La actriz y cantante Cher solicitó ante la justicia la tutela de su hijo Elijah Blue Allman, de 47 años.

Según documentos presentados en el Tribunal Superior de Los Ángeles y dados a conocer esta semana por la publicación People, la artista busca ser la única curadora del patrimonio de su hijo, alegando que es “sustancialmente incapaz de administrar sus recursos financieros”.

En concreto, el documento establece que aunque Elijah debe recibir activos de su fideicomiso antes de fin de año, se “necesita urgentemente un curador para proteger sus activos de pérdidas o lesiones” porque “actualmente no puede administrarlos debido a problemas graves de salud mental y abuso de sustancias”. En el mismo escrito, la actriz indica que la exesposa de Allman, Marieangela King, no es apta para ser su tutora porque “su tumultuosa relación ha estado marcada por un ciclo de adicción a las drogas y crisis de salud mental”.

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“Él tiene derecho a distribuciones periódicas de su fideicomiso, pero dados sus continuos problemas de salud mental y abuso de sustancias, a su madre le preocupa que cualquier fondo del que disponga se gaste inmediatamente en drogas, dejando a Elijah sin activos para mantenerse a sí mismo y poniendo en riesgo su vida”, explica el documento.

La presentación concluye afirmando que, según los informes, la cantante “trabajó incansablemente para que Elijah recibiera tratamiento y le brindó la ayuda que necesita”.

“Su madre lo ama inmensamente y siempre ha actuado teniendo en cuenta lo mejor para defender sus mejores intereses”, afirma la presentación. También explica que él ha sido “incapaz de discutir sus preferencias con respecto al nombramiento de un curador temporal” debido a sus “actuales problemas físicos y mentales”.

En octubre, Cher se sinceró sobre la relación con su hijo, luego de que circularan rumores que indicaban que había contratado a cuatro hombres para sacarlo por la fuerza de una habitación de hotel de la ciudad de Nueva York. La versión surgió de la presentación que King, su exnuera, realizó en medio de su juicio de divorcio.

En los documentos judiciales, King, de 36 años, alegó que la superestrella contrató a los hombres para sacar a Allman, cuyo padre es el fallecido músico Gregg Allman, de su habitación porque ella y su esposo estaban tratando de reconciliarse. Según King, en el momento del incidente ambos llevaban “12 días solos en Nueva York trabajando en el matrimonio” y uno de los cuatro hombres que entró en su habitación le dijo que los había contratado la ganadora de un Oscar, un Grammy, un Emmy y varios Globo de Oro.

“Desde agosto de 2022, me han dicho que no puedo ver ni hablar con (Allman), quien actualmente se encuentra encerrado en un centro de rehabilitación que no me ha sido revelado. También me dijeron que no tiene acceso a su teléfono”, aseguró en otro momento de su declaración. “Entiendo los esfuerzos de su familia para asegurarse de que él esté bien y quiero lo mejor para mi esposo”, terminaba King la declaración presentada en la Corte Superior de Los Ángeles (California).

En aquel momento, la artista aseguró que “ese rumor no es cierto” pero aseguró que cualquier situación extraña que tuviera a su familia como protagonista, está relacionada con la adicción a las drogas de su hijo, un tema que la artista ha abordado abiertamente a lo largo del tiempo.

“No sufro ningún problema que no padezcan millones de personas en los Estados Unidos”, señaló. Y agregó: “Soy madre. Este es mi trabajo: de una forma u otra, tratar de ayudar a mis hijos. Por ellos, somos capaces de hacer cualquier cosa. Siempre que puedas ayudarlos, hazlo, porque de eso se trata la maternidad. Incluso en los momentos más dolorosos de tu experiencia con la maternidad, cuando piensas en tus hijos, simplemente sonríes; los amas y tratas de estar ahí para ellos”.

En el pasado, Allman ha hablado también públicamente sobre sus problemas de adicción. A los 11 años empezó a con la marihuana y el éxtasis, y era tan solo un preadolescente cuando empezó a probar drogas duras. Desde 2010 ha entrado y salido de forma intermitente de centros de rehabilitación. Igual de intermitente ha sido la relación con su madre, con la que ha llegado a estar años sin hablar. Cuando se casó con King en 2013, Cher no asistió a la boda.