La felicidad no solo es un momento, ni un logro ni un amor. Ser feliz es la mezcla de eso y mucho más. Es el resultado de un montón de procesos que, unos más luminosos que otros, conducen a ser feliz.

La actriz Suzette Bacó lo ha vivido así.

A sus 56 años vive el mejor momento de su vida y su mayor aspiración es que cada mujer logre experimentar la plenitud que ella goza hoy día. Y eso se ve. Luce radiante, alegre, cada palabra que verbaliza proviene de una madurez, un pensamiento profundo, un compromiso que se refleja en toda ella.

Increíblemente, con 37 años de carrera artística, Suzette Bacó nunca había tenido una entrevista -sola- en un teatro. Esta fue la primera vez, según compartió mientras bajaba las escaleras de la Sala de Drama René Marqués en el Centro de Bellas Artes en Santurce. La cita sucedió una hora antes de uno de sus ensayos para la obra “Una noche salvaje”, con la que volverá a subirse al escenario de la misma sala el viernes, 23 de febrero.

Antes de su compromiso habló sin reservas. Libre y honesta.

“Yo estoy, a mis 56 primaveras, en la mejor etapa de mi vida. Nunca me había sentido así”, afirmó casi de entrada. “Mis amistades me decían que era resiliente, pero yo no lo veía, porque uno tiene una situación y tiene que salir de ella. Pero ahora entiendo lo que querían decir. No es solo que ante la adversidad dije, ‘hay que levantarse y seguir caminando’, no, es que trabajé lo que había que trabajar en cada proceso de pérdida de una manera profunda que me lleva al rediseño de la persona que soy hoy”.

Su esencia es la misma, pero su carácter cambió. Tampoco es la misma artista que comenzó hace casi cuatro décadas. En la actualidad cada acercamiento a un proyecto artístico responde a un compromiso más riguroso. “Las mariposas y el nervio siguen. Eso siempre va a estar ahí. Pero se vuelve una gran responsabilidad porque también uno va entendiendo que a través de los trabajos uno puede impactar vidas de alguna forma”.

Ya estoy en una etapa de mi vida en que quiero armonía, paz, tranquilidad, procesos que me hagan crecer y que me aporten. Si no, con mil amores no lo hago, porque a estas alturas, aunque mi alcancía esté un poco bajita de fondos, mi paz vale más”

-Suzette Bacó, actriz y coach profesional

El “rediseño” de su vida fue el resultado de grandes pérdidas familiares, entre éstas sus padres, amistades, parejas, inclusive el hogar.

¿Qué ha sido determinante para alcanzar tu paz?

“Determinantes fueron las pérdidas que llegaron. Sin esas pérdidas no hubiera estado donde estoy hoy. Es difícil crecer sin pérdidas, es difícil crecer pasándola bien. Cuando estás pasándola bien no te sientas a pensar, ‘contra, hay cosas que debería resideñar de mí’, pero cuando la estás pasando mal, uno se replantea tantas cosas. Así que determinantes han sido mis pérdidas, cada una de ellas; desde la muerte de mis padres, demasiado pronto para mí, porque yo cumplía 40 años, y de ahí en adelante pérdida de amistades, familiares, parejas, trabajo, casa, no tener dónde vivir, perderlo todo, tener que empezar de cero, condiciones de salud. Han sido momentos donde tienes dos opciones: te estancas ahí y te quedas en el miedo y no haces nada, o te mueves hacia el amor, que lo que conlleva es salir de ahí iluminada, con paz, alegría, optimismo, esperanza y fe.”

¿Qué te hace feliz?

“Mi espacio, mi casa es mi remanso de paz; estar allí me hace muy feliz, antes no vivía eso. Es la primera vez que estoy en un espacio que llamo hogar y que sueño, en el día ajorado o cuando tengo mucho revolú, con llegar a mi casa y estar tranquila y en paz. Me dan paz mis amistades, mi familia, el trabajo que hago cuando es el que realmente quiero hacer, porque todos los actores y actrices hemos tenido trabajos que los hacemos porque necesitamos el dinero, no porque querramos, así que es un complemento de eso, y mi relación con ese ser superior es lo que sostiene y es la base de todo ese proceso de paz.”

