Vega Baja.- Tan intensa como fue su vida, fue la despedida física del locutor Abdiel “The Loverboy”, fallecido en la madrugada del jueves a causa de un infarto masivo. 

A pocos minutos de ser enterrado hoy en el cementerio Fuente de Luz Memorial Park, la única mujer de tres hermanos, Magdalis González, compartió que un día no sería suficiente para contar las aventuras de su hermano. Desde ser un fiebrú de las patinetas y bicicletas tipo BMX hasta llegar a ser un prospecto en el deporte de béisbol y piloto de helicópteros, de ahí que el conocido capitán Benítez sobrevolara el cementerio y como homenaje póstumo echara a volar pétalos blancos.

A su espíritu arrojado se sumó la pasión que desarrolló por la animación y locución, talento que comenzó a revelar desde su temprana juventud, según comentaban sus amigos de Vega Alta, pueblo donde se crió.

Fue a través de su voz peculiar y su distintiva frase “Oh my God”, que Abdiel González Ríos tocó a miles de personas a través de la radio, y eso se reflejó en el cariño y el respeto que imperó en su sepelio, donde no faltaron las canciones que marcaron su carrera.

Heaven In Your Eyes lo acompañó hasta su última morada y fue gracias a ese tema de la banda de rock canadiense Loverboy, que ganó el seudónimo que ahora queda en la memoria de quienes lo admiraron y conocieron.

(teresa.canino@gfrmedia.com)
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“Lo más importante y lo más que me llevo de él es qué hay amistades, pero amigos y hermanos casi nunca pasan de cinco, y lo voy a extrañar, voy a extrañar mucho nuestras conversaciones”, dijo Cedeño antes de quebrarse por el llanto.

Igualmente quien fue mano derecha en el negocio Only Burger, Wilson Castro, le agradeció haberle inculcado el valor por el trabajo, ayudar a quien necesita e ir tras sus aspiraciones.

Entre las decenas de presentes, destacaron la mamá del comunicador, Iris Delia Ríos, y las tres hijas, incluida la biológica de cinco años, Mica. Se dio a entender que Joel Santiago “El Intruder”, amigo y compañero del “Loverboy” en el recién estrenado programa “El Jukeo”, de Play 96.5 FM, se excusó con la familia por lo mucho que le afecta esta pérdida.

La madre pudo contener su tristeza para dar las gracias por la solidaridad recibida desde que se dio a conocer la noticia a tempranas horas del jueves y sobre todo le dio las gracias a Dios por el tiempo que le permitió gozar de su hijo. “Dándole las gracias a todos, a todos, especialmente a nuestro Señor Jesucristo, que me lo dio y se lo entregamos”, expresó la madre de tres hijos.

“Agradecida de la vida que tuvo, y el Señor, yo sé que está con él. Abdiel, mi hijo amado, estás con el Señor. Te amo y te seguiré amando y el pueblo de Puerto Rico te sigue amando”, se despidió para seguido tomar un pañuelo y secar sus lágrimas.

Cuando el personal de la funeraria Valentín les anunció a los familiares y amigos que estaban próximos a enterrar el cuerpo, las dos hijas mayores del locutor, a quienes adoptó como suyas desde que tuvo una relación con la madre de ellas, descargaron toda su emoción. Lloraron hasta casi perder las fuerzas.

Luis Miguel González, hermano del locutor, lo despidió en nombre del padre de crianza de ellos tres, Joaquín González Román, quien igualmente prefirió no asistir para recordarlo vivo, como cuando lo sorprendía con algún plan entre manos, como su deseo de aterrizar un helicóptero en el techo de su casa.

González Ríos, de 47 años, falleció cerca de las 4:00 de la madrugada del jueves en el Guaynabo Medical, a donde llegó solo, estacionó su vehículo, llenó el récord e intercambió mensajes con una de sus hijas mientras era atendido.

“Estoy bien. El doctor me está atendiendo ahora. Cuida a Mica”, fue el último mensaje que compartió, según contó la cuñada. El personal del hospital le informó a la familia que estuvieron dándole CPR (reanimación cardiopulmonar) por cerca de una hora y el médico de turno estaba próximo a trasladarse con él en ambulancia hacia el Hospital Cardiovascular cuando ya no pudieron hacer más.