El teatro es un espacio de encuentros, risas, lágrimas y reflexión, pero eso es lo que se experimenta desde las butacas hacia el escenario. Tras bastidores hay otras experiencias que solo conocen quienes tienen el privilegio de caminar por ese espacio desde mucho antes que llegue el público, y hasta cuando ya todos se han ido.

Desde esa realidad mágica que ocurre en los salones de ensayo, en los camerinos y en los pasillos hasta llegar al escenario, se cuecen historias que a veces trascienden lo profesional. El productor Raymond Gerena y la actriz Johanna Rosaly conforman una de esas historias que comenzó desde la admiración mutua hasta convertirse en una amistad que ambos celebran.

Gerena se inició en la escena teatral cuando Rosaly ya era una estrella de televisión, teatro y cine. Entre ellos hay una diferecia de 20 años, así que él se recuerda como el “nenesito” que se colaba entre grandes nombres del arte dramático, como son la misma Rosaly, Marilyn Pupo, Gladys Rodríguez y Angela Meyer, entre muchos otros.

El acercamiento entre ellos comenzó a cambiar entrada la década de 1990, cuando Gerena se estrena en el campo de la producción y coincide con Rosaly, pero entonces en una relación de productor y actriz. El primer proyecto en común fue la obra “El club del cementerio”, de Ivan Menchell, y con ese mismo texto, ahora con el título “Tres viudas sueltas”, vuelven a trabajar juntos. “Es una comedia de un autor neoyorquino, Ivan Menchell, y de mucho tono judío de Brooklyn. Luego, cuando él quiere retomar la pieza antes de (huracán) María, hace seis años, decidió cambiarle el nombre, ponerle ‘Tres viudas sueltas’ y variar un poco el elenco”, detalló la artista de la comedia, que ella además tradujo y adaptó a la idiosincracia puertorriqueña.

Los 30 años transcurridos y las decenas de vivencias compartidas motivan la dedicatoria que le hace el productor de su trayectoria a quien reconoce como su mentora en las artes escénicas, al igual que lo fue el fenecido director Dean Zayas (1938-2022).

“Tengo que decir que para mí fue una sorpresa el que él quisiera dedicar esta celebración de sus treinta años de carrera como empresario a mi persona. Me sorprendió, me sobrecogió, me emocionó y pues, a los homenajes no se les dice que no, pero son tantas las personas que han trabajado contigo (Gerena), son tantos los éxitos que has tenido con otros actores, que me sorprendió mucho”, le compartió la histrión al productor, emocionándolo casi hasta las lágrimas.

“Me vas a hacer llorar”, le dijo mirándola de cerca.

“Yo soy soy el productor que soy gracias a Johanna, y lo digo con el corazón en la mano y abiertamente y dondequiera que me paro, lo digo. Tanto Dean Zayas como Johanna fueron dos personas claves en mi carrera como productor”, afirmó el además actor. “El mero hecho de que Johanna pusiera a mi disposición varias de las piezas que han sido de las más exitosas que he tenido en mi carrera, eso significa mucho para mí, además de la amistad que hay y el aprecio y la admiración que siento por Johanna en todo el sentido de la palabra”.

Johanna Rosaly destaca la sensibilidad y profesionalismo de Raymond Gerena en su rol de productor.
Johanna Rosaly destaca la sensibilidad y profesionalismo de Raymond Gerena en su rol de productor. (David Villafane/Staff)

Rosaly escucha a Gerena y se remonta a sus inicios, cuando ella igualmente se veía frente a sus mentores. “Eran Madeline Willemsen, Lucy Boscana, Axel Anderson, Elena Montalbán, Ricardo Palmeró, Alicia Moreda, José de San Antón, Víctor Arrillaga, y ellos fueron para mí mis mentores, me tomaron de la mano, me cuidaban. Mi director preferido, Raúl Nacer, me llamaba ‘la nena’; y yo aprendí a recibir ese cuidado y trato de pasar para adelante ese regalo, esa mentoría”, manifestó. “Cuando le hago un consejo a un compañero, a un joven actor, a un joven empresario, a un estudiante de periodismo, lo hago desde el corazón, queriendo allanarle el camino, porque lo hicieron por mí. Me toca a mí hacerlo ahora”.

Para mí ‘El club del cementerio’ fue una pieza que marcó mucho, porque me dejé llevar mucho de la mano de Johanna, en todo el sentido de la palabra, porque amén de que había empezado en el medio con mucho tiempo antes, no tenía esa amistad o esa unión con muchos de los actores, porque yo era un extra más”

-Rarymond Gerena, productor y actor

La relación entre productores y actores es “muy importante”, subrayó la actriz, porque en ello descansa que se cuide el ambiente y las condiciones de trabajo, así como los intereses de los intérpretes y técnicos al no existir localmente una unión que los represente en esos términos.

“Tres viudas sueltas” subirá a escena en la Sala René Marqués del Centro de Bellas Artes en Santurce el viernes, 13 de octubre, con las actuaciones de Angela Meyer, Marilyn Pupo, Yazmín Mejías, René Monclova y Rosaly. “Ida” (Pupo), “Lucy” (Meyer) y “Doris” (Rosaly) encarnan a tres viudas de clase media alta que no están completamente resignadas a la viudez, por lo que no descartan nuevas experiencias sentimentales.

“Yo he observado como traductora y adaptadora que el público local está necesitando que lo que se ponga en los escenarios sea lo más cercano posible. Sí están dispuestos, como cuando hicimos ‘Cabaret’, a ver algo de otra época y de otro lugar, porque ya conocían a través de la película y del musical, pero en términos generales si se trata de una comedia, están buscando que sea lo más cercano posible a su realidad”, expuso la otrora protagonista de telenovelas. “Eso es lo que tiene ahora ‘Tres viudas sueltas’, que son personas de acá, de clase media alta, de Miramar, que fueron a la Universidad de Puerto Rico, que bailaron cuando eran jóvenes en el Caribe Hilton, que iban a El Conquistador, que iban en crucero, que comen mallorca y van a la panadería a comprar unas galletitas”, sostuvo.

La obra se presentará en San Juan, Mayagüez, Caguas, y Yauco. Los boletos están a la venta en Ticketera.