El actor Benjamín Morales fue honrado este martes en un acto de recordación en el que amigos y compañeros de la clase artística destacaron su disciplina y humanidad.

Frente al féretro del artista de 88 años, que falleció por causas naturales el viernes pasado, figuras como las actrices Marilyn Pupo, Sandra Rivera y Anamín Santiago, y los actores Joffre Pérez, Manolo Saldaña y Jerry Segarra, entre otros, relataron anécdotas que reflejaban su carácter y afabilidad.

Una corona de rosas y claveles blancos, fotografías de diversos momentos de su vida y dos de los tantos premios que recibió a través de toda su carrera adornaban el fondo de la pequeña capilla donde ubicaba el ataúd en la funeraria Ehret, en Río Piedras.

“Benjamín se distinguía por ser extremadamente formal y dulce a la vez, eso le permitía tener un sentido del humor bien particular, todos coinciden en eso. Él tenía una disciplina que le permitía enfrentar cualquier reto, aún ya en una etapa más madura”, expresó Santiago, representante del Colegio de Actores de Puerto Rico (CAPR).

“Quizás su legado más grande a las nuevas generaciones de actores es que él no se ceñía a una sola cosa. Él se diversificó como actor, lo mismo actuaba en teatro, que aceptaba hacer televisión como cine como doblaje. Así fue como pudo levantar a su familia. Si tenía que trabajar construyendo con la madera y el martillo, también lo hacía”, agregó la también comunicadora.


La exsenadora y actriz, Velda González, por su parte, atesorará en su memoria la potente voz de Morales, así como su sonrisa y trato amistoso. González subrayó que Morales “fue del estirpe de actores que honraban la profesión; nunca un escándalo, siempre correcto, caballeroso y buen compañero. A pesar del talento que poseía siempre fue humilde”.

Mientras, para el cineasta puertorriqueño Jacobo Morales, el histrión era una persona bien consistente, un gran amigo, cálido y afectuoso.

Al recordar sus inicios en las artes escénicas, junto a Horacio Olivo, con quienes se formó en las radionovelas, el dramaturgo señaló que Morales, además de ser una gran actor, era una persona transparente y honorable.

“Era alguien de gran calidad humana, un hombre formal, pero no era una formalidad hermética o solemne, no, era cálido. Eso nunca varió en él”, subrayó.

 Morales rememoró que aín cuando el canovanénse enfrentaba problemas de salud aceptó realizar un papel corto en su producción para cine Dios los cría II.

“Ya estaba más lentito, pero esa actitud de solidaridad, de que 'estoy contigo', de disciplina estuvo siempre en él. Tuve el placer de tenerlo a él junto con Miguel Ángel (Suárez), junto con Norma (Candal), que ya no está con nosotros. Yo quería también agrupar a esos amigos con quienes tuve experiencias tan lindas en el pasado en esa película”, relató el también actor.

Asimismo, indicó que el legado que deja Benjamín Morales a la nueva cosecha de artistas es su calidad personal. “Su legado artístico está presente en todos los trabajos que el realizó, pero es importante enfatizar sobre el ser humano que había dentro del actor”, expresó.

El hijo del multipremiado actor, Jaime Morales, agradeció a los presentes su asistencia, y al igual que lo hicieron los excompañeros y amigos de su padre, contó experiencias que refuerzan las cualidades antes exaltadas.

Relató por ejemplo, que en una ocasión, el actor recién había concluido un proyecto en el que interpretaba a una persona energúmena y que conforme pasaban los días notaba expresiones en su progenitor ajenas a su carácter usual.

“Se quedó en el personaje. Tuve que decirle 'está bueno ya'. Ese era este señor (refiriéndose a su pade), se metía en el personaje de verdad”, indicó su hijo.

“Es un honor para un hijo tener un padre así...Lo voy a extrañar, pero es como dice el himno: 'él vive en mí'”, agregó. 

Durante el homenaje, Segarra, junto a la violinista Sandra Rodríguez, interpretaron algunos temas, muchos de ellos coreados por el público. El repertorio incluyó las canciones Preciosa, Creo en Dios, Cuán grande es él y Verde Luz.