Aunque casi vivía en un avión, Paquito Cordero (1931-2009) tuvo el tiempo para dedicarse a ser papá.

En ese rol, según cuentan sus hijos Muñeca y Paquitín, fue tan extraordinario como el legado que deja para la industria del entretenimiento local.

“Él era mi hermano, mi amigo y fue hasta mi jefe”, destacó Paquitín, junto con sus hermanas Muñeca y Chiqui, fruto del primer matrimonio del productor, fallecido el martes por complicaciones en su condición cardiaca. Santiago es el único hijo del matrimonio por 45 años con Nora Osorio.

“Era una persona que nunca me regañó, él siempre hablaba con uno y los consejos que daba, yo siempre los seguía, porque me daba tanta confianza como padre”, recordó antes de que la emoción le quebrara la voz a las afueras de la capilla en la funeraria Puerto Rico Memorial, donde hasta hoy, jueves, sería velado el empresario.

Paquitín trabajó con su papá en programas como Los Kakucómicos, La gente joven de Menudo y El show de las 12, pero llegó un momento en que quiso abrirse camino solo.

“Mi papá siempre me decía que en la vida había unos escalones y que tú no podías subir del primero al quinto, y mi papá económicamente me podía ayudar y en ningún momento me ayudó, porque siempre me dijo que él quería que yo empezara desde abajo y se lo aplaudo, porque por eso he sido exitoso en mis negocios”, contó el propietario de la academia de modelaje Refiné.

Contrario a su padre, Paquitín quiso imponerle una carrera de medicina a su hijo, y no lo logró.

“Él quería ser chef y yo no lo dejé, yo lo metí en medicina y se dropeó y me costó un dinerito, pero yo quería que fuera médico. Lo metí en arquitectura, y me decía: ‘Si lo que me gusta es chef’, y al final le dije a mi esposa: ‘Lo que él quiere es ser chef, lo voy a dejar ser chef ’ y ahora mismo trabaja con Emeril (Lagasse) en Las Vegas”, relató.

Julia Rita, conocida como Muñeca, igualmente recuerda a su papá como un hombre pausado, amante del mar, los botes, el golf y de esquiar en nieve.

“Si hacíamos algo fuera de lugar, él nos llamaba y nos reunía, como les hacía a los artistas. Él trataba a los artistas como hijos”, contó la hija mayor.

“En la casa hay una mesita en el balconcito y cuando te sentaban en esa mesita, había que hablar”, agregó Muñeca.

“Él tenía que estar pendiente de todo, él fue productor y director de la vida de todos nosotros siempre”, sostuvo la madre de cuatro hijos varones y abuela de tres nietos.

Francisco “Paquito” Cordero, nombre de pila de este pionero de la televisión nacional, mantuvo su mente activa casi hasta los últimos días.

Cuenta su hermana Bertita que veía Noche de gala y al otro día la llamaba para hacerle observaciones sobre lo que había visto la noche anterior.

“Paquito nunca dejó la batuta, siempre fue el director de nosotros”, dijo quien junto con el director Gilo Rivera, su sobrina Chiqui, su hermano Georgie y su nuera Beatriz Ferreira, producen Noche de gala para WIPR.

Entre los últimos deseos expresados por el compadre de Tommy Muñiz estaba su interés por repetir en televisión su producción Pantalla de oro, la cual recopila momentos históricos de la pantalla chica y de los artistas puertorriqueños.

Sus últimos días

Paco, como también nombraban al también director y libretista, tuvo unos últimos días “bien intensos”, de acuerdo con su hermana Bertita.

“Mi hermano seguía pensando en sus artistas todo el tiempo. Me decía: ‘Llámate a Yoyo, ¿y Tommy? ¿Dónde está Tommy?’, o sea, en sus últimos momentos siempre él estaba en el show business y la vida de él ha sido eso”.

Un recuerdo que quedará en el corazón de Paquitín fue cuando el pasado domingo se le acercó a su papá y le anunció la llegada de su nieto, quien lleva su mismo nombre.

“Papi oía, no nos conocía, y yo me acerqué y le dije: ‘Papi, llegó Paquitín y te va a hacer el risotto que a ti te gusta’ y papi hizo ja, ja, ja, ésa fue su última sonrisa”, narró.

Paquito Cordero será sepultado hoy, jueves, cerca de las 2:00 de la tarde, en el cementerio Santa María Magdalena de Pazzis, en el Viejo San Juan.

A las 12:00 del mediodía habrá una misa de cuerpo presente en la Catedral.