“Yeimi aprendió del perdón y la redención, más allá de la venganza.” La actriz colombiana Carolina Ramírez habla de su personaje de la serie de Netflix La reina del flow, que ha trascendido más allá de las culturas. 

Carolina Ramírez nació bailarina. Fue su primera pasión en el arte. De ahí tal vez procede esa gran fuerza escénica que la acompaña. Empezó a bailar en Cali, la tercera ciudad de Colombia, ubicada en el occidente del país, donde nació el 20 de junio de 1983. A los 15 años, ella y su familia se trasladaron a Bogotá, donde siguió estudiando danza hasta que el director de televisión Jhon Bolívar la descubrió como actriz en un concurso. 

“La actuación le ha dado sentido a mi vida, me dio aceptación. Cuando hacía solo danza creo que atentaba un poco contra mí (por la exigencia), entonces la actuación me reconcilió con muchas cosas. Claro, cuando uno baila también interpreta, pero la actuación en su estado puro me ha hecho transitar por lugares donde me siento cómoda, puedo ser todos los personajes que quiera ser, me da mucha libertad”, dice. 

Y uno de ellos, sin duda, es “Yeimy Montoya” o “Tamy Andrade”, su otra personalidad en La reina del flow, una joven que, enamorada, se va a Estados Unidos con su novio y allí es descubierta con una maleta llena de droga. Termina en la cárcel, donde se da cuenta de que está embarazada. Su vida en Medellín, donde “Yeimy” creció, incluía ser no solo una niña feliz con su familia en un barrio popular, sino componer los temas que “Charly Flow” le robó y con las que se hizo famoso mientras ella pagaba una pena. 

Con un acuerdo, “Yeimy” vuelve a Colombia a terminar con una banda de la que hace parte “Charly”, pero también con deseos de venganza. Más cuando cree que su hijo murió con su abuela en un incendio. 

“Ha sido un personaje que ha generado una reacción positiva no solo en Colombia, sino en otros países y eso es muy interesante de ver: que en otras culturas, que son distintas, trasciende y vaya hacia las pasiones humanas como el perdón y la venganza”, comenta. 

Y agrega que fue una caracterización que le mostró dos caminos: “Ella escogió la venganza y yo, Carolina, prefiero el perdón. Pero eso es lo bonito, que en un momento ‘Yeimy’ pensó en la redención. Además, me dejó grandes amigos, un gran equipo de trabajo y, sobre todo, la gente que ahora me sigue, que es de todos lados, eso es lo mejor”. 

Es su segundo personaje como cantante. El primero fue en La hija del mariachi, donde representó a “Rosario Guerrero”, una joven mariachi que descubre el amor con un mexicano que llega al grupo en el que ella trabaja. 

“Si me preguntas qué música prefiero, te digo que la ranchera y es porque en La hija del mariachi hicimos canciones de José Alfredo Jiménez que tenía una poética muy especial, sus composiciones de amor y despecho son entrañables”, sigue. Y agrega: “En La reina del flow, por el contrario, las canciones son todas originales para la serie, no hacen parte de la cultura popular musical y eso implicó meterse en la piel de esos temas. Volviendo a las rancheras, muchas se convirtieron en boleros y ese es un género que me encanta. Pero la verdad, verdad, mi música favorita es la salsa”, cuenta. 

De hecho, Carolina Ramírez es una excelente bailarina de este último género y fue la protagonista de una película llamada Ciudad Delirio. Recientemente protagonizó la cinta Niña errante. Con casi 20 años en la actuación es considerada una de las mejores actrices de Colombia y siempre hay que esperar un buen tiempo para verla en la televisión porque escoge muy bien sus personajes. 

“Yo creo en la destreza de poder interpretar, de meterme en la piel de mis caracterizaciones, uno le presta su cuerpo. Yo le presté todo mi potencial a ‘Yeimy’, pero su fortaleza viene de los libretos, muy bien construidos”, comenta. 

Incluso, le dio toda su sabiduría a La Pola, una de las heroínas de la Independencia de Colombia en la serie del mismo nombre y que revivió viejas rencillas entre muchos historiadores que argumentaron falta de verdad en la serie. Lo cierto, es que mejor protagonista que Carolina Ramírez no pudo tener esta producción, por la fuerza de su representación. 

Un año después de finalizar las grabaciones de La reina del flow, Carolina Ramírez está en la producción de la obra teatral Woyzeck, “una gran apuesta que tiene música, baile y actuación, y a la que invito a ver a personas de todos los países donde me siguen”. 

La actriz agradece el placer de seguir vigente a través de producciones como La reina del flow, “que está dando tanto de qué hablar y cuya segunda temporada parece ir por buen camino”. Y agradece también “tener trabajo, seguir ejerciendo mi profesión con personajes que marquen, que sean entrañables, interesantes de explorar. Sigo en el juego”, termina.