Era la noche del 21 de mayo de 1993. En el Auditorio Nacional de la Ciudad de México se estaba celebrando el certamen de Miss Universo, un espectáculo visto por millones de personas alrededor del mundo.

En Puerto Rico, como todos los años, los boricuas se sentaron frente al televisor para ver cómo se desempeñaría la puertorriqueña. Ese año, una humilde joven de 18 años de Toa Alta tenía a cargo esa responsabilidad.

“Yo soy Dayanara Torres representando a Toa Alta Puerto Rico”, dijo la boricua en su presentación.

Llegó el momento donde los nervios aumentan; el anuncio de las 10 semifinalistas. Torres logró posicionarse en el selecto grupo junto a las delegadas de Colombia, Australia, India, España, República Checa, Estados Unidos, Brasil, Finlandia y Venezuela.

Tras eso, la bella boricua de pelo negro y ojos azules, demostró su simpatía en una entrevista informal, desfiló en traje de baño y arrojó pura elegancia en la competencia de traje de noche con un vestido blanco.

Sus atributos la llevaron hasta las 6 finalistas, posición que ocupó junto a las delegadas de Estados Unidos, Venezuela, Australia, India y Colombia.

Allí contestó una pregunta del jurado donde pudo resaltar los lo mejor de Puerto Rico. Su contestación la llevó a ser seleccionada entre las tres finalistas junto a Colombia y Venezuela, dos fuertes delegadas que sonaban para llevarse la corona.

Llegó el momento de la pregunta final y Dayanara mostró su serenidad y contestó de manera sencilla y elocuente.

Los nervios aumentaron cuando el animador anunció que diría el nombre de la segunda finalista que recayó sobre Venezuela. Solo quedaban dos chicas, Colombia y Puerto Rico. Esto provocó que todos los boricuas se sentaran al filo del mueve.

“Y la primera finalista es Colombia… la nueva Miss Universo es Puerto Rico, Dayanara Torres”, dijo en inglés el animador.

Ahogada en llanto, la joven de Toa Alta le regaló esa noche la tercera corona de Miss Universe para Puerto Rico, un momento que nunca los boricuas van a olvidar.

Dayanara tampoco lo olvida pues hoy, a 26 años de su coronación, la boricua recordó en su cuenta de Instagram el momento en que fue recibida en la Isla por miles de boricuas.

“Mi sonrisa… lo dice todo…”, escribió la Miss Universo 1993 acompañado de un vídeo de ese espectacular momento.