el autor caribeño.

"En realidad, en Simone se reflexiona sobre la ciudad de San Juan", apunta, una urbe que como reconoce ama profundamente.

Esa condición periférica le llevó a firmar con la editorial argentina Corregidor, la casa bonaerense que ha publicado "Simone".

Dice que el premio no le va cambiar aunque es consciente de que le dará publicidad y su nombre se escuchará durante unos días, en especial en países de América Latina.

Esa condición de periferia de Puerto Rico la une durante la conversación a la difícil situación por la que atraviesa la isla caribeña, que como recuerda ha colocado a un 70 % de sus habitantes en la pobreza.

Recuerda que en parte de sus libros hay una faceta artística, que se recoge en fotos, en concreto en tres ellos: "donde", "Los pies de San Juan" y "El deseo del lápiz".

"En esos libros exploró la ciudad", cuenta, después de referirse a sus largos paseos por Río Piedras, Santurce o El Viejo San Juan, todos barrios emblemáticos de la capital puertorriqueña que durante años ha recorrido a pie.

Lalo asegura que continuará su labor docente en la Universidad de Río Piedras, tarea a la que lleva dedicado décadas.

Lalo publicó su primer libro en 1986, "En el Burger King de la Calle San Francisco", al que siguieron "Libro de textos" y "Ciudades e Islas".