Sus virtudes como persona y su talento como artista competían a tal grado en su persona, que quien la conocía se contagiaba de inmediato con lo que su familia llama “magia”. Por eso, en lugar de despedir a Margot Debén, familiares y amigos de la actriz e ilusionista fallecida el miércoles le hablaron como si estuviera presente entre ellos anoche en la iglesia San Francisco de Asís, en el Viejo San Juan.

“Recuerdo que, cuando nos aplaudían, ella me decía: ‘¡Nena, nos la comimos, parece que lo hicimos bien!’¡Señora, usted se la comió como madre, como actriz y como amiga! ¡Gracias por acompañarnos en la celebración de su vida!”, exclamó la actriz y productora puertorriqueña Ángela Meyer, hija de Debén, al finalizar esa ceremonia cerca de las 8:30 de la noche. Acto seguido, los asistentes, que llenaron la iglesia, respondieron enérgicamente a su petición de una ovación mientras ella sollozaba.

Durante la liturgia, oficiada por el fraile franciscano “Monchy” Negrón, varios miembros de la clase artística del país rindieron homenaje a Margot Debén, quien además recibió elogios por parte de sus nietas, María de los Ángeles y Natalia Villarejo, hijas del hermano de Meyer, Luis Villarejo, también presente.

“Mas, como sé el Señor es generoso/y en nuestras penas siempre nos auxilia,/para calmar la angustia de los míos,/prometerles he de estar, siempre en vigilia;/también he de pedirle me permita,/ser el Ángel Guardián de mi familia”, declamó Marilyn Pupo la poesía Final, escrita por Debén hace 20 años para ser leída en este momento.

Las cenizas de la reconocida maga, recordada por su participación en varios programas televisivos que impregnó con su humor, yacían cerca del altar,  a unos pasos de Sara Jarque. Junto con los músicos y actores Aida Encarnación, Manny Trinidad y Rubén Amador, esta actriz entonó la canción favorita de Debén, Gracias a la vida (Mercedes Sosa), en uno de los momentos más emotivos del encuentro.

Otro lo protagonizó José Juan Tañón al cantar el Ave María  entre las butacas del templo sin que este acto estuviera programado en la misa.

“En estos momentos recordamos las grandes virtudes que opacaban cualquier talento artístico de Margot”, resaltó a este diario Marilyn Pupo en un aparte. “Hasta de las peleas sacaba una risa”, añadió Camille Carrión. Myrna Casas, por su parte, destacó de ella un atributo hasta ahora poco mencionado: su inteligencia y conocimiento del mundo. “Viajó mucho y no era tacaña al compartir todas esas experiencias y su conocimiento”, dijo su directora en la obra de teatro ¿Qué pasó con Baby Jane?.

“Siempre nos condujo hacia lo oculto en su gran sentido del humor”, manifestó en su intervención ante el público Natalia Villarejo, nieta de la fenecida actriz. La madre de la bisnieta de Debén, Mia Isabella Colón, indicó que el Alzheimer padecido por ésta no le arrebató sus abrazos y besos. “Así de grandiosa como fue en el escenario, así llenó de alegría y color nuestras vidas”, resumió.

En esa línea de pensamiento se centró la homilía. El padre Monchy destacó que Debén invirtió parte de ese entusiasmo de vivir en visitas a los padres franciscanos y monjas dominicas de Fátima porque el agradecimiento a Dios era el centro de su existencia.

Ángela Meyer señaló a este diario que la última despedida a su progenitora se efectuaría de manera privada. A la ceremonia asistieron el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, con quien Meyer ha trabajo en tiempos recientes; los ex legisladores Velda González y Roberto Vigoreaux; y los actores Magali Carrasquillo, Tita Guerrero, Erick Pérez, Jorge Castro, Johanna Rosaly, Alfonsina Molinari, Jacobo Morales, Magdaly Cruz, Linnette Torres y Glerysbet Pagán, entre otros.

Margot Debén, nacida en Nicaragua, falleció a los 87 años de edad en el hogar de ancianos Juan de Dios, en Bayamón, donde vivía.