El amor por el mundo del entretenimiento la llama por herencia. El orgullo aflora al repasar el peso de la trayectoria de su abuelo, el legendario Tommy Muñiz, y de su papá, el reconocido productor Rafo Muñiz. Mas Camelia Muñiz prefiere ganarse los aplausos por mérito propio, por eso en su afán de crear su camino, el compromiso académico ha sido clave para potenciar sus talentos.

Egresada de New York University Tisch School of the Arts, su preparación incluye actuación, producción, dramaturgia, canto, radio y creación musical. También aprendió a tocar el piano, la guitarra y la batería. A sus 25 años, sus habilidades como actriz, cantante y productora las ha ido puliendo a través de diversas oportunidades a nivel profesional.

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“Desde chiquita yo veía a mi papá, a mis primos, a mis tíos, a mi abuelo, existir en el mundo del entretenimiento y a mí me daban unas ganas de ser parte de ello, y yo misma meterme a actuar y a cantar”, confesó con orgullo al mirar sus inicios. “Yo amo el Muñiz en mí. Yo amo mi familia. Yo amo el legado establecido, no tan solo por mi abuelo, pero por mi papá, mis tíos. Todos mis primos trabajan en cine o fotografía, en teatro”.

Uno de sus proyectos recientes es el espectáculo “Me enamoro de ella”, un tributo a Juan Luis Guerra y al grupo 4.40. Junto a Gilmarie Villanueva, Víctor Santiago y Luis Obed Velázquez, Camelia forma el cuarteto dirigido a repasar el repertorio del famoso cantautor dominicano y la banda, acompañados de la Orquesta Filarmónica de Puerto Rico, en el Centro de Bellas Artes de Santurce.

“Escucho mucho merengue y mucha bachata, pero nunca la había interpretado en un espacio en donde se puede aprender a ser un instrumento más en la orquesta, que la voz sea un instrumento más”, reflexionó con admiración sobre el concierto que se presentó con éxito este fin de semana, y que repetirá el próximo 16 de agosto a las 8:30 p. m. en el mismo recinto.

“Con mi papá, con Rafa, siempre trabajo la parte de producción”, expuso con ilusión la actriz, quien en 2022 coprotagonizó la versión teatral de la reconocida comedia televisiva “Los García”, en la que laboró su abuelo en la época de oro de la televisión puertorriqueña. “Trabajo la parte creativa también, así que es otra oportunidad para darle vida y materializar, y poner en escenario esta música que provoca emoción. Las palabras de Juan Luis son bien evocativas, así que poner todos esos elementos de la orquesta, la voz como instrumento, las letras de Juan Luis, todo eso junto ha creado este espectáculo que tiene muchas partes, es como una maquinaria gigante, muy ‘fulfilling’ la experiencia”.

¿Qué viene a tu mente al recordar a don Tommy Muñiz?

“Mi abuelo escribía, producía, dirigía y actuaba también. Hacía demasiadas cosas. Yo no logré conocerlo a él en realidad, porque se murió en el 2009 y yo era bien chiquita, pero siento que ‘maybe’ (quizás) a él le pasaba lo mismo que a mí, que en cada una de mis facetas, de mis disciplinas, se alumbra una parte distinta de mí. En la producción se alumbra mi parte de organización, mi parte de que producir es como un rompecabezas. Cantando y actuando se alumbra mi parte interpretativa, mi parte creativa, así que todas tocan una faceta distinta en mí y pues todas juntitas me completan”.

¿Qué consejo valioso recuerdas de tu papá?

“Mi papá siempre me dijo que estudiara. Yo estudié en el Conservatorio de Música y estudié después en NYU, estudié en la Escuela de Artes Tisch. Tú no tienes que estudiar para ser artista, pero cuando pueden existir dudas de ‘ah, ella está ahí porque es hija de su padre o es nieta de don Tommy’, igual que un dentista tiene que estudiar para ser dentista, aquí mi crédito está en que yo estuve cuatro años estudiando en Nueva York, estuve cinco años viviendo allá. Cogí clases de todo en el Conservatorio de Música, de voz, de batería, de teoría, de piano, de guitarra, de teatro musical”.