¿Qué dejó de ser importante?

“No es importante lo que piensen de mí, no es importante el dinero en términos de sustancia primordial en la vida de una persona; el dinero va y viene, y como he estado de los dos lados, no pasa nada, y no es importante para mí la gente que no añade nada en mi vida. Antes se me hacía muy difícil sacarlas, ahora no.”

¿Cómo esa plenitud se manifiesta en el trabajo artístico?

“Grandemente, porque hay más seguridad, hay más colores, hay más áreas que explorar sin miedo y eso, para un actor es vital, porque cuando no tienes limitaciones en explorar todo lo que haya que explorar dentro para sacarlo y dejarlo salir, te da una amplitud en el escenario y una seguridad y una energía que la gente percibe, que la gente se lleva.”

El deseo más grande que tengo, lo digo de todo corazón y esto me sobrecoge tanto, es que cada mujer que haya sobre la faz de la tierra tenga el suficiente amor propio como para vivir en plenitud aunque estén solas, y que eso las haga aprender a ser más selectivas y poder salir de relaciones tóxicas, identificarlas antes de entrar a ellas, que sean plenas, que se sientan felices y seguras y no tengan que vivir aterrorizadas”

-Suzette Bacó, artista

La intérprete de “Doña Soto” tiene mejor relación con la edad a sus 56 años que cuando tenía 40. Se hace sus “arreglitos”, lo comparte sin tapujos. Habrá un momento en que no los hará más y se dejará las arrugas y las canas como su personaje más popular. Pero la edad en las actrices -mucho más que en los actores- resulta una preocupación y quizás hasta un problema. Una vez entradas en la adultez las oportunidades de trabajos se les reducen, cuando debería ser lo contrario, pues gozan de la experiencia para caracterizar e interpretar con mayores colores y herramientas.

Esto es algo que Suzette siempre ha tenido presente y, especialmente, durante el periodo de pandemia hizo una proyección sobre su futuro profesional y decidió explorar el coaching para diversificarse y tener otras alternativas de ingresos por si llega el momento en que cambie de escenario por completo.

“Ciertamente a la mujer se le penaliza más por el estigma de la belleza, sobre todo en este medio. Qué bueno que todo eso está cambiando poco a poco, porque tampoco las actrices tenemos que ser todas flacas ni todas tenemos que tener un prototipo de belleza específica. Eso tiene que ir cambiando, porque nos estamos moviendo en otra dirección, y las nuevas generaciones son más enfáticas en eso de lo que pudimos haber sido nosotros”, puntualizó.

La obra “Una noche salvaje” es una comedia que, a partir de los conflictos de dos parejas, aborda la hipocresía y el absurdo de las presiones sociales, y cómo las personas responden a ello.

La vida de Suzette no se libra de esto. Ser una mujer soltera es inexplicable para mucha gente por más feliz que sea. “No es lo mismo la soledad que estar solo”, advirtió. “A mí me place estar conmigo y lo disfruto. Yo viajo sola, como sola, hago las cosas sola, y me lo disfruto tanto como si tuviera a otra persona frente a mí; que me gustaría tener una compañía o un compañero de viaje, claro que sí, pero si no está o no llega, no pasa nada, porque he aprendido a llenar mi vida con otras cosas igualmente importantes”, subrayó.

La actriz proyecta publicar un libro a partir de los distintos procesos de pérdidas que le ayudaron a rediseñar su vida.
La actriz proyecta publicar un libro a partir de los distintos procesos de pérdidas que le ayudaron a rediseñar su vida. (Pablo Martínez Rodríguez)

Eso no quiere decir que no se aventure con algún date de vez en cuando y le ponga toda la emoción posible por más terrible que le resulten.

“Pareciera como un desespero, cuando realmente tienes que aprender a estar bien contigo y saber qué quieres y qué no quieres en tu vida”, dijo. “Tengo hasta tres red flags de máximo, al tercero, la persona se va, y como ves, se han ido. Ya a esta etapa de mi vida sé qué sí y qué no, y no soy perfecta y tampoco estoy buscando la perfección, pero tengo que buscar unas cualidades muy específicas que son vitales para mí, las demás cosas se manejan. Es un proceso entretenido, divertido, pero puede ser cansón”.

La actriz, asimismo, tiene presente que acostumbrarse a estar sola también puede ser una complicación, porque puede ser más difícil integrar a otra persona en su nuevo ritmo de vida. “Hay que ser vulnerable. La vulnerabilidad es hermosa, porque significa que te vas a abrir a todas las posibilidades que hay en la vida”.

Me veo en el espejo y digo, ‘yo me siento como una nena de 20 años’, y no se ve igual que 20 años, pero hay que manejarlo, hay que aprender a aceptarlo, y va a llegar un momento en que el pelo va a estar de un color y las arrugas van a salir por más botox que le pongas y hay que dejarlas salir porque tampoco vas a parecer un pollo estirao’”

-Suzette Bacó, actriz

El próximo 15 de marzo se cumplirán tres años del fallecimiento del actor Albert Rodríguez, quien fue uno de los mejores amigos de Suzzie, como la nombran sus allegados. Esa fue una de esas pérdidas que la sacudió, porque para ella los amistades son tan escenciales como el oxígeno.

“Los amigos son batería, son energía, es una célula más en mi cuerpo y yo no puedo ni me imagino mi vida sin ellos”, comentó esta cómplice de amor para las mascotas. Por eso cuando recibió la llamada de su amiga y colega Marian Pabón para informarle su diagnóstico de cáncer, fue otra sacudida.

“Lo primero que me pasó por la mente fue cómo lo va a manejar ella y tengo que decir que la actitud que ha asumido ante la enfermedad, el proceso y el tratamiento, ha sido encomiable, admirable, y la respeto y la admiro ahora más y he aprendido a crecer con ella en ese sentido”, manifestó, quien junto con la actriz Cristina Soler conforman un sólido trío de amigas.

“Realmente uno nunca está preparado para una información así de una persona que tú amas, siempre va a ser un puño en el estómago y así fue. Enganché y estuve llorando horas, porque no sabía si le había dicho lo suficiente que la amaba y lo orgullosa que estaba de ella, y lo orgullosa que estoy ahora”, sostuvo.

Suzette utiliza el humor cada vez que tiene oportunidad. Al preguntarle sobre un libro que mencionó temprano en esta entrevista, respondió que comenzó a escribirlo “hace 75 años” y tiene 56. Realmente empezó tras su divorcio, pero mientras se han dado otros procesos en su vida, lo revisita y lo reescribe. Publicarlo este año es uno de varios proyectos sobre su mesa que espera completar antes de recibir el Seguro Social.

Además de la obra “Una noche salvaje”, en la que compartirá el escenario con Lizmarie Quintana, Carlos Vega y Jorge Castro, la directora Emineh De Lourdes -que también dirige esta pieza- le está escribiendo un monólogo. Además contempla repetir el recorrido de El Camino de Santiago, pero saliendo desde Portugal.

¿Cómo te visualizas en cinco años?

“Viviendo a plenitud como estoy ahora, feliz, contenta, alegre, radiante, logrando cosas importantes para mí en mi plano personal, que no tienen que ver con el trabajo; creciendpo cada día más, porque el que se crea que ya llegó a un punto y eso es, no. Me darán otras bofetás en el camino, porque tengo que aprender, pero me veo radiante y creo que voy a ser una senior estupenda, sintiendome cómoda con piel.”