Un nuevo capítulo se escribe en la mediática separación de la actriz colombiana Sofía Vergara y el estadounidense Joe Manganiello.

Y es que ahora la lucha se centra en la custodia de Bubbles, una perrita que adoptaron poco tiempo después de la boda en 2015. La revista estadounidense ‘Us Weekly’ indica que aunque la pareja está llevando la ruptura de forma amistosa, se ha presentado un gran inconveniente, porque no logran ponerse de acuerdo en quién se quedará con la mascota.

Vale la pena destacar, que días antes del anuncio de divorcio, Sofía Vergara y Joe Manganiello compartieron en redes sociales imágenes de la celebración del décimo cumpleaños de su mascota, quien logró convertirse en un miembro de su familia, por lo que siempre estaba presente en los momentos importantes de la pareja.

“Todavía tienen algunos problemas que resolver, como la custodia de su perro, Bubbles. Pero Sofía espera que puedan avanzar de manera tranquila y justa”, indicó una fuente cercana a la pareja.

También, la revista ‘Us Weekly’ indicó que el divorcio lo solicitó Manganiello el dos de julio, citando en los documentos judiciales a los que tuvo acceso el medio, que la ruptura se dio por “diferencias irreconciliables”

Una fuente cercana a la barranquillera, le indicó al portal ‘Page Six’ que Sofía Vergara “está pasando tiempo con sus amigos después de haber sido sofocada en una relación con una pareja que en gran medida no la apoyaba”.

De igual manera, esa fuente cercana a la pareja indicó que tomaron la decisión de separarse oficialmente, pues “llevaban mucho tiempo viviendo en diferentes lugares (...) ninguno de los dos hizo trampa. Hicieron sus propias cosas durante largos períodos de tiempo y estuvieron separados con frecuencia, pero siempre pudieron sentir esa pasión el uno por el otro cuando se veían”, además, aseguró que “esa llama ya se apagó”.

Aunque el divorcio se dio en el mejor de los términos y la pareja tenía un acuerdo prenupcial, amigos de Joe Manganiello indican que “él parece un poco más abatido”, mientras que Sofía está dispuesta a seguir adelante y la disputa podría darse por la tenencia de la mascota.