¿Cómo es laborar con Rafo Muñiz?

“Yo no puedo negar que la mayoría de mis oportunidades vienen de colaborar con mi papá, pero es que es tan especial colaborar con tu papá, y me imagino que para él con su hija. Él y yo somos bien similares. Entre él y yo hay 43 años, así que hay par de generaciones entre él y yo, y hay muchas diferencias de cómo ‘approach’ el trabajo, pero como somos tan similares y tenemos la misma meta, que es que el público lo disfrute, que la orquesta pueda lucir bien, que sea un show de calidad, que sea un show de primera, como tenemos esos mismos principios, como llegamos a la meta, pues como que no importa tanto. Él y yo podemos pasar de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde trabajando y cuando llegamos a casa, entre él y yo tenemos más conversaciones, tenemos más ideas”.

¿Por qué decidiste regresar a Puerto Rico?

“Yo amo a mi familia. Se me hizo muy difícil estar sin mi familia. He hablado mucho de mi papá, pero mi mamá es mi mejor amiga, y que pasaran los días y yo no supiera lo que estaba pasando en mi casa, fue como que muy extraño. Primero, soy muy de casa. Y segundo, yo creo que la mayoría de las personas que se mudan de Puerto Rico y tienen que interactuar mayormente con personas que no son de Puerto Rico, hay como una versión tuya que tú tienes que ser allá, que no es la que tienes que ser aquí. Aquí es casa. Aquí es tu jerga, tu manera de ser, y sentía que eso me hacía falta, esa conexión. Aunque yo estoy loca por volver allá y trabajar allá, y tengo muchísimos amigos que adoro y que estuvieron ahí para mí y yo para ellos. El arte que se crea particularmente en Nueva York, para mí es extraordinario, pero hay algo de ser y de la cultura, y estar aquí en Puerto Rico, que me hacía mucha mucha falta”.

¿Cómo es la dinámica de trabajar con tu pareja, Luis Obed?

“A mí me encanta. Luis Obed no tan solo es un gran artista y un gran cantante, actor de primera, para mí, él es uno de mis artistas favoritos. Pero también es mi mejor amigo. Tenerlo ahí a él... Se trabaja de 9:00 de la mañana a 5:00, y después, al ensayo, y tenerlo ahí, tener a alguien que incondicionalmente está ahí para ti, es muy especial y la paso demasiado bien. Yo estoy superenamorá. Y dentro de todo, verlo a él también en su propio proceso de cuando recibe la música y tratar de atacar las canciones de cierta manera. Verlo trabajar también me inspira un montón”.

¿Qué huella quisieras dejar como artista?

“El arte puertorriqueño creado por nosotros para nosotros, es lo más que se tiene que preservar en Puerto Rico y lo más que se tiene que auspiciar y desarrollar. Yo pasé cinco años en Nueva York y volví hace poco, pero mi proceso desde que volví ha sido conectar con lo que está pasando aquí y siento que, mirando hacia adelante, es algo que me gustaría trabajar más, cómo se puede crear aquí y exportarlo al cine del mundo, al teatro del mundo, sin tener que cambiar lo que es intrínsecamente nuestro. Y yo siento que eso es algo que mi abuelo hacía con su trabajo. Una de mis cosas favoritas es ir a los archivos de mi abuelo en la Universidad de Puerto Rico, que ahí hay libros y programas y un montón de cosas, y ver cómo ese arsenal de creación de él es un arsenal de la cultura de Puerto Rico. Y eso es algo que a mí me gustaría, poder crear, que cuando yo ya no sea parte de este planeta, que la gente pueda mirar mi arte, mirar lo que yo he creado y decir ‘esa muchacha era de Puerto Rico y todo lo que ella tocó tenía que ver con eso’”.

Los boletos para la cuarta función de “Me enamoro de ella” están disponibles a través de www.tcpr.com y en la boletería del CBA.