Estamos hablando de Anamín Santiago. Su boda no podía ser convencional.

Luego de cuatro meses de relación, la actriz  boricua se casó el jueves con el pastor Juan Ángel Gutiérrez en una ceremonia en la que ratificó que solo ella es su propia dueña y, como tal, jamás renunciará a sus convicciones.

“En la reconstrucción de mi vida, he querido mayor participación en las relaciones amorosas. Yo fui quien lo invité a ser mi novio, a vivir conmigo para ahorrar dinero, y antes de que yo lo fuera invitar a casarme, él se me adelantó”, contó a Primera Hora sobre la unión, que ocurrió un poquito al estilo relámpago.

Aunque ya habían arreglado los papeles legales, la idea se les ocurrió la semana pasada, aprovechando que la familia que ella tiene en Estados Unidos vendría a Puerto Rico para asistir hoy, sábado, a la boda de su sobrino Gamaliel David Santiago.

“Me siento bien feliz y bien tranquila. Esta semana tuve tantas señales, que fue un mensaje poético de que estoy haciendo lo correcto”, expresó a este diario la protagonista de la pieza Anamín también tiene su bululú, disponible para actividades privadas y públicas en el número (787) 294-5150.

“Mi mamá (Ana Hilda Flores) y mi papá (Víctor Santiago) siempre soñaron que me casara en ese templo, así que, después de que firmamos los papeles, nos fuimos allá rápido y pasó todo bien lindo”, narró la intérprete refiriéndose a la Primera Iglesia Bautista de Caguas, donde el pastor César Maurás ofició el rito  el jueves a las 5:00 de la tarde.

Y vaya ceremonia. Además de las estridentes risas que emergen cuando Anamín se junta con sus mejores amigos, Alicia Malavé y  su colega actor Samuel Otero –quienes fueron los padrinos–, hubo más de un momento que dejó al pastor y al novio “sudando la gota gorda”, narró la artista.

“En medio de la ceremonia, cuando el reverendo ha dicho: ‘Para que el mundo sepa que tú eres su dueño’, yo he virado la cabeza y pensé: ‘¡Es que él no me desposa! ¡Me desposo yo a mí misma!’”, detalló.

La también periodista añadió que, “al final, que teníamos que repetir las palabras de él (el pastor), yo dije: ‘En el nombre del Padre y de la Madre Dios’... No   me salió por rabia, sino porque ese es mi pensar”.

Lleno de amor, su “hombre misionero” aceptó con una sonrisa el acto revolucionario de su “marida”. No será el primero ni el último, así que más le vale, consideró Anamín.

“Todo salió natural y quise que  (la boda)  reflejara mi estado de conciencia actual. Por eso mi madrina es una maestra y mi padrino es un hombre homosexual negro”, indicó al señalar que quien originalmente los iba a casar era el reverendo George González, responsable de un sinnúmero de uniones de la población lésbica, gay, bisexual, transexual y transgénero (LGBTT) en Puerto Rico.

 González tuvo situaciones personales que le impidieron suministrar el sacramento, pero más tarde se unió al festejo en la pizzería Mastro, en Río Piedras. Entonces, los ayudó Maurás, quien resulta que era el guía espiritual de Anamín cuando ella era chiquita.

La presencia de la comunidad LGBTT, cuyos derechos defiende la artista, aumentó durante la celebración en esa pizzería, a la que llegó el profesor Luis Felipe Díaz, creador del personaje “Lizza Fernanda”.

Busca A su primer bebé

El próximo paso para los recién casados es convertirse en padres, contó la actriz.

“Vamos a buscar bebé y no podemos esperar. Antes de que empiece el rollo del semestre, hay que... tú sabes lo que tenemos que hacer (ríe). Sumamos y restamos, hablamos con la ginecóloga, y tenemos que empezar ya”, relató pizpireta.

Anamín detalló que la luna de miel ocurrirá en diciembre, pues este lunes comienza el que podría ser su último año en la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, donde cursa un doctorado en literatura hispánica.

“Yo sé que no me voy a volver a casar, porque se dio una ceremonia tan bonita, que yo dije: ‘Esta es la que es’”, pronosticó.