Actrices que se arrepintieron de trabajar en la industria porno
"No puedo ir a una entrevista de trabajo sin pensar en que la persona que me habla me está sexualizando".

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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Muchas personas que han trabajado en la industria de la pornografía han denunciado condiciones de trabajo deplorables, remuneración injusta, y constantes humillaciones y violaciones de derechos.
Algunas estrellas retiradas se han solidarizado con quienes aún sufren las secuelas que en su momento padecieron ellas y las apoyan en los difíciles procesos de retiro.
A continuación, conoce varias de las estrellas del porno que se arrepintieron de trabajar en la industria:
Mia Khalifa
La libanesa, de 26 años, trabajó por más de un año en la industria pornográfica, convirtiéndose en la actriz porno más popular del mundo en su año de debut (2014). Khalifa ha empezado varias discusiones tras algunas polémicas.
En su momento, grabó un vídeo pornográfico en el que aparecía con un hiyab (velo islámico), generando controversia. También, su relación con Robert Sandberg con quien se casará, ha sido muy criticada por tener un noviazgo y un futuro matrimonio después de ser una estrella de la pornografía.
A pesar de todas las polémicas, el mensaje de Khalifa es claro. Después de su retiro del porno, sufrió problemas de autoestima a raíz de todos los problemas que padeció por actuar alguna vez en una película para adultos. "Siento que todos me ven desnuda todo el tiempo. No puedo ir a una entrevista de trabajo sin pensar en que la persona que me habla me está sexualizando", confesó a la BBC.
Ahora es empresaria y envía mensajes de apoyo a las actrices porno y hace un llamado público para evitar que jóvenes entren a esta industria.
Vanessa Belmond
Trabajó por más de siete años en la pornografía. Entró a ese mundo con apenas 18 años y se desenvolvió en distintas películas hasta cumplir los 25. En una entrevista que hace parte del formato Date my Pornstar, reveló que después de su primera grabación contrajo clamidia. También contó que en algún momento sufrió otras enfermedades de transmisión sexual como gonorrea.
Al retirarse de la pornografía, confesó las condiciones de la industria no aseguran la salud de las actrices. En muchas ocasiones, tomar muchos analgésicos contra el dolor que requería para algunas escenas, la afectaron. Es otra exactriz porno que quiere ayudar a que mujeres jóvenes no entren a ese mundo.
Montana Fishburne
Se le conoce más por el sobrenombre de 'Chippy D' o por ser la hija de Lawrence Fishburne (Morfeo en Matrix). Grabó solo una película porno que provocó que su padre cortara la comunicación con ella. Dicha película causó polémica y un lío legal para la productora, pues se filtraron vídeos de ensayos sin el consentimiento de Montana. Eso la hizo retirarse de la industria, contó el Daily Mail.
El medio británico también reveló que Fishburne fue detenida por conducir bajo la influencia del alcohol y actualmente está en un programa de rehabilitación.
Shelley Lubben
Shelley Lynn Moore es uno de los ejemplos más importantes de las secuelas que dejan las exigencias de trabajar en la pornografía. Estuvo dentro de la historia por dos años (1993 y 1994). Su primera película la grabó con 24 años.
Después de ser atacada sexualmente a sus nueve años, Lubben fue prostituta desde los 18 a los 26 años. Luchó por muchos años contra sus adicciones a las drogas y el alcohol.
Al terminar su carrera pornográfica, confesó contraer un herpes que le terminó provocando un cáncer de cérvix que la obligó a extirparse el cuello uterino. Acusó que los rodajes en la pornografía son dañinos para la salud física y mental. Incluso, creó la fundación Pink Cross que ayudaba a las personas que quisieran salir de la industria y reunía fondos para aquellos adictos al porno, al sexo y a las drogas.
Murió a los 50 años en California el pasado 9 de febrero de 2019 por una insuficiencia cardíaca.
Bree Olson
A Rachel Marie Oberlin se le conoce también por haber sido novia de Charlie Sheen en 2001. Filmó más de 400 películas para adultos y confiesa haberse arrepentido de trabajar en la industria pornográfica.
Declaró que, después de su retiro, se le hizo muy difícil reinstalarse en la sociedad y conseguir un trabajo normal. Dice que muchos asumen lo peor de ella y que su reputación no es la mejor. Dijo que las exactrices porno enfrentan una realidad traumática a la hora del retiro porque es muy difícil comenzar otra carrera sin ser juzgada y sin que se cierren las puertas por su pasado en el porno.
En una entrevista con CNN, Oberlin reveló detalles sobre los malos días que vivió en la industria y lo difícil que ha sido reconstruir su vida. Además, recomendó a las mujeres jóvenes que no comiencen una carrera pornográfica.
Jenna Presley
'Brittni Ruiz' era el nombre con el que firmaba sus actuaciones pornográficas. Apareció en más de 300 películas, convirtiéndose en una de las actrices más reconocidas de la industria. Sin embargo, confesó estar arrepentida y traumada de todos los años en los que trabajó en la pornografía.
Declaró que vivió 'torturada' por varios años en una entrevista con el Daily Mail del Reino Unido. Además, reveló que contrajo gonorrea, y cayó en adicción a las drogas y el alcohol que la deprimió tanto que intentó suicidarse en una ocasión.
Confiesa haber encontrado una clase de superación en la religión que practica dirigiendo una iglesia evangélica.
Erin Moore
Apareció en más 60 películas para adultos desde que comenzó su carrera pornográfica a sus 21 años. Moore ahora es activista que reclama los derechos de las mujeres en la industria a la que ella tilda de machista.
En una investigación publicada en 'CovenantEyes', admitió que el ambiente laboral de la industria no es óptimo y que la presencia de sustancias psicoactivas es permanente: "Éxtasis, cocaína, marihuana, Xanax, Valium, Vicodin y alcohol. Esas eran las drogas que siempre las tomábamos".
Jessie Rogers
Con apenas 18 años, ingresó en la industria pornográfica, en la que grabó más de 115 películas. Contó que la presión de las productoras terminó por convencerla en someterse a cirugías estéticas como un implante de senos.
También, denunció ser golpeada en los rodajes por parte de actores y directores cuando las cámaras no estaban grabando. También hace parte de una organización antiporno en la que espera que su historia de vida inspire a mujeres para salir de la industria y a otras para que nunca entren.