Una historia de besos

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Amorosos, tiernos, salvajes, coquetos, furtivos, abiertos... ¡son tantas las manifestaciones del beso!
"El beso parece un leve movimiento de labios, pero puede expresar emociones tan salvajes como encendidas, o sellar un compromiso, o desvelar un misterio", escribe la ensayista Diane Ackerman en su libro Una historia natural del amor.
Para el psicólogo Carlos Sosa, el beso u ósculo "es una expresión que la cultura nos ha enseñado que es una manifestación directa de comunicar diferentes tipos de afecto".
Por lo tanto, y de acuerdo con Ackerman, no sólo besamos románticamente, sino que también besamos un dedo lastimado de un amado, un símbolo religioso, la bandera de la patria, nuestra tierra, un amuleto de buena suerte, una fotografía y se besa para saludar y despedirnos unos de otros.
Sus efectos trascienden el placer, ya que derivan múltiples beneficios. Y es que besar "nos ayuda a sentirnos cómodos porque hemos comunicado efectivamente una expresión de cariño o amor", acota Sosa.
Un beso puede también, en ocasiones, superar las palabras. "Cuando una pareja o una persona está distanciada de otra, el hecho de que puedan hablar, comunicarse y concluir con un beso hace de éste un símbolo que sella la reconciliación", informa Sosa.
Lo insólito es que los seres humanos no somos los únicos que hacemos las paces mediante un beso. El psicoanalista Alfredo Carrasquillo comenta que "los primatólogos han encontrado que entre los monos hay besos para transferir alimentos de boca a boca, y en algunos grupos de primates, el beso es un recurso para zanjar un conflicto".
De igual forma, el besar se hace tan cotidianamente que nunca se cuestiona de dónde puede provenir esta práctica a nivel del ser. "Los estudios antropológicos dicen que cuando la mayoría de los sujetos besan, lo hacen volteando la cabeza hacia la derecha; el mismo movimiento que se hace para pegarse al pecho materno", indica Carrasquillo.
"Freud tenía una frase bellísima que decía que nos encanta besar porque el beso fue el contacto privilegiado con nuestro primer amor, que es obviamente, la madre. El beso es la primera conexión con el otro, que es el pecho materno", agrega Carrasquillo, quien también es profesor de estudios culturales en la Universidad del Sagrado Corazón (USC).
Una marca cultural
La autora de Una historia natural del amor destaca que "para los pueblos primitivos, el aire caliente que sale de la boca es una encarnación mágica del alma, y un beso, el modo de fusionar dos almas". De esa noción al presente hay una gran brecha, pero es un recordatorio de cómo aún hoy el beso adquiere distintas lecturas según la cultura.
"Los antropólogos han hecho cálculos que señalan que solamente el 10% de las culturas no tienen el beso, pero en el 90% toditos tenemos el beso como una práctica importantísima cultural, afectiva y sexual", aclara Carrasquillo.
Según Sosa, el beso tiene un gran valor cultural y eso lo evidencia los diferentes grupos sociales en los que este gesto se utiliza como saludo. "En la cultura nuestra, usualmente el beso ocurre entre hombres y mujeres, y no entre hombres. Pero hay culturas donde el beso ocurre entre hombres y es una manera de expresar afecto", manifiesta Sosa.
Para citas con el psicoanalista Alfredo Carrasquillo, llama al 787-282-1070. Para consultas y citas con el psicólogo Carlos Sosa, llama al 787-640-2823 y al 787-755-2402.
Algunas formas de besar
Beso seco: cuando se apoyan los labios de uno contra los del otro.
Beso succionador: para practicarlo, uno tiene que tomar entre sus labios el labio inferior de su pareja para introducirlo en su boca, mientras que el otro ejerce un movimiento de succión.
Beso francés: consiste en tocar con la lengua los labios del otro para luego introducir la lengua en la boca de su pareja y viceversa.
Beso de yo te sigo: se espera que uno de los dos comience la acción de besar y que el otro lo siga hasta alcanzar un ritmo apasionado.
Beso hollywoodense: procedente de las películas de los años 50, en este tipo de beso uno inclina al otro hacia atrás, en una invitación a estar más cómodo y prepararse para la escena que se avecina.
Fuente: www.amor.com.mx
Besos reconocidos de la historia
No todos los besos son de amor, y basta considerar el caso de la traición de Judas Iscariote a Jesús de Nazaret bajo el símbolo de un beso en esa escena que se desarrolló en el Huerto de Getsemaní.
El séptimo arte ha obsequiado infinitos besos, pero el que los personajes Rhett y Scarlet se dieron (Clark Gable y Vivien Leigh, respectivamente) en el clásico Gone with the Wind retumba como uno de los inolvidables.
Cuando la reina y la princesa del pop, Madonna y Britney Spears, se besaron como parte de su espectáculo en los MTV Video Awards de 2003, tal vez no imaginaron que aún hoy día se rememoraría ese acto como uno incomparable.