Aún no compara con el glamour y grandeza del evento anual de la Quinta Avenida de Nueva York, pero nada impide que el calor boricua se haga sentir al máximo esplendor sin importar el escenario y bajo cualquier circunstancia. Claro está, la ciudad de Orlando es en este momento es un gran ejemplo.

Miles de boricuas, junto a grupos de hispanos y decenas de curiosos turistas, invadieron este sábado desde el mediodía los predios de la Calle Orange en Orlando para festejar la tercera edición del Desfile Puertorriqueño de Florida, dedicado al Municipio de Guánica y en honor al jefe de la Policía de la ciudad, Orlando Rolón.

Este sábado se celebró en la Calle Orange en Orlando el Tercer Desfile Puertorriqueño.

“Somos muchos”, exclamó a todo pulmón don José ‘Cheo’ Estrada, oriundo de Guánica y ahora residente en Kissimmee. “Esto va progresando y son muchos los que faltan. El (Desfile) de Nueva York todavía es mucho más grande, pero creo que con el tiempo esto va a ser mucho mejor”, agregó con evidente emoción.

El alcalde de Orlando y Gran Mariscal del Desfile, Buddy Dyer, encabezó la larga lista de personalidades políticas, líderes cívicos y representantes de distintas organizaciones de la ciudad y del estado que dijeron presentes en la actividad, junto a múltiples empresas privadas y medios de comunicación que participaron en el desfile de unas dos horas de duración.

Guánica, por ejemplo, llegó con una extensa delegación encabezada por su alcalde, Santos Seda,  quien destacó que “esto es un reconocimiento extraordinario y sumamente especial. Es la primera vez que se le dedica a un municipio y como guaniqueños tenemos la oportunidad de ofrecer aquí en Orlando una manifestación cultural de lo que es nuestra gente y nuestro pueblo”.

Hubo, además, variados tipos de manifestaciones culturales de la vida y la historia boricua, incluyendo pleneros, la Escuela de Bomba Tata Cepeda, delegación municipal de Naranjito, grupos de bailes urbanos, agrupaciones folclóricas, ciclistas, motociclistas, cabalgatas de caballos de paso fino y clubes de carros, entre otros. Hasta Mickey y Minnie Mouse hicieron acto de presencia.

“Esto es fantástico y se va a poner más grande todavía. Aquí vamos a seguir plantando bandera y a preservar nuestra cultura y tradiciones”, dijo uno de los organizadores del evento, Mike Moreno. Dentro del público, por su parte, llamaba la atención la presencia del joven de raíces juanadinas y nacido en Ponce, Miguel Rodríguez, quien llegó a la Parada  vestido con un taparrabos y con su torso lleno de tatuajes indígenas al descubierto en honor a la herencia taína de Puerto Rico.

Resultó curioso porque solo vivió sus primeros dos años en la Isla, antes de ser llevado a vivir a Filadelfia hasta que acaba de mudarse hace apenas un mes a Kissimmee. “Son mis raíces nativas. El  corazón mío está en la Isla. Nadie habla de nosotros (los taínos). Hay que enseñarle a los niños de esta  generación de dónde venimos”, explicó Rodríguez, de 26 años de edad.

Sobresalió, asimismo, la enorme pancarta del movimiento social ‘Abrazo del Millón de Vidas’ que se unió al grupo de atletismo ‘Borinqueneers Runners Florida’ y organizaciones religiosas para promover su campaña por la prevención de suicidios. “A través del deporte tratamos de evitar que las personas caigan en depresión y estamos felices de estar aquí llevando el mensaje entre nuestra gente”, afirmó el director del grupo de corredores, Carlos Martínez.

Una vez finalizado el desfile comenzó un espectáculo artístico en los predios del Dr. Phillips Center For The Performing Arts con la presentación de J. Álvarez, Bobby Cruz, Julio César y Victoria Sanabria, Prodigio Claudio y Los DPR, entre otros.