El 22 de junio de 1997, ocurrió una balacera en la discoteca Hollywood, en el Viejo San Juan. Laura Isabel Aponte Rivera, de 19 años, cayó al suelo al recibir un impacto en la frente, y fue el rapero Israel Perales Ortiz, mejor conocido como “Mexicano”, quien la recogió y la cargó en sus brazos apresurando su llegada al hospital. 

Laura murió, pero Mexicano la mantuvo en su memoria hasta sus últimos días.

La madre de la joven, Myra Rivera, sintió este jueves el fallecimiento del artista como si fuera el de un pariente cercano. “El día que yo perdí a mi hija, lo gané a él como familia”, contó la mujer con voz entrecortada.

Y no fue muy difícil que recordara los eventos de aquella fatídica noche, según se los contó el propio rapero, sus amigos artistas y las amistades que acompañaban a su hija en lo que solo iba a ser un rato de baile y diversión.

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“Los amigos de Laura que estaban en la discoteca cuando pasó el incidente siempre me mencionaron que la única persona que los había ayudado era Mexicano. Yo no tenía ni idea de quién era. También me habían mencionado que había ido a la funeraria, pero en ese momento, en la situación en que yo me encontraba, no lo entendí bien”, rememoró la madre. 

Más tarde, Myra volvió a escuchar la historia: Mexicano, que no conocía a su hija, la había recogido del suelo, tapó con sus manos su herida, se mantuvo hablándole, instruyó a sus amigos para que acercaran un carro y procuró que llegara al hospital.

“Allí no había policía ni ambulancias cerca. Gracias a él, mi hija no quedó tirada en el piso. Él se mantuvo hablándole. Mientras ella moría, él rezaba con ella en brazos, según lo que eran sus creencias. Y fue por él que yo pude llegar al hospital y verla antes de que muriera”, resaltó entre lágrimas sobre las circunstancias de aquel suceso. 

Myra y Mexicano se conocieron finalmente durante el verano de 1998 en la casa de DJ Playero. La mujer fue con su otra hija y familiares, y el rapero estaba acompañado por otros artistas del género. Por ellos, supo lo impactante del suceso en la vida de Mexicano y que, para desahogar la pena había comenzado a escribir lo que más tarde se convirtió en la canción y vídeo “Un alma inocente”, dedicado a Laura Aponte Rivera.

Además, ayudó a Myra a publicar un poemario con escritos de la joven, y formó parte de los inicios de la organización dedicada a proveer apoyo a víctimas de violencia Alianza Laura Aponte por la Paz Social (ALAPÁS).

La amistad continuó a través de los años. 

“Cada vez que nos veíamos, había como un lazo especial, como si lo hubiera conocido siempre, y dentro de toda esa figura de artista, que la gente veía quizás una expresión de rudeza, el personaje, puedo decir que por lo menos conmigo, era muy sensible, comprensivo y amoroso”, describió.

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Según Myra, Mexicano reconocía los errores que había cometido en su vida, y estaba apenado de no haber podido demostrar aún más su sensibilidad artística, pues, según dijo, su deseo era transformar esas vivencias en lecciones positivas. 

“Se me hace tan difícil explicar cómo yo puedo amar tanto a una persona que no conocía, que no conocía nada de su mundo, de su música, pero que desde que el primer día que lo vi, se grabó en mi corazón y se quedó ahí. Él quiso salvar a mi hija y no pudo, pero yo le estaré agradecida toda la vida”, apuntó.

La Policía nunca identificó a los responsables de la balacera que segó la vida de Laura Aponte y que dejó heridas a otras tres personas. 

Rivera se ha dedicado a la organización que fundó, ALAPÁS, ayudando a otras personas que han sufrido la pérdida violenta de un familiar a transformar su dolor en acción solidaria por la sociedad.

Su sede se ubica en la calle Robles, en Río Piedras y su teléfono es 1-888-631-5528.

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