Quien ha ido (y si no lo ha hecho, vaya) al espectáculo de comedia “Noche de Jevas”, de Teatro Breve, sabrá que ella es la anfitriona. Melissa Rodríguez Nogueras es la primera jeva que toma el micrófono y comienza a elaborar un monólogo con esas situaciones, muchas veces incómodas, que les pasan a las mujeres en el contexto social y familiar como en el sexual.

Pasado ese primer monólogo, Melissa se inserta en las diversas comedias de la nueva temporada de las jevas, exhibiendo entonces sus quilates en la interpretación de personajes. Lo hace con naturalidad y convencimiento, porque para eso se entrenó. Tiene, quizás, más herramientas que sus compañeras porque su mayor talento está en la improvisación. En ese arte, ella es la maestra, y eso lo saben sus colegas masculinos en las “Noches de Impro”, otra producción de Teatro Breve.

“Para mí es más difícil un personaje específico, interpretarlo y llevarlo, que la impro. En la impro no hay nada establecido, pues no hay errores”, dijo la cagüeña, residente de San Juan. “En el teatro tradicional de libreto, no puedes cometer errores... En la impro es, ¡Vamos a hacer! Uno lo ve complicado porque es salvaje, pero a la larga, cuando le encuentras la técnica, que es la base de mi investigación, pues no lo es; lo que se pone difícil es contar cosas interesantes y ahí es que está la complicación. Te tienes que reinventar, porque la impro no se debe repetir, porque deja de ser improvisación”.

Ese talento para crear una historia con sentido sin repetirse lo fue puliendo en su desarrollo como actriz, una carrera que no contempló hasta que le llegó el momento de solicitar a una universidad y sus alternativas eran escasas debido a su récord académico. Estudiar teatro entonces se convirtió en una oportunidad real.

“Cuando me puse en la mente que iba a estudiar teatro, yo ni sabía a lo que iba. Yo no entendía nada, estaba de cero”, compartió. Fue probablemente su primera improvisación sin saberlo.

Llegada a la Universidad del Sagrado Corazón, su primera experiencia fue encontrarse con una asamblea de estudiantes de teatro protestando porque se graduaban sin haber ejecutado ni una vez sobre las tablas.

“Llegué allí, vi esa asamblea y dije, ‘Ok, quizás este no es el mejor sitio para estudiar esto, me voy a transferir para la Universidad de Puerto Rico (UPR), pero me encontré con una generación que tenía muchas ganas de hacer”, recordó la artista.

Su encuentro en ese entorno universitario con el experimentado actor Rocky Venegas la convenció de estar en el lugar necesario. Había nacido su nueva pasión: el teatro. En el lenguaje del amor, la conexión que experimentó a través de la historia del teatro, pudiera definirse como un enchule y quiso hacer hasta circo.

“Me volví nerda (intelectual) loca”, contó. Tomó cursos fuera, con los “maestrazos” de la UPR, la actriz Idalia Pérez Garay, el fenecido director Dean Zayas y el actor José Félix Gómez, decidida a crecer en las tablas, sin nada más. Ya ni quería tener familia, solo hacer teatro.

Me acuerdo estar bien ilusionada con que iba a pasar el resto de mi vida haciendo esto y así ha sido”

-Melissa Rodríguez Nogueras, actriz

“Sentía que tenía habilidad, que era un espacio donde me sentía cómoda y me sentía yo misma”, compartió la artista de 41 años. “Investigar un personaje, me parecía brutal; Yo escribir de ese personaje mi propia historia como actriz, eso me voló la cabeza. Para mí era un juego y me conecté mucho con mi niña interior”.

Su primer trabajo profesional, aún dentro el escenario universitario, fue “Las brujas de Salem”. En adelante, no paró. Entró a formar parte de la Liga Puertorriqueña de Improvisación Teatral (LIPIT) -otra universidad para ella- y de ahí, el escritor y actor Mikephillippe Oliveros la invitó a ser colaboradora de Teatro Breve. Ahí permanece, agradecida de poder autosustentarse con su verdadera vocación.

El peso nunca ha sido un obstáculo para lograr oportunidades artísticas y ella ha sabido convertirse en una voz a favor de normalizar la diferencia de los cuerpos.
El peso nunca ha sido un obstáculo para lograr oportunidades artísticas y ella ha sabido convertirse en una voz a favor de normalizar la diferencia de los cuerpos. (Pablo Martinez Rodriguez / Staff GFR)

En ese “viaje”, como llama al camino artístico llevado hasta la actualidad, le tocó romper con el estereotipo de lo que se concebía como el físico ideal de una actriz. Fue una realidad que no la impidió de crecer y desarrollarse tanto como ha querido, pero sí la aprovechó para convertirse en una voz a favor de la belleza de los cuerpos.

“Soy vocal de la normalización de aceptar la gordura como parte de nuestra socialización sin que sea un objeto de hacer shaming (burla). Tratemos de normalizar que todos tenemos cuerpos diferentes, y hacerle entender a la gente gorda que estamos aquí, que estamos para quedarnos y que no eres tu cuerpo, eres mucho”, puntualizó la actrtiz sobre el tema que también abordó en la pieza de comedia “El cuerpo perfecto” junto con Yamaris Latorre y Madelyn Ortiz.

Igualmente junto con sus colegas varones en “Noches de Impro” procura no caer en contenidos que disminuyan a la mujer ni alimenten otros estereotipos. “La mujer no es necesariamente ni la celosa ni la histérica, ni la inútil, ni la que tiene que ser salvada, ni la tóxica; como que siempre estoy velando o tratando de hacerlos entender a ellos o de alguna manera siempre lo que estamos tratando de trabajar es que estos personajes (femeninos) estén en un nivel elevado de historia”, indicó.

Una de las razones por las cuales uno como mujer le mete bien cabrón es porque uno viene de un pasado de mujeres que no las dejaban trabajar, no las dejaban hablar, no las dejaban ser, entonces nosotras ahora queremos aprovechar toda esta ola, porque ahora es la mujer la que está dominando”

-Melissa Rodríguez, talento de Teatro Breve

Melissa quisiera ser llamada para algún proyecto dramático. “Soy buenísima en drama”, afirmó. Pero más que eso, lo que quiere es llevar su dominio de la improvisación a otro nivel, a uno en la que le toque defenderlo sola en el escenario.

“Mi próximo pensamiento está puesto en hacer un solo, un unipersonal, pero de impro. La idea es irme para Argentina, asociarme con unos compañeros improvisadores profesionales, que trabajan la impro como la quiero trabajar aquí”, adelantó de su plan para el 2023.