LOÍZA. La música de alabanza que tradicionalmente forma parte de la celebración de la Santa Misa, suena diferente cada último domingo de mes en la Parroquia Espíritu Santo y San Patricio. Y es que son los tambores los que marcan los cánticos religiosos al ritmo de la cadenciosa bomba.

De esta forma la cultura afrocaribeña protagoniza el ritual católico, desde hace ocho años, cuando el sacerdote mexicano Rocendo Herrera Rodríguez fue asignado como líder de la tercera parroquia más antigua de la Isla.

“Soy muy sensible y bien respetuoso con la con la cultura. Entonces recuerdo que el primer toque de bomba fue aquí. Los jóvenes llegaron ahí y empezaron a tocar los tambores. Yo estaba en casa aquí arriba, y me dije: ‘¿Qué es esto?’ Cuando vine a ver, me encantó. Si te soy sincero, pensé lo siguiente: ‘¿Será que yo un día voy a tocar?’ Lo pensé y lo sentí”, contó el párroco de 53 años, quien no solo aprendió a tocar los tambores de bomba, sino también a bailar y a construir sus propios tambores.

El padre Ronsendo Herrera Rodriguez aprendió a tocar y confeccionar los barriles.
El padre Ronsendo Herrera Rodriguez aprendió a tocar y confeccionar los barriles. (XAVIER GARCIA)

Herrera Rodríguez, quien pertenece a la orden religiosa Siervos Misioneros de la Santísima Trinidad, llegó a Loíza a cubrir por tres meses al párroco anterior, sin imaginar que no solo se enamoraría de su gente, sus tradiciones y de la comida, sino que estaría al frente de dos parroquias loiceñas; Espíritu Santo y San Patricio, ubicada en la calle Carlos Escobar, en la que lleva ocho años, y de la Parroquia Santiago Apóstol, localizada en Medianía Alta, donde labora hace un año.

Poco a poco el sacerdote fue transformando el rito tradicional en una misa afrocaribeña, siendo una de las primeras iglesias en Puerto Rico en incorporar las raíces africanas al sermón, indicó.

“Al principio fue mucho trabajo. Pero yo no aposté por venir a Loíza a incentivar el catolicismo nada más, sino también a hacer un cambio social, a provocar un cambio social”, destacó.

El liderazgo del padre Herrera Rodríguez se hace evidente a través del apoyo de los feligreses, quienes se han unido a sus novedosas iniciativas, como realizar misas al aire libre en lugares donde han ocurrido crímenes en el pueblo, una manera de mostrar apoyo y solidaridad a las familias de las víctimas. Entre sus próximos proyectos, está habilitar unos edificios ubicados en los barrios El Cabo y Pompeya, en Loíza, para ofrecer tutorías a niños y jóvenes de la comunidad que carecen de recursos. En el centro contarían con maestros, trabajadores sociales y un salón de computadoras, de las que 20 ya fueron donadas, según detalló.

El liderazgo del padre Herrera Rodríguez se hace evidente a través del apoyo de los feligreses.
El liderazgo del padre Herrera Rodríguez se hace evidente a través del apoyo de los feligreses. (XAVIER GARCIA)

La parroquia Espíritu Santo y San Patricio, ubicada ala lado de la plaza pública, celebra la misa regular todos los domingos a las 7:30 a.m. y a las 9:00 a.m. La misa con bomba es el último domingo de cada mes, a las 9:00 a.m. Cabe destacar que para la entrada a la iglesia se siguen los protocolos del COVID-19 y se guarda el distanciamiento en los asientos. Para más información, puede llamar al 787-256-2553.

Parroquia Espiritu Santo y San Patricio de Loíza.
Parroquia Espiritu Santo y San Patricio de Loíza. (XAVIER GARCIA)

La tercera más antigua en Puerto Rico

La Parroquia Espíritu Santo y San Patricio, en Loíza, es la tercera iglesia más antigua de Puerto Rico, y que aún continúa en uso. Los historiadores señalan que para 1645 ya existía una ermita en el pueblo de Loíza dedicada a San Patricio. Se cree que su fundación surge en el año 1729, ya que la primera partida de bautismo surge para esa fecha. Es la única iglesia que su entrada principal queda en dirección hacia el Río Grande de Loíza. En el 1976 quedó inscrita en el Registro de Monumentos Históricos Nacionales.