Brenda Román muestra sus dos tesoros

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Cada vez que los mira a los ojos, le da gracias a Dios por haberla bendecido con la maternidad. Cómo no hacerlo si es que los dos querendones de Brenda Román, vocalista de la banda Sí Señor, heredaron su mirada, en la que ve reflejada parte de su ser.
Primero fue el nacimiento, hace ocho años, de Jaime André que despertó en ella toda la ternura. Ahora ha sido la pequeña Amaia Sofía, de ocho meses, quien le ha duplicado la dosis.
Lograr compaginar la Brenda artista con la Brenda madre no ha sido fácil, mas -según asegura- la clave ha estado en que cada instante que pasa en familia, los protagonistas son ellos.
“La parte más difícil es cuando estamos de promoción, que tengo que pasar mucho tiempo fuera de la casa. Con las actuaciones, como son de noche, ellos están durmiendo y no lo sienten tanto. Pero pienso que para la nena debe ser difícil despertarse a media noche y ver que mamá no está. Ha sido difícil pero no imposible. Siempre he tenido personas que me ayudan”, expresa para luego hacer un alto y revelar que ha sido su mamá, doña Elizabeth Agosto Navarro, su mayor apoyo.
La crianza de su prole la comparte con su media naranja, Jaime Cruz, quien comprende muy bien sus horarios.
Pero el “jovencito” de la casa, Jaime André, también es de gran ayuda para su mamá. “De verdad que me ayuda un montón y nunca dice ‘no’ ”.
Sin embargo, aunque el chico no lo manifiesta abiertamente, ha sentido celos de su hermanita, por lo que de vez en cuando hace una que otra travesurita.
“Hace algunas noches, estábamos el papá y yo hablándole a Amaia. De momento, el nene se paró y se fue como diciendo estoy fuera de la conversación. Nos dimos cuenta y rápido lo llamamos. Quisimos hacerle ver que es parte importante”, narra.
Dentro de este marco de felicidad, la cantante de Sí Señor no puede evitar sentir preocupación por la realidad que se vive en Puerto Rico.
“Pienso que no hay esperanza de que las cosas vayan a mejorar. Pero sé que la educación y los valores que les fomente en mi hogar, los van a ayudar. La unión familiar y la comunicación son lo más importante. Con éstos, nada los va a descarrilar”, asegura.