Al final del segundo cuarto del Super Bowl, en el que los Patriots dominaban 3 por 0 a los Rams de Los Ángeles, la banda de rock Maroon 5 tomó el centro del estadio Mercedes Benz de Atlanta, Georgia para el famoso  "Halftime show". El campo de juego se convirtió así en la arena musical en el que la agrupación ganadora del Grammy animó el espectáculo de medio tiempo del campeonato de la National Football League (NFL) acompañada de los raperos Travis Scott y Big Boi. 

El grupo liderado por Adam Levine fue el encargado de amenizar el descanso del partido. Una tarima en forma de M fue el escenario en el que enardecieron a la audiencia con un medley de Cold y This Love, que interpretaron antes de la entrada de Travis Scott.

Luego siguió Girls Like You, en la que Maroon 5 estuvo acompanado por un coro en vez de Cardi B, y She Will Be Love, en la que parte del público acompañó a Levine.

Fue entonces que Big Boi hizo su entrada en un automóvil que lo llevó hasta la tarima para cantar The Way You Move mientras el rockero bailaba junto a él. Maroon 5 volvió a tomar el control con Sugar, seguida de Move Like Jagger, que dio fin al show con un espectáculo de pirotecnia.

Antes del juego, Gladys Knight entonó el himno estadounidense. La llamada "emperatriz del soul" -cantante, autora, actriz y siete veces ganadora del premio Grammy- realizó una interpretación sobria en la que ningún jugador se arrodilló, lo que se había convertido en una protesta polémica dentro de los campos de la NFL por la discriminación que sufren los negros en ese país.

Los jugadores de ambos equipos se mostraron respetuosos, atentos a las interpretaciones y saludando con la mano puesta en el pecho.

Mientras Knight entonaba el Himno Nacional se presenciaron imágenes de soldados estadounidenses desplazados en el extranjero, pendientes del resultado del partido de fútbol americano que paraliza a todo el país, incluso fuera de sus fronteras.

Como ya es una tradición, al concluir la interpretación del himno, un escuadrón de seis aviones de guerra de la Fuerza Aérea de Estados Unidos cruzaron el cielo de Atlanta, pasando exactamente sobre el campo de juego de los Falcons para dar oportunidad a los más de 77,000 asistentes de ver el paso de las aeronaves